Control del ciclo estral en cerdas

Alejandro Córdova Izquierdo
Carlos Bedolla Cedeño
Ma de Lourdes Juárez Mosqueda
Abel E. Villa Mancera
Armando Gómez Vázquez
Pedro Sánchez Aparicio
Jaime Olivares Pérez
Raúl Sánchez Sánchez

DETECCIÓN DEL CELO

Control del ciclo estral en cerdas Control ciclo estral cerdas 1En cerdas, la base de un buen manejo en la detección del celo o estro consiste en detectar y apartar a la(s) hembras que han comenzado a manifestar los primeros síntomas de calor o celo (Maritza, 2006). La exactitud del diagnóstico del celo en la cerda es de vital importancia para conseguir buenos parámetros reproductivos. Dada la estrecha relación entre el momento de la ovulación y el inicio del celo, se hace absolutamente imprescindible realizar el diagnóstico del inicio del celo lo más preciso posible para ajustar, posteriormente, las inseminaciones; facilitando que en el momento de la ovulación estén presentes espermatozoides viables capaces de fecundar a los ovocitos (Quiles, 2012; Quiles y Hevia, 2015). Por lo anterior, en seguida se presentan algunas recomendaciones prácticas para la detección del celo (Maritza, 2006):

  • Es recomendable establecer la vigilancia del celo en horas bien tempranas de la mañana y al caer la tarde.
  • El uso de machos receladores favorece la detección de los calores y se traduce en un mayor número de hembras gestantes en la unidad.
  • Cuando es el hombre quien controla el celo sin la ayuda de machos receladores, debe conducirse con calma, presionando con la rodilla el flanco de la hembra, también puede realizarse esta detección con el puño tratando de levantarla.
  • Al presionar con la palma de la mano la región del anca de la hembra en celo, ésta queda quieta (reflejo de inmovilidad) incluso permite que el hombre la monte, por lo que también se le llama prueba de cabalgue.
  • Si el animal se asusta debe repetirse el control. Los animales nerviosos requieren a menudo varias pruebas de control antes de quedarse quietos.
  • Siempre el control del celo debe de realizarse en el ambiente normal de la hembra, evitando personas ajenas a la actividad.
  • Es requisito fundamental e indispensable garantizar una adecuada higiene y nutrición de las hembras candidatas a presentar celo

También para el control del celo en aquellas unidades de producción porcina donde no existen machos que funcionen como celadores, se recomienda el uso de los odoríferos sexuales, estos odoríferos fueron aislados primeramente en la región prepucial del verraco, actualmente se obtiene de las glándulas salivares, éstos son utilizados en forma de spray en los cuartones de las hembras próximas al celo, favoreciendo así la vigilancia y control del celo en las cerdas (Maritza, 2006).

DURACIÓN DEL CELO, OVULACIÓN Y MOMENTO ÓPTIMO PARA LA INSEMINACIÓN ARTIFICIAL

El momento de la ovulación tiene gran importancia en la práctica de la inseminación artificial. El momento de la ovulación puede enmarcarse en las cerdas al final del estro, pudiéndose retrasar cuando se prolonga el celo, de igual forma se considera que este momento está influenciado por numerosos factores como la alimentación, raza, clima y la herencia. El número de ovocitos aumenta con los subsiguientes ciclos estrales, pero independientemente de la cantidad de ovocitos liberados en cada estro difiere el número de cerdos al nacimiento.

La literatura reporta que más del 90% de los ovocitos son fertilizados, pero las pérdidas embrionarias son del 30 al 40% ocurriendo el mayor número antes del período de implantación, el resto suelen morir por alteraciones en el proceso de organogénesis, defectos cromosómicos, causas de manejos y procesos infecciosos o patológicos. Si el momento de la ovulación tiene importancia para la inseminación artificial, el momento de la inseminación tiene una doble importancia si se quiere obtener resultados satisfactorios y éxitos incuestionables. La época adecuada para la inseminación resulta de gran importancia para la inseminación artificial como para la monta natural.

