Murió “Galileo”, el purasangre de alto potencial genético

Redacción BM Editores.

Murió “Galileo”, el purasangre de alto potencial genético galileo pura sangre 1Galileo, el mejor purasangre reproductor de caballos de carreras, murió dejando atrás un potencial genético que jamás se haya visto, informó El Periódico de Cataluña, Barcelona, España.

El equino semental, que cobraba 600 mil euros por coito, se convirtió en dos décadas en un portentoso animal, pues engendró a 2 mil 306 caballos corredores, los que ganaron 4 mil 163 carreras con las que sus propietarios recaudaron hasta 250 millones de euros en premios.

Aficionados de las carreras ecuestres, jinetes, jeques y reyes que se sirvieron de sus servicios, hoy lloran a Galileo, luego de que una lesión crónica, que afectó su pata delantera, acabara con él, a los 23 años de edad.

El dominio de Galileo en el mundo de las carreras fue abrumador, primero como corredor, con un comportamiento ejemplar en las pistas, con triunfos como el Derby de Epsom en 2001, y luego, ya retirado, como semental en sus cuadras de Coolmore, ese espacio santificado de la cría equina que se encuentra en Irlanda.

Desde 2010, Galileo no dejó de ser campeón de sementales y dar ganadores alrededor del planeta, ya que hasta en 45 países han corrido los descendientes de esta estrella de las pistas equinas y cuya influencia en los hipódromos quedó ya marcada con la excelencia de las cinco estrellas.

Un solo coito de este purasangre no representaba un costo exorbitante para quienes lo solicitaban, pues la decisión final para tener acceso al semen de este animal era de los dueños de Galileo, quienes calificaban de entrada a las hembras que tuvieran el suficiente linaje y calidad para gozar la sangre de este equino portentoso.

Luego, el afortunado dueño de la yegua debía sacar de su chequera entre 300 mil y 600 mil euros, claro, sin tener la seguridad de que la potra pudiera quedar embarazada.

Pero Galileo no acostumbraba fallar, pues de su monta casi siempre nació un auténtico campeón, como Frankel, hoy considerado el mejor purasangre de carreras de todos los tiempos, o Churchill, Roderic O’Connor y Antonhy Van Dyck o un potro llamado Iniesta, todos ellos algunos de sus legados.

Todos con nombres ilustres porque sus dueños, Michael Tabor y John Magnier, ex accionistas del equipo de fútbol del Manchester United, siempre quisieron que los hijos de Galileo honrasen la fama de su padre, un semental capaz de proporcionarles al año con sus coitos ganancias de hasta 40 millones de euros al año y un sinfín de triunfos de sus descendientes.

Galileo estaba valorado en estos momentos en 200 millones de euros, una cantidad muy por encima de muchas de las mejores estrellas del mundo del fútbol. De ahí, que su pérdida suponga un golpe muy fuerte para la industria y la afición hípica, pues no siempre se encuentran caballos capaces de trasmitir genéticamente una cualidad tan innata por correr y ganar en las pistas.

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