Tiempo de lluvia, tiempo de parásitos

¡Cuidado con la lluvia! ¡Se viene la lluvia! y con ella los parásitos

MVZ Alicia Jiménez
Collins División Veterinaria

Las parasitosis son un problema importante para la industria ganadera mexicana ya que afecta a la rentabilidad de las granjas y la productividad del ganado, tanto lechero como el doble propósito y el productor de carne, de modo que representa un gran reto tanto para los Médicos Veterinarios como para los productores y la industria farmacéutica veterinaria.

De acuerdocon un estudio realizado en 2014 (Rodríguez-Vivas, 2014) se estimó que la ganadería en México pierde 1.41 mil millones de dólares americanos anualmente debido a factores como el número total de animales en situación de riesgo, efectos dañinos del parasitismo sobre la producción de leche y ganancia de peso, y los decomisos de productos tratados. Dichas pérdidas se concentran en 6 categorías: nematodos gastrointestinales, coccidias principalmente el género Eimeria spp; trematodos del hígado especialmente Fasciola hepatica, infestaciones por garrapatas de la especie Riphicephalus (Boophilus) microplus e infestaciones por moscas de las especies Haematobia irritans y Stomoxys calcitrans, la mosca cornuda y la mosca de establo, respectivamente (Ver cuadro 1.)

Tiempo de lluvia, tiempo de parásitos lluvia parasitos cuadro 1

PREDISPONENTES

El desarrollo de las parasitosis es dependiente de diversos factores correlacionados entre los que podemos destacar: el clima, zona geográfica, la variación estacional, densidad de población animal, manejo de los hatos, presencia de vectores, huéspedes intermediarios y reservorios, estado inmune de los animales, edad, tipo de explotación y la resistencia a los antiparasitarios.

En este caso hablaremos de dos enfermedades que son importantes para la ganadería del país y cuya incidencia aumenta durante la temporada de lluvias donde las condiciones de temperatura y humedad favorecen el desarrollo

COCCIDIOSIS

Tiempo de lluvia, tiempo de parásitos lluvia parasitos 1La coccidiosis es ocasionada por protozoarios, en bovinos principalmente por especies del género Eimeria, siendo E. zuernii y E. bovis las más patógenas, sin embargo se sabe que se generan infecciones mixtas entre éstas y especies con menor patogenicidad.

La infección se presenta mayormente en temporada de lluvia y en zonas donde la media anual de precipitación pluvial es mayor a 1,000 mm (QUIROZ, 2011), con clima húmedo y temperaturas que oscilan entre los 18 y 28°C, si bien pueden sobrevivir a temperaturas más elevadas, a partir de los 40°C los oocistos se inactivan y mueren. Entre las condiciones que predisponen a la enfermedad podemos destacar la hacinación de los hatos, malas prácticas de higiene y cuadros de estrés ocasionados por: alta temperatura y humedad, destete, cambio de alimento, transporte, deficiencias nutricionales y enfermedades preexistentes, siendo la explotación intensiva la más afectada por esta parasitosis. Existen otras predisposiciones de importancia relacionadas con el huésped, los animales jóvenes de tres meses a un año de edad son los más susceptibles a la enfermedad sin embargo también se dan los casos clínicos en adultos, es en los primeros en los que la mortalidad es común ya que estos individuos no han desarrollado completamente su eficiencia inmunológica.

Las coccidias se transmiten por consumo de agua o alimento contaminados con heces fecales infectadas con oocistos esporulados, estos son consumidos de forma masiva por los bovinos, al llegar al sistema gastrointestinal parasitan el epitelio endotelial de las vellosidades del intestino delgado y el epitelio endotelial las criptas del intestino delgado y ciego degenerándolos, dentro de estas células es donde ocurre su ciclo biológico para ser expulsados como oocistos no esporulados de nueva generación por medio de las heces fecales y esporular en el medio ambiente.

Aunque la infección es autolimitante la exposición constante genera reinfecciones sin el desarrollo de inmunidad adquirida en muchos casos y puede actuar en asociación con infestaciones por otra clase de parásitos y bacterias.

La coccidiosis es una infección agresiva, los primeros signos clínicos son diarrea, anorexia y deshidratación, en casos severos la muerte; E. zurnii y E. bovis generan cuadros de diarrea mucosa con sangre, desbalance de electrolitos, prolapso, mala absorción de elementos fundamentales como hierro y cobre, liposis, acidosis y alteraciones de la hemodinamia, además se considera que existe correlación entre la infección por coccidia y la manifestación de desórdenes reproductivos.

Económicamente es una enfermedad de gran impacto debido a que es difícil de controlar y genera bajo consumo de alimento y
disminución en la eficiencia de la conversión alimenticia lo que se traduce en bajo peso de los animales y reducción en la producción láctea, además de ocasionar altos costos por medicación tanto para su prevención como su tratamiento.

Las mejores estrategias para su prevención giran en torno al mejoramiento de las prácticas pecuarias, procurando evitar el hacinamiento de los animales, la integración de portadores asintomáticos a los hatos, mejorar las medidas de higiene de los pisos y el control de la vegetación evitando la acumulación excesiva de heces fecales para de ese modo reducir la carga parasitaria, evitar la contaminación de áreas y equipos, y finalmente el diagnóstico a partir de estudios coprológicos que determinen la especie de coccidia para administrar un tratamiento adecuado y eficaz evitando el desarrollo de resistencia.

FASCIOLASIS

Tiempo de lluvia, tiempo de parásitos lluvia parasitos 2La fasciolasis es ocasionada por trematodos hermafroditas del genero Fasciola, en nuestro país principalmente Fasciola hepatica. La enfermedad es una de las más importantes en la producción bovina, tiene distribución mundial y se presenta mayormente en la producción intensiva, en los hatos genera descenso de la producción láctea y cárnica y ocasiona grandes pérdidas por decomisos de vísceras en rastro; debemos considerar también que se trata de una enfermedad zoonótica por lo que su control es fundamental para la salud pública.

La infestación depende directamente de la supervivencia del huésped intermediario, en México se transmite por caracoles del género Lymea, un molusco de la clase gastrópoda cuyo hábitat son aguas de corriente lenta, charcos, zanjas, estanques y canales de suelo arcilloso con acceso a la luz solar donde se desarrollan micro algas de las que se alimentan. Aunque el agua es indispensable para la transmisión de Fasciola hepatica ya que los huevos requieren humedad para eclosionar, los caracoles pueden sobrevivir en estivación hasta por 12 meses, cuando no se encuentran las condiciones de humedad y temperatura adecuadas, sin embargo y aunque es de esperarse que la mayor incidencia ocurre en climas tropicales y época de lluvia, en áreas áridas con riego artificial pueden sobrevivir a sequías y altas temperaturas.

La transmisión se da por ingestión de agua, vegