Homenaje Póstumo de la AMVEAV al Ing. Pablo Bustos Bahena.

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    La AMVEAV le realizó durante su 16° Encuentro AMVEAV 2017 un reconocimiento póstumo al Ing. Pablo Bustos Bahena, avicultor del norte de Veracruz, y la FMVZ de la Universidad Veracruzana hizo otro tanto por su destacada trayectoria, aportación y contribución a la industria avícola estatal y nacional.

    La Semblanza.

    El 15 de enero de 1932 nace en Arcelia, Guerrero, Pablo Bustos Bahena, segundo de siete hijos del matrimonio formado por la Sra. Elena Bahena y el Sr. Justino Bustos, su infancia transcurre entre Arcelia e Iguala donde realiza sus primeros estudios, posteriormente ingresa a la vocacional No. 1 del IPN donde consigue una beca y estudia Ingeniero Petrolero recibiendo su título en octubre de 1958.

    Varios años después de haberse incorporado a la vida laboral en Pemex, realiza estudios de Maestría en Administración de Empresas en el Instituto Tecnológico Regional de Cd. Madero, Tamaulipas, titulándose en 1979.

    Su entrada a Pemex en 1957 fue por la Huasteca Tamaulipeca. En 1959 es trasladado al departamento de ingeniería petrolera en Cerro Azul, Veracruz, en la zona denominada la Faja de Oro. Ese mismo año conoce a Elvira Zamora Garza con quien contrae matrimonio formando así una familia a la que llegaron 4 hijas y posteriormente 7 nietos.

    Homenaje Póstumo de la AMVEAV al Ing. Pablo Bustos Bahena. 20180110134351 724068Es ahí en Cerro Azul donde emprende un negocio que en el aquel entonces no imaginaba que culminaría en una exitosa carrera de avicultor, a la cual se dedicó con pasión y disciplina en la última etapa de su vida. Inició en 1960 con la producción de huevo de plato con 100 gallinas ponedoras, más tarde decide probar suerte con una parvada de 50 pollos de engorda, ambas parvadas se iban incrementando en la medida que crecía la demanda y se reinvertían las ganancias, en su momento llegó a ser el único productor de huevo de granja en la región con 3 mil gallinas ponedoras, en la engorda de pollo alcanzó una producción estimada de 12 mil aves por ciclo.

    Don Pablo decía que sus raíces de comerciante por el lado materno le facilitaron la visión casi desde el inicio de comercializar sus productos directamente al consumidor para obtener una mayor utilidad, y para ello se hace de un local en el mercado municipal para la venta de pollo y huevo. En 1970, inaugura la que fuera la primera rosticería en Cerro Azul, “Rosticería Faja de Oro”, posteriormente hizo lo mismo en la vecina ciudad de Naranjos, y como la demanda iba en aumento se dio a la tarea de construir una granja en el poblado de Temapache, diseñando y dirigiendo la obra civil de cada una de las galeras en los fines de semana que era cuando podía hacerlo pues seguía laborando en Pemex.

    En 1972, decide dejar la producción de huevo para dedicarse sólo a la engorda y comercialización de pollo.

    En 1973, es trasladado a la superintendencia de ingeniería petrolera de Tampico, ahí participa en la fundación de la Asociación de Ingenieros Petroleros de México donde en varias ocasiones impartió conferencia a nivel local y nacional.

    Los fines de semana viajaba desde Tampico a Cerro Azul para supervisar el negocio que poco a poco iba creciendo con sus altas y bajas, pero si algo tenía era la perseverancia y un ánimo emprendedor que lo llevó a diseñar un modelo de negocio el cual probó con éxito en Naranjos, replicó en Álamo, Tuxpan, Tihuatlan y Poza Rica, que consistió en construir una galera para la recepción de pollo provenientes de las granjas de Cerro Azul y Temapache, es decir, un depósito de pollo, un pequeño rastro avícola y hacerse de un local para venta directa en cada uno de los mercados y así brindar un mejor servicio a sus clientes tanto mayoristas y público en general. Como las ventas superaban a la producción había que hacer más granjas. En 1986, se asocia con el grupo Productora de Alimentos Pecuarios de Nuevo León con sede en Monterrey, el cual tenía varias empresas, planta de alimento, granja de progenitoras, reproductoras, incubadora, laboratorio, comercializadora de granos y rastro, esta asociación le permitió tener precios accesibles y calidad en el alimento y en el pollito.

    En 1987, después de 30 años de servicio consigue pensión jubilatoria en Pemex para poder dedicar el 100% de su tiempo a la empresa familiar y en 1990 constituye una sociedad de producción rural la cual tiene por nombre Agropecuaria Faja de Oro, gracias a su liderazgo nato logró combinar y aprovechar la sinergia y el empuje que da la familia incorporando a esta empresa a quien fuera su compañera de vida y colaboradora incondicional Doña Elvira, así como también a dos de sus hermanos que ya habían estado con él en sus inicios, algunos de sus cuñados, a sus hijas y posteriormente a sus yernos.

    En esta nueva etapa se modernizaron las granjas para tener mejores parámetros productivos ya que el clima de esta zona alcanza hasta los 45ºC dentro de las casetas, recurriendo a los especialistas siempre que fuera necesario, también se inicia un proceso de capacitación al personal buscando estar siempre actualizados, asistiendo a eventos técnicos en el país y congresos internacionales, se contratan profesionistas egresados de las universidades y tecnológicos de la región, así como la participación del gremio de los avicultores a través de las Asociaciones.

    En 1994, la empresa emprende el proyecto “Pollo Fiesta”, que consiste en restaurantes de pollo frito al estilo americano, y registran la marca “Pollo de Oro” para la comercialización de pollo limpio tipo mercado.
    En 1997, incursiona en el ramo de la ganadería primero en la engorda de bovinos y posteriormente aunque en menor escala ganado ovino.

    En el año 2000, se proyecta lo que más tarde sería una planta de alimentos iniciando con el área de reciba donde se descargaba el alimento que provenía de Monterrey para luego ser trasladado a las granjas que ya contaban con sistemas de alimentación automática, este proyecto no pudo ser concluido por el Ingeniero, pero dejó situadas las bases para que fuera completado por la siguiente generación, quienes ahora en una segunda etapa de la empresa Agropecuaria Faja de Oro continúan generando nuevos proyectos bien cimentados para las futuras generaciones. Actualmente laboran en esta empresa aproximadamente 250 personas, muchos de ellos desde su fundación en 1990.