Historia de la Asociación de Patólogos y Zootecnistas Aviares del Noroeste, A.C. II

Hygia Pecoris, Salus Populi

(Higiene del ganado, salud del pueblo)

En una primera entrega de esta serie, presentamos de la obra del Dr. Miguel Angel Márquez sobre la fundación de APYZAN, su gestación, sus inicios y protocolización ante Notario Público, así como sus objetivos. En esta segunda entrega acerca de la fundación de la asociación devana de profesionales en Medicina Aviar y en Zootecnia Avícola de México, presentamos extractos de las entrevistas que el autor realizó a distintos protagonistas del medio avícola sonorense de aquella época de los 60’s, miembros de APYZAN.

Durante una entrevista hecha al destacado productor pecuario-agrícola y líder empresarial, el doctor Juan Antonio Hernández González, en julio del 2013 por parte del Dr. Miguel Angel Márquez, y acompañados del doctor Jorge Millán Félix, el Dr. Hernández recordó quiénes fueron los principales avicultores de la época de oro de la avicultura sonorense en los años 60’s, hizo su remembranza llevando un orden y una secuencia geográfica, al mencionarlos de norte a sur.

De Hermosillo recordó a la familia Gutiérrez, propietarios de la gran empresa Mezquital de Oro. Al señor Mario H. Aguirre de Avícola Mercedes y a los señores Alfonso Reynoso, Andrés Ladriere, Alan Ferraris y Víctor Arellano.

De Guaymas mencionó a Don Fernando Zaragoza Iberry(presidente de la Unión Nacional de Avicultores 1978-1983), Ramón Uribe, Ernesto Zaragoza y Robert Walts, éste último de Incubadora del Pacífico de Guaymas.

De Ciudad Obregón a la familia Robinson Bours de Avícola Tepeyac, que con el paso del tiempo se convertiría en la prestigiada empresa Bachoco, a don Germán Tapia E. de Avícola Rancho Grande, y a los señores avicultores Rafael Rodríguez A., Francisco Terminel, Carlos Games, Jesús Beltrán, Enrique Santini y a don Carlos Robles Aguilar, entre otros de singular importancia.

De Navojoa destacó a los señores don Arturo D. Almada, José María Zaragoza, Alejandro González, Mario Martínez.

El autor entrevistó en Cd. Obregón al MVZ. Leonardo Guzmán Mijarez, también en junio del 2013, y quien respondió sobre las principales entidades infecciosas que afectaban a las gallinas de postura y al pollo de engorde en Sonora, en los tiempos referidos. El entrevistado responde las preguntas con la mirada fija en horizontes lejanos:

“Las enfermedades infecto-contagiosas que más afectaban las aves de los productores avícolas sonorenses eran, la Coriza Infecciosa, que para su control y prevención se producían autobacterinas. La enfermedad de Newcastle fue durante años un gran azote. Lo mismo Laringotraqueitis. Un gran reto fue la enfermedad de Marek, que se resolvió con el desarrollo de la vacuna”. Otras enfermedades mencionadas fueron la Bronquitis Infecciosa, la Enfermedad Crónica Respiratoria o Colibacilosis, la Coccidiosis, sobre todo, la de presentación cecal producida por la Eimeria tenella.

El entrevistado destacó que en aquel entonces luchaban contra el golpe calórico, enfrentaban, algo que aún se sigue haciendo debido a las altas temperaturas que se registran en el verano del desierto sonorense.

“Quiero mencionar además, que en mi opinión, uno de los padres de APYZAN, fue el Dr. Héctor Bravo. Él tenía un genuino amor por nuestra profesión. Él hizo posible que la avicultura sonorense fuera en su época, la más importante de México. El Dr. Bravo fue el cerebro para la superación y significación del gremio”, añadió.

Cuadro 3

AVICULTURA SONORENSE
Principales Grupos Empresariales. 1980
Grupo Población Avícola Porcentaje
Mezquital del Oro (Familia Gutiérrez) 4 098 750 16%
Mario Aguirre 2 457 500 10%
Bachoco 2 143 028 9%
Germán Tapia 1 350 000 5%
Fernando Zaragoza 753 542 3%
Federico Valenzuela 742 907 3%
Arturo D. Almada 557 940 2%
Peral Argüelles 553 840 2%
Ruy Sánchez 473 754 2%
Robinson Bours * 449 000 2%
Cuevas Garibay 319 982 1%
Uribe Maytorena 162 552 1%
Total: 14 063 119 56.2%
Gran Total Sonora 24 983 001 100%
* Este grupo no era el mismo que Bachoco, sin ningún vínculo aparente en los negocios. Fuente: Información proporcionada por Federico Valenzuela. 1984.