En el caso de la inseminación artificial la vida del espermatozoide resulta naturalmente más corta que en el caso de apareamiento natural, ya que en el primer caso el espermatozoide se conserva fuera del cuerpo del animal. El tiempo óptimo para la inseminación, se establece de 10 a 25,5 horas después del estro. Es aconsejable inseminar lo más pronto posible (es decir, al comienzo del período) aquellos animales cuyo celo es de corta duración y a los que tienen un período de celo más largo, por lo que el período más apropiado para la inseminación de las cerdas se considera después del inicio del celo y antes de la ovulación, de 10 a 30 h después que ésta admite al verraco o en la última parte del primer día.

La calidad del celo de la hembra influye notablemente en el éxito de la inseminación, también el comportamiento de la cerda en el momento de la inseminación influye en el % de gestación. Las hembras que se manifiestan intranquilas en el momento en que se practica la inseminación artificial, su fertilidad se reduce (Maritza, 2006).

Se plantea que la cerda está en celo dos días y medio, durante este período y en ausencia de un macho al presionar sobre su región lumbar permanece inmóvil. Este período de inmovilidad dura hasta 29 horas y es el tiempo idóneo para efectuar la inseminación artificial, pues de 12 a 30 horas después de presentarse el celo es cuando la cerda aceptará mejor al macho, de igual manera, señalan este mismo período para practicar la inseminación artificial. Se plantea que la calidad del celo de la hembra influye notablemente en el éxito de la inseminación artificial, también el comportamiento de la cerda en el momento de la inseminación influye en el porciento de gestación (Espinosa, 2012).

La optimización de las estrategias de inseminación pasa por reducir el número de inseminaciones sin que se vean afectados los parámetros reproductivos. Una única inseminación podría ser efectiva si se realizara durante las 24 h previas a la ovulación, aunque el momento de la ovulación no se puede predecir con exactitud. Se ha de intentar inseminar lo más cerca posible a la ovulación. A los 30 minutos de haber sido depositados los espermatozoides en la parte anterior del cuello uterino, éstos alcanzan los cuernos uterinos. Solo unos pocos de ellos alcanzan la unión úterotubárica, alcanzando una o dos horas más tarde el istmo, donde efectuarán la fecundación tras la ovulación. Pasados 30-45 minutos de la ovulación, los ovocitos alcanzan la unión istmo-ampolla del oviducto, siendo fecundados una hora más tarde.

La ovulación se produce al inicio del último tercio del celo, aproximadamente entre las 32 y 48 horas tras el comienzo del celo. La duración del celo es variable y depende de una serie de factores tales como: las condiciones de alojamiento, nivel de estrés, época del año, número de partos, tipo genético, etc. En líneas generales podemos decir que varía entre 31 a 65 horas, siendo constante dentro de una misma granja. Por otra parte, la duración del celo está relacionada con el intervalo destete-aparición del celo: las cerdas con un intervalo destete-celo corto (3-4 días) presentan un estro más prolongado (aproximadamente 20 horas más), en relación con las cerdas con un intervalo destete-celo de 6 o más días.

Control del ciclo estral en cerdas Control ciclo estral cerdas 2

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Dada la estrecha relación entre la duración del celo y el momento de la ovulación, es evidente que las cerdas con celos tempranos después del destete ovulan más tarde que las cerdas con celos cortos en los que el inicio se sitúa posteriormente. Por ello, en este último caso las cerdas deberían inseminarse poco después del inicio del estro para asegurar que la primera inseminación tiene lugar antes de la ovulación. Una vez detectado el celo la cubrición/inseminación se podrá efectuar siguiendo el protocolo que se presenta en la tabla 1 (Quiles, 2012; Quiles y Hevia, 2015).

