Felipe Marin
Yeison Londoño
Pronavicola
El intestino es un órgano complejo que forma parte del sistema digestivo y es el paso obligado de los nutrientes que sirven de base para el metabolismo, crecimiento, mantenimiento y la producción de las aves, a su vez, este órgano aporta los recursos para el sistema inmune, sistema óseo y nervioso (Ferket).
El sistema digestivo cuenta con la mayor concentración de células linfoides del organismo (el 80% del sistema inmune está ligado al intestino), la mayor demanda de oxígeno y alberga más de 400 especies de microorganismos en su interior; tiene la carga antigénica con mayor desafío, posee una gran capacidad de regeneración celular y tiene un crecimiento acelerado en las primeras semanas de vida (crece cuatro veces más rápidamente que el cuerpo del ave durante las dos primeras semanas de vida. Nitsan et al., 1991).
Por consiguiente es muy importante mantener una óptima funcionalidad y un buen estado sanitario del intestino con el objetivo de tener un crecimiento uniforme y eficiente de las aves; a esto nos referimos con mantener una buena integridad intestinal.
Con una integridad intestinal adecuada el tracto digestivo podrá realizar sus dos funciones básicas correctamente permitiéndonos mejoras en el crecimiento y la producción de nuestros lotes; estas funciones son:
- Absorción y digestión de nutrientes.
- Mantenimiento de una barrera protectora contra las infecciones microbianas, virales, parasitarias y fúngicas.
Para asegurar una buena integridad intestinal no se debe observar ningún signo de inflamación, debe haber un mínimo nivel de lesiones que afecten la mucosa intestinal y una máxima permanencia de vellosidades intestinales además de una buena cantidad de microflora benéfica.
Es nuestra responsabilidad detectar la pérdida de integridad a tiempo y controlarla, teniendo en cuenta que los signos visibles más comunes son:
Entre las afecciones que nos pueden alterar la integridad intestinal, las más relevantes son:
- Algunas enfermedades inmunosupresoras (ej. Gumboro, Anemia Aviar).
- Ausencia de enzimas o el estado de algunas grasas.
- Enteritis bacterial (ej. E. Coli).
- Enteritis toxica (ej. Micotoxinas, químicos).
- Enteritis mecánica (ingestión de alimentos de gran granulometría).
- Presencia de parásitos (ej. Coccidiosis).
- Uso prolongado de antibióticos.
En conclusión, mantener la Integridad intestinal es básico para el buen desarrollo de las aves y obtener unos excelentes resultados zootécnicos, para ello se han empezado a implementar productos como probióticos, prebióticos, fitobióticos, bacteriófagos, antioxidantes, enzimas, ácidos volátiles y aceites esenciales; que por diferentes mecanismos de acción ayudan al perfecto funcionamiento intestinal.
Artículo publicado en Los Avicultores y su entorno Diciembre-Enero 2019
