Charlando Sobre el Estrés y su Impacto en la Rentabilidad del Bovino de Engorda

MVZ. Rafael Trinidad Orozco Gómez
Asesor Técnico ATISA/SOOTEC
TEL: (33) 3646-7729
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Mucho se habla del estrés últimamente, incluso se le ha definido como la enfermedad del siglo, o del nuevo milenio.

Nos hemos especializado en tantas actividades, la comunicación y las herramientas nos han permitido multiplicar nuestros alcances; sin embargo, para el bovino en corral de engorda esta especialización de procesos no ha sido muy confortable y poco se ha definido en pesos y centavos cuánto nos impacta en la rentabilidad de nuestra actividad ganadera.

No es la intención de estas letras cuantificar las mermas en productividad ocasionadas por el estrés en el bovino de engorda; sin embargo, sí es particular objetivo el lograr una concientización de aquellos que participamos de esta actividad.

Es importante asumir que el primer afectado por el estrés es el propio ganadero o gerente de la empresa de corral de engorda; pues son tantas las actividades, tantos los asuntos pendientes, tantos los pequeños detalles a considerar, que se van agolpando como una madeja de complicaciones que satura nuestro entendimiento, nuestra tolerancia y que van llevándonos al desánimo o a la dispersión de las decisiones importantes de la actividad; comprometiendo incluso nuestra propia salud y marcando a la alza la incidencia de gastritis, diabetes, insomnio e infarto en hombres y mujeres en edad productiva. Todos hemos oído de amigos que hoy ya no están y los recordamos con sus múltiples ocupaciones, prisas, nerviosismo. A veces dejando a la viuda con propiedades, juventud y a la espera de un sustituto.

Es preciso recordar que “el capitán del barco” debe estar claro y consciente del rumbo en su empresa, de lo contrario herrará en los objetivos. Por ello, es que el tema del “estrés” es un tema de vital importancia, entendido esto desde el propio desempeño del personal y luego de la manera en que el “estrés” se trasmite y afecta al ganado, de cómo daña y lacera la productividad y rentabilidad en el corral de engorda.

En el bovino como en el hombre, el estrés es un proceso fisiológico normal y natural, es la capacidad de reaccionar y generar cambios internos que procuran contrarrestar los efectos negativos del entorno y por ello resulta necesario para preservar la vida. El estrés es común en la actividad pecuaria desde el momento mismo en que el hombre inició el proceso de domesticación del bovino; sin embargo, los procesos estresantes son altamente costosos para la actividad ganadera cuando rebasan la capacidad del organismo para adaptarse, sobreponerse y continuar con su equilibrio fisiológico. Por ello, es necesario tomar conciencia ya que el estrés afecta la ganancia de peso, disminuye la conversión alimenticia, genera pérdidas de peso, aumento de morbilidad y mortalidad, y todo ello impacta negativamente los costos de producción.

Para dimensionar los impactos del estrés es necesario identificar y clasificar lo que son “ineficiencias de manejo”,“faltas de bienestar” y “acciones estresantes” en el corral de engorda.

En ocasiones por desconocimiento o por falta de interés hemos cometido “errores” y algunas veces también hemos cometido “horrores” para la actividad, ya que contravienen al buen manejo, al buen desempeño y a la ética ganadera.

Todas esas faltas, ya sea por desconocimiento o por ineficiencia simplemente, afectan a la productividad ya que generan mayor gasto de energía en el animal, suprimen sus defensas naturales, disminuyen su capacidad productiva, causan daños físicos o fisiológicos generando un impacto económicamente negativo en la actividad. Por lo que es altamente importante conocer, diferenciar y clasificar esos factores estresantes, así, de esta manera y sólo entonces puede el ganadero iniciar el proceso de identificación, corrección, adecuación y disminución de estas faltas.

Por tal motivo, pretendiendo hacer un aporte, a continuación se enuncian algunos factores comunes en explotaciones, definiendo como:

1.- Ineficiencias de manejo”, todos aquellos pequeños detalles que pasamos por alto en el manejo del ganado, por falta de instalaciones, por costumbre, por tradición o simplemente por desconocimiento de la “etología de los bovinos”.

FALTA DE VOCACIÓN GANADERA. Es común ver gente laborando con una actitud “chambista”, es decir que carecen del gusto, conocimiento y entendimiento del ganado y se concentran en cumplir órdenes explícitas y carecen de sentido común e iniciativa. Para tal efecto, es importante que en las actividades ganaderas procuremos personal de esencia ganadera, de afición, tradición y conocimiento del manejo de los bovinos. Así mismo, consideremos que es responsabilidad de la empresa el capacitar y entrenar correctamente a todos los miembros del equipo pues ello resulta particularmente indispensable.

TRANSPORTE. Muy comúnmente se embarca ganado de diferentes tamaños sin hacer separaciones. Además, así como es malo llevar pocos animales en un camión grande porque se golpean, es también altamente estresante sobrellenar los remolques, camiones y tráileres puesto que la masa corporal de los animales se mueve por inercia al momento de cada arranque y cada frenada provocando que se aplasten unos a otros, o lo que es peor, causar el pisoteo cuando se caen animales.

INSTALACIONES DEFICIENTES. Corrales con daños, remiendos, mal diseño, etc. Mangas de manejo demasiado amplias o demasiado largas (se recomienda 75 cm ancho), se recomienda también que las mangas se construyan en curva (diseños de la Dra. Temple Grandin), que las mangas presenten paredes lisas, que no permitan la proyección de sombras puesto que generan desconfianza para el bovino. En la prensa siempre se deberá lograr la sujeción total del ganado, procurando no golpear con la prensa al bovino (se estima que un buen manejo puede impactar el 2% de peso vivo y un mal manejo puede impactar hasta un 5%, también se estima que bovino con secuelas de golpe pierde hasta el 6% de peso en una semana).