Las cerdas que se cubran a partir del 8º día van a presentar un menor tamaño de la camada (2-3 lechones menos), por lo que es recomendable dejar pasar este celo e inseminar pasados 21 días, de manera que ese aumento de la prolificidad pueda compensar el aumento de días no productivos al inseminarlas en el 2º celo post-destete. En la tabla 2 se muestra una simulación que relaciona la primera inseminación con la ovulación en dos granjas con una duración media del celo de 36 o 60 h. Las cerdas se inseminan cada 24 h después de observar el inicio del estro y cada 24 h de aumento del intervalo destete-celo se asocian con una disminución de 6 h en la duración del estro. La simulación confirma que fácilmente se pueden producir inseminaciones tardías, especialmente en granjas con duraciones de celo cortos e intervalos destete-celo de 5 o 6 días (Quiles, 2012; Quiles y Hevia, 2015).

SINCRONIZACIÓN DEL CELO

Consiste en la utilización de tratamientos hormonales para controlar los eventos reproductivos. Entendiendo el mecanismo de acción de las hormonas se puede hacer uso de ellas para obtener beneficios en la reproducción. La sincronización del estro verdaderamente significa, controlar la vida del cuerpo lúteo, ya que es aquí donde se llevan a cabo los eventos endocrinos que permiten la maduración del folículo preovulatorio y la subsecuente ovulación (Mendoza, 1990).

El estado de avance en el conocimiento y manejo de la fisiología de la reproducción en las cerdas, de razas modernas y/o mejoradas, y la necesidad de obtención de partos múltiples (un grupo de cerdas pariendo en el mismo periodo de tiempo) han orillado a los investigadores hacia la sincronización del celo. La sincronización del estro tiene como objetivo además de cubrir a un número determinado de hembras en un tiempo sumamente corto, facilitar el manejo de las cerdas para la monta natural (MN) con los sementales o inseminación artificial (IA), ya que con un eyaculado de un semental se pueden inseminar cuatro cerdas al mismo tiempo.

Con la sincronización del estro se pretende utilizar al máximo las instalaciones de una granja porcina, sobre todo de ciclo completo, ya que al sincronizar en estro y por ende que entren en calor un grupo de cerdas para que se les dé servicio (MN o IA), nos permitirá conocer con anticipación algunos eventos tales como: fecha probable de parto, fecha probable de destete, fecha probable de venta (Álvaro, 2020). Las ventajas de sincronizar los celos son múltiples ya que permite cubrir las hembras en un tiempo sumamente corto, facilita el manejo la inseminación artificial (IA), se maximiza el uso de las instalaciones y se puede programar con anticipación la fecha de parto, de destete y de venta.

Como objetivo, el 85% de las hembras nulíparas deberían ser “cubiertas” en un periodo de tiempo no superior a los 5 días. Desde hace varios años, la práctica común de la granja ha sido dar servicio a la cerda nulípara entre el sexto y octavo mes con un peso de entre 120 a 130 kilogramos (kg) y luego de uno o dos celos. El 80-95% de las cerdas serán púberes al octavo mes de edad y presentarán una dispersión en el momento del celo.

En la sincronización del celo de cerdas nulíparas se está seguro de que su ciclicidad es básica si se necesita introducirlas en una determinada banda con el resto de las cerdas multíparas. Después del celo, el cuerpo lúteo va a producir progesterona, encargada de bloquear la secreción del factor folículo estimulante (FSH) y luteinizante (LH) necesarios para el crecimiento de nuevos folículos y la secreción de estrógenos. Al cabo de los días el cuerpo lúteo desaparece y con él la progesterona. Las hormonas que provocan la maduración folicular dejan de estar bloqueadas y, unos días después, aparecerá un nuevo celo.