Las aviculturas mexicana y sonorense, fueron severamente afectadas por la enfermedad de Marek, que marcó profundamente a los avicultores y los avipatólogos de aquella época, que les tocó enfrentarla, combatirla y finalmente controlarla por medio de un inmunógeno a virus vivo, asociado a células.

“El remedio llegó afortunadamente en 1968, cuando un grupo de virólogos veterinarios británicos de la Houghton Poultry Research Station de Inglaterra, logró desarrollar una vacuna elaborada con un virus herpes de pavo del Serotipo III, es decir, se trató de un inmunógeno heterólogo”, indica el Dr. Guzmán..

A continuación anotamos algunas de las experiencias sobre la presencia de la enfermedad de Marek relatadas en “primera persona” y vívidamente, por algunos de los avipatólogos miembros de los primeros tiempos de AP YZAN:

RELATO DEL MVZ. EDMUNDO NÚÑEZ CAMPUZANO (ENTREVISTADO EN CD. OBREGÓN EL 8 DE NOVIEMBRE DEL 2013):

“El problema inició en 1967 o antes. Las parvadas invariablemente sufrían de brotes muy severos de la enfermedad de Marek visceral, que iniciaban cuando las parvadas de gallinas de postura empezaban a poner y continuaba hasta las 28 ó 32 semanas llegando a acumular hasta un 40% de mortalidad.

Esto, junto con el mal precio del huevo ocasionó fuertes pérdidas económicas a los avicultores y en mi opinión fueron realmente dos de los principales impactos que originaron la crisis económica que afectó a Sonora.

No había defensa contra la enfermedad, impactaba muy seriamente a las empresas pues brotaba en el momento en que las parva- das costaban más, es decir, cuando ya se les había invertido todo lo necesario para desarrollarlas y tenerlas listas para poner. Y se nos morían. Era muy desalentador pues no había vacuna. No fue sino hasta que salió la vacuna cuando empezamos a controlar al Marek, por allá hasta 1972-73”.

RELATO DEL MVZ. JESÚS BERNAL SOLORIO (EN COMUNICACIÓN PERSONAL. GUAYMAS, SONORA. 8 NOVIEMBRE DEL 2013):

“El problema de Marek antes de las 18 semanas de vida era la típica presentación neural con algunas pollas con las patas abiertas, etc. Pero de las 18 semanas en adelante, al romper postura empezaba la pesadilla con un Marek visceral que duraba hasta las 32-34 semanas de edad y de allí en adelante disminuía drásticamente.

El Dr. K. Schaaf hizo algunas pruebas inoculando a las pollas con el virus de Encefalomielitis Aviar, esperando que protegiera por ocupación, pero no resultó.

La gran esperanza vino con la buena noticia de que el virus herpes de pavo, era primo hermano del virus que ocasionaba la enfermedad, y se especulaba que si se le inoculaba a las pollas podría dar protección contra el virus de campo.

Recuerdo que todo mundo andábamos sangrando pavos para inocular a las pollitas. A Horacio Vásquez del Mercado le tocó hacer esto pues ellos tenían pavos. Otra empresa que trabajó mucho en el intento, fue Mezquital del Oro que también criaban pavos. Sin embargo, no se obtenían los resultados esperados. Luego salió la vacuna y empezamos a controlar el problema.

Recuerdo que Jorge Zurita y Kermit Schaaf iniciaron la producción de una vacuna en el laboratorio de Guaymas, más o menos en 1970-71. Para ese entonces en Estados Unidos ya había noticias que hablaban de la vacuna y su efectividad y ya estaban vacunando.

También en 1971 batallamos con algunos problemas de Newcastle. Gumboro era otra enfermedad que nos daba mucha lata, principalmente porque en ese tiempo las parvadas de reproductoras no eran inmunizadas con vacunas inactivadas”.

Historia de la Asociación de Patólogos y Zootecnistas Aviares del Noroeste, A.C. II 20171214095205 574181RELATO DEL SEÑOR HORACIO VÁZQUEZ DEL MERCADO (CON COMUNICACIÓN PERSONAL GUAYMAS, SONORA. 8 DE NOVIEMBRE DEL 2013).