2.- “Falta de Bienestar”, es todo lo relacionado al entorno vital es decir, al ambiente donde decidimos poner al bovino y lo forzamos a vivir durante un tiempo según nuestro entendimiento, pero en algunas ocasiones olvidando o bien desconociendo sus requerimientos.

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Charlando Sobre el Estrés y su Impacto en la Rentabilidad del Bovino de Engorda estres bovino engorda 4CORRALES. Falta de espacio vital (mínino 10 m/animal), cercos con materiales que contienen salientes (picos, salientes, filos, astillas).

PISOS. Algunos muy duros, pisos muy húmedos, pisos empedrados (no recomendable), en todo momento será recomendable procurar áreas de tierra seca, no compactados y con una pendiente que permita desagüe sin provocar encharcamientos.

COMEDERO. Hay comederos muy altos para animales jóvenes o de talla pequeña, comederos muy profundos que tienden a hacer depósitos de alimento que finalmente fermenta, comederos que causan laceraciones por tener bordes agudos.

BEBEDEROS. Con frecuencia son muy profundos y pueden representar un peligro de ahogamientos, falta de flujo en el agua que genera lama, malos olores y contaminación con alimento o heces que afecta el consumo normal.

SOMBRAS. Aun cuando muchos no consideran importante este detalle; sin embargo, se sugiere al menos 2.5 m por animal, ya que el exceso de calor generado por el rumen, aunado a la radiación en el ambiente y la irradiación de los demás animales en el corral, tienen como consecuencia una necesidad de dispersión de calor que afecta el consumo de alimento y un mayor desgaste energético.

3.-“Acciones estresantes”, son aquellas acciones propias del trabajo cotidiano que realizamos en el corral de engorda y que tienen efecto “adverso” en cuanto al bien estar, al confort del animal, y que pueden causar un estrés que va desde los más mínimos cambios de conducta, cambios fisiológicos, detrimento de la productividad e incluso pueden llegar a causar daños, laceraciones y hasta la muerte.

Ejemplos comunes.

PERROS. En muchas empresas ganaderas es común ver perros y utilizarlos para realizar el arreo, embarque, desembarque, etc. “El perro es el mejor amigo del hombre, pero es enemigo del ganado y por ello enemigo del negocio”.

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ARREADOR ELÉCTRICO (CHICHARRA). Recordemos por inicio que “la chicharra está prohibida” pues realiza descargas eléctricas que afectan enormemente al sistema nervioso central de los animales, es un acto de crueldad su uso y sin embargo, no hay vaquero que no sepa usar una de éstas.

GOLPES. Es común ver gente utilizando palos, picos, púas, piedras para golpear, herir y hasta morder al ganado, acto que realizan algunos operarios en un arrojo de machismo y hombría mal entendida (si es el caso de alguno de sus operarios !tenga cuidado! Pues el “sadismo” es un acuse de afectación mental).

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ALCOHOL. Para la mayoría de nosotros es agradable degustar un buen trago. Sin embargo, la empresa ganadera y todas sus instalaciones deben considerarse “área laboral”, por lo que es sano abstenerse de las bebidas embriagantes, toda vez que el manejar ganado es una actividad que requiere el 100% del desempeño mental, emocional y físico del personal para evitar riesgos para el animal y para los operarios.

Charlando Sobre el Estrés y su Impacto en la Rentabilidad del Bovino de Engorda estres bovino engorda 7FIESTAS Y VISITAS. No es de ninguna manera conveniente tener visitas innecesarias en las instalaciones de manejo del ganado, evítese el usar equipos de sonido con altos volúmenes, gritos, carcajadas, juegos y desorden en general pueden alterar las capacidades sensoriales del ganado. Recordando además que las instalaciones ganaderas son área laboral y deberá respetarse como tal. En ocasiones la sola presencia de personas extrañas pueden afectar el confort y por ello el consumo de agua y alimento en los animales, o incluso generar estampidas que resultan en daños físicos.

En fin, es enorme la diversidad de faltas en que podemos incurrir y por tal motivo difícil de contenerlas todas en estas líneas, por lo que considero de manera particularmente importante invitar a usted a tomar conciencia finalmente, de que el bovino es un animal de presa, que siente miedo, dolor, angustia y que en resumen diremos, “es altamente susceptible al estrés”.

Entendamos que ha sido el hombre quien ha llevado al bovino al confinamiento en corral, causando con ello una mayor presión a sus capacidades de adaptación, por lo que invito finalme
te a considerar en todo momento procurar para el bovino el mayor confort, el menor estrés y de esta manera ofrecer de parte nuestra un respeto a su condición de criatura inferior pero de alto beneficio para el humano, toda vez que el bovino nutre a nuestras familias facilitándonos proteína de origen animal.

Considero particularmente que el mejor de todos los esfuerzos que podemos realizar para disminuir el estrés y potencializar la productividad del bovino, está en realizar la capacitación a los operarios, puesto que si todos entendemos que el animal estresado produce menos, se enferma más y consume más alimento, entonces también todos los involucrados en el proceso de engorda de bovinos, entenderemos que la reducción del estrés es humanamente ético y altamente rentable.

La atención del estrés como proceso patológico es de vital importancia, no sólo para quien quiere gastar menos, sino para quien pretende producir más y mejor.

Artículo publicado en Entorno Ganadero Diciembre-Enero 2012

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