Teniendo en cuenta esto, si administramos progesterona sintética a cerdas en la fase folicular ésta bloqueará la producción de hormonas responsables de la maduración de los folículos; mientras que, si la administramos en la fase luteínica, no tendrá ningún efecto puesto que la cerda ya libera progesterona. Sin embargo, como este cuerpo lúteo con el paso de los días va a destruirse y con él desaparecerá la producción de progesterona; si en este momento la cerda recibe un aporte continuo de progesterona externa, conseguiremos alargar de una forma práctica la fase luteínica, en la cual la cerda no entra en celo porque la progesterona está bloqueando la acción de las gonadotropinas hipofisarias.

Para ello se utilizan derivados sintéticos de la progesterona, altrenogest (sinónimos = RU 2267, alil trembolona, Regumate), con una estructura y función similar a la progesterona, que bloquean la descarga hipofisaria durante todo el periodo de su distribución (Quiles 2012). La aplicación de hormonas requiere de un amplio conocimiento de la endocrinología tanto en los ciclos reproductivos como en las secuencias fisiológicas de la secreción de hormonas específicas.

La regulación neuro-hormonal de los procesos reproductivos es comparada muchas veces con la ejecución de la música clásica por un pianista, un error en las notas causa una recepción inapropiada por la audiencia, en el caso de los animales cuando la hembra usa hormonas equivocadas pueden interrumpir el ciclo estral produciéndose pérdidas económicas para la explotación. La sincronización del estro en el ganado porcino sobre todo en las cerdas que vayan a reproducirse por primera vez representa ventajas desde el punto de vista económico y zootécnico.

Son numerosos los productos que en esta especie se han ensayado, pero no con toda la aceptación que se espera, realmente existen limitaciones en lo que a la aplicación y suministro de los diferentes productos que se han venido utilizando en los últimos años. Las hormonas más usadas en la sincronización del celo en cerdas, así como en otras especies de animales son la gonadotropina sérica de yeguas gestantes (PMSG) y la gonadotropina coriónica humana (hCG), aunque se han utilizado otros productos como las inyecciones de progesteronas, progestágenos por vía oral – MPA – PROVERA, gestágenos no esteróides – METHALIBURE, e inyecciones de prostaglandina.

Las gonadotropinas PMSG y hCG ambas hormonas son utilizadas hace más de 30 años en la reproducción de porcinos con diferentes resultados. La combinación PMSG/hCG se puede usar en la inducción de celo en cerdas pre-púberes y en la sincronización del celo en marranas destetadas. La sincronización del celo en primerizas cíclicas requieren una estrategia diferente, la cual depende de la presentación de la fase del ciclo estral con la aplicación de la progesterona (Maritza, 2006).

El 96% de las cerdas nulíparas entran en celo entre el 4º-7º día tras la supresión del tratamiento. A la hora de administrar este tratamiento solo hemos de asegurarnos que la cerda haya entrado en celo al menos una vez. El producto se distribuye en el pienso una vez al día (15-20 mg), durante 18 días, pudiendo comenzar el tratamiento en cualquier fase del ciclo. El tratamiento deberá comenzar 18 días antes de la fecha prevista del destete de la banda en la que se pretende introducir a las cerdas nulíparas, de manera que todas las cerdas de esa banda (nulíparas, primíparas y multíparas) entren en celo el mismo día.

Ahora bien, si se conoce exactamente en qué momento del ciclo se halla la cerda, el tiempo de administración de altrenogest puede verse reducido, sin pérdida alguna de su eficacia. Dependiendo de la fecha en que la cerda ha tenido el celo previo, el tratamiento durará entre 5 y 18 días, lo que supone un importante ahorro económico. Se recomienda un tratamiento mínimo de 5 días para cualquier cerda. La alta sincronización lograda con el tratamiento con altrenogest permite el uso de la inseminación artificial a tiempo fijo en los días 6º y 7º tras la última dosis del progestágeno (Quiles, 2012; Quiles y Hevia, 2015).

INDUCCIÓN DEL CELO FÉRTIL EN PRIMERIZAS PRE-PÚBERES

La pubertad en los cerdos domésticos aparece en edades comprendidas entre 200 y 210 días con variaciones de 102 a 350 días, como promedio podríamos indicar que se presenta a los 7 meses. El inicio del primer ciclo estral es afectado por (Maritza, 2006):

  • La nutrición: (las cerdas mejor alimentadas inician más pronto el ciclo estral).
  • La heterosis: (las cerdas cruzadas presentan el ciclo estral 4 semanas antes).
  • El ambiente social: (aislarlas de los verracos, agruparlas, trasladarlas, efecto del macho).

El estrés que resulta del traslado, asociado con el efecto macho, es suficiente para iniciar el proceso fisiológico que desencadene en la primera ovulación. En un grupo de primerizas la ocurrencia espontánea del primer celo, que generalmente se adelanta varias semanas, y la pubertad inducida por el manejo son altamente variables. Se han realizado muchos estudios usando gonadotropina sérica de yegua gestante (PMSG) y gonadotropina coriónica humana (hCG) para inducir precozmente la pubertad en primerizas. El uso de ambas gonadotropinas en la sincronización del celo parece explicable desde el punto de vista fisiológico, debido a que la PMSG tiene propiedades biológicas similares a FSH y LH (70% de la actividad FSH y 30% de la LH) y la hCG es un agonista de la LH. Generalmente dosis de 500 a 2.000 IU de PMSG seguido de 500 IU de hCG a las 48 o 96 horas pueden inducir la ovulación en el 100% de primerizas en un rango de edades y pesos.

La capacidad de establecer la actividad ovárica y mantener la gestación de las primerizas, después de la inducción de la ovulación depende tanto de la edad como del peso de la cerda en el momento del tratamiento. Algunas de las primerizas que ovulan después del tratamiento PMSG/hCG, desarrollan cuerpo lúteo funcional, pero el ovario no continuó su actividad cíclica. La edad y el peso a la pubertad pueden favorecer el inicio de la ciclicidad, después del tratamiento con PMSG/hCG.

Puesto que la cubrición en el primer estro inducido da un pobre desarrollo reproductivo, el inicio del segundo estro fértil es muy importante para mejorar el número de primerizas que se mantienen gestantes. Schilling y Carne (1990) informaron primero el uso de dosis bajas de la combinación PMS y GhCG en la inducción del estro en primerizas y el anestro en cerdas adultas. El uso de la combinación PMSG-hCG podría sincronizar a grupos de primerizas para cubriciones siguientes a un segundo o tercer celo post-tratamiento, debido a que los tamaños de las camadas pueden ser más bajos en primerizas cubiertas en el primer celo. Se puede afirmar que hasta ahora no hay un buen método disponible para inducir el estro fértil en cerdas Pre-Púberes.

Control del ciclo estral en cerdas g0040oQK Control ciclo estral cerdas 4Probablemente se obtengan mejores resultados con la aplicación de PMSG para estimular el desarrollo ovárico, de hCG para inducir la ovulación durante el primer estro y de una inyección de PMSG/ hCG al final del primer ciclo estral como refuerzo para inducir el segundo estro. No obstante, en los últimos 20 años se han probado distintas técnicas para la sincronización de los procesos fisiológicos reproductivos. Muchos autores han utilizado un compuesto monoesteroidal (Methallibure) para el control del estro y la ovulación el que se suministra durante 18 a 20 días con altos grados de sincronización (hasta un 95% del celo) e incremento en el tamaño de la camada (Maritza, 2006). Por otra parte, se sabe que el uso de hormonas exógenas con la administración oral de Methallibure provoca en las cerdas la ovulación en un término de 40 horas que está dentro de los índices normales en donde se plantea que el estro tiene una duración promedio de 50 horas y la ovulación ocurre entre las 30 y 40 y las 38 y 40 horas después de haber iniciado el estro (Maritza, 2006).

La administración oral de progestágenos tales como el MPA (Provera), incorporados una o dos veces al día a la ración de alimento en dosis de hasta 400 mg por animal y día (lo cual parece un método muy adecuado para las condiciones de alojamiento de esta especie, resulta eficaz en la supresión del estro, pero permite el desarrollo de quistes ováricos. La aparición de esta condición folicular es un indicio de desequilibrio de gonadotropinas en los animales maduros y puede producir al administrar Provera; debido al bloqueo incompleto de la actividad pituitaria, en especial la secreción de FSH formación de quistes, pero el tiempo comprendido entre el final del tratamiento y la ovulación puede variar hasta en 10 días y la fertilidad en este estro suele ser muy baja (Maritza, 2006).

CONCLUSIÓN

El control del ciclo estral en la cerda es de gran transcendencia en la producción porcina comercial, ya que permite al ganadero mejorar parámetros productivos de gran importancia para su economía y permanencia en el sector porcino. En la actualidad, se dispone de las herramientas necesarias para llevarlo a cabo en cualquier unidad de producción porcina, prácticamente en cualquier parte del mundo. Los veterinarios y técnicos en producción animal, son los indicados para asesor a los ganaderos porcícolas en este tema.

BIBLIOGRAFÍA

• Álvaro, A. 2020. Porqué y cómo sincronizar el celo en cerdas. Programa de investigación en producción porcina. INIA. España.

• Espinosa, Y. 2012. Ciclo sexual de la cerda y factores que influyen en el indicador reproductivo parto/cubriciones de esta especie. Porcicultura.

• Maritza, F. C. 2006. Características reproductivas de la cerda. Influencia de algunos factores ambientales y nutricionales. REDVET.

• Mendoza, A. R. A. 1990. Sincronización del ciclo estral en cerdas púberes usando progestágenos. Tesis de la Escuela Agrícola Panamericana.

• Quiles, A. 2012. Control del ciclo sexual, celo y ovulación en la cerda. Facultad de Veterinaria.

• Quiles, A., Hevia L. M. 2015. Uso de hormonas en el manejo reproductivo de las cerdas. Producción Animal

Artículo publicado en “Los Porcicultores y su Entorno Marzo Abril 2024

Alejandro Córdova Izquierdo
Alejandro Córdova Izquierdo
Médico Veterinario y Zootecnista. Posgrado de Maestría en Biología de la Reproducción y Doctorado en Reproducción Animal en el área de la conservación seminal y fecundación in vitro Por la Universidad Complutense de Madrid, España. Profesor-Investigador de tiempo completo en la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco (UAM-X) de la Ciudad de México desde 1980. Profesor con Perfil deseable en el Programa de Mejoramiento del Profesorado de la Secretaría de Educación Pública de México. Colaborador durante estancia sabática 2012 y 2013 como Profesor-Investigador de Tiempo Completo en la División Académica de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, México en donde imparte las asignaturas de Fisiología de la Lactación; Reproducción Animal Especializada; Comportamiento, manejo y Bienestar Animal; Farmacología y Toxicología Veterinaria y Clínica de Bovinos. Certificado en Clínica Reproductiva de Bovinos y Cerdos por el Consejo Nacional de Educación Veterinaria (CONEVET). Líder del Cuerpo Académico Salud y Bienestar Animal y responsable del Proyecto de Investigación uso de antioxidantes en la conservación del semen de cerdo en la UAM-X, colaborador en diversos proyectos de investigación de Universidades de la República Mexicana y ha participado como ponente en diversos congresos nacionales e internacionales. Ha publicado más de 100 artículos científicos y de divulgación en revistas indexadas y de divulgación; ha participado en eventos nacionales e internacionales. Es integrante del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) México. Tiene publicado varios libros y varios capítulo relacionados con temas de Ciencias veterinarias.
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