“Andábamos como locos tratando de encontrar una solución para el problema de la enfermedad de Marek. Nada funcionaba, no se sabía cómo se transmitía y las pollas se empezaban a morir en grandes cantidades cuando ya estaban grandecitas y se les había invertido bastante dinero. Se trató de utilizar mucha sanidad en la crianza, pero no dio resultados, se habló de utilizar la cama vieja y criar las pollitas sobre ella, pero tampoco funcionó. Inclusive se intentó por instrucciones del doctor Schaaf, el vacunar a las pollitas contra Encefalomielitis Aviar con la esperanza de que el virus ocupara las células y bloqueara la entrada del agente de Marek. Luego de varias camadas en las que hubo grandes pérdidas y que el problema se había difundido por muchos países, una tarde, el doctor Kermit Schaaf, mi jefe en ese entonces, organizó una cena-reunión en su casa pues había noticias sensacionales acerca de la vacuna contra Marek. Estuvimos presentes además del Dr. Schaaf, el doctor Burmester, los doctores Eduardo Rivera y Benjamín Lucio, y un servidor. Ahí el doctor Burmester nos dijo que él llevaba muchos años trabajando en su laboratorio sobre Leucosis Linfoide y que después de muchas pruebas con virus herpes en pavos, había logrado desarrollar una vacuna contra la enfermedad de Marek en pollas. A partir de entonces se pudo controlar de manera efectiva la enfermedad”

A todos estos relatos el MVZ Jorge Millán en comunicación personal (en Ciudad Obregón, Sonora, 9 de noviembre del 2013), acota:

“Creo que también es oportuno y justo, hacer énfasis sobre la participación de APYZAN en el logro del status sanitario que actualmente tiene el Estado de Sonora.

Aceptando el hecho de que la localización geográfica lejan
del centro de los grandes problemas sanitarios y al casi insufrible clima que se tiene durante gran parte del año, APYZAN, desde aquella época de los gladiadores que lograron someter y erradicar graves enfermedades, han contribuido en gran medida y conjuntamente con los empresarios del Noroeste y las autoridades oficiales, a mantenet la avicultura de esta región libre de enfermedad de Newcastle, Influenza Aviar y Salmonelosis Aviar, así como, al reconocimiento de Sonora por otros países como zona libre de Newcastle”.

El autor refiere que cuando entrevistó a sus colegas Jacobo Delgado y Juan Manuel Hurtado (Hermosillo, Sonora. 11 de julio, 2013), sobre cómo era la naciente avicultura industrial en Sonora en los años sesenta, ambos le respondieron con un dejo de añoranza que Sonora para esos tiempos ya era el principal estado productor de huevo de México. Coincidieron que los principales avicultores eran entre otros: el Profesor Alberto Gutiérrez, pionero y fundador de El Mezquital del Oro, don Roberto Reynoso de Granja El Pollito (empresa en la que trabajó Juan Manuel Hurtado), don Mario Aguirre propietario de Granja Mercedes, don Roberto Lleiteras de Granja Maya, y don Germán Tapia dueño de Rancho Grande.

“Mezquital del Oro, producía pollo de la línea Vantress, tenían gallina de postura de la genética H&N, reproductoras, y posteriormente produjeron pavo también. Los directivos de esta extraordinaria empresa líder nacional en aquellos tiempos dorados, fueron los señores José Gutiérrez, Alberto Santos Gutiérrez y Jorge Santos Gutiérrez, y por supuesto, el doctor Héctor Bravo, como director técnico y como cerebro en la proyección y el crecimiento de esta empresa. Aquí laboró también durante muchos años el doctor Gabriel Galván”, comentaron.

Agregaron que Mezquital del Oro tenía planta incubadora, fábrica de alimento, rastro y campos agrícolas. Llegando a ser la empresa pecuaria más grande de América Latina. Produciendo en los setentas también cerdos. “Mezquital del Oro, además de producir su propio alimento, lo fabricaba y vendía para todos los productores pequeños y medianos de la región. CONASUPO vendía el grano in situ, lo cual era una gran ventaja. Los nutriólogos eran el ingeniero Gustavo Córdoba, originario de Yucatán y la señora Diana Josefina Mendoza. El Dr. Rolando Chávez de Dawes, venía a asesorarlos desde Monterrey. Al paso de los años, los avicultores medianos ya fueron capaces de elaborar su propio alimento”.

Asimismo añadieron que las jaulas y los gallineros se fabricaban totalmente en Sonora. Eran líneas de jaulas de dos niveles. Y que ya después, llegaron las jaulas de don Ramón de Anda y del señor José de Anda, de Tepatitlán, Jalisco.

Sobre la forma de trasportar los envíos del huevo desde Sonora hasta la ciudad de México, recordaron que los camiones hacían unos tres días para llegar a la capital y de ahí todavía se tenía que distribuir dentro de la ciudad de México a través de los introductores mayoristas, quienes castigaban mucho el precio del huevo. “Las carreteras eran muy diferentes, no eran como las de hoy. Ahora el huevo puede llegar en 24 horas. En aquel entonces eran camiones Torton, que tenían un sistema de refrigeración que consistía en hielo y un motorcito que era el cooler. El aire era húmedo y un cierto número de cajas de cartón, llegaban reblandecidas. Esto hacía que las charolas de cartón y el huevo se deterioraran perdiendo calidad, con las consecuentes pérdidas”.

Artículo publicado en
Los Avicultores y su Entorno 100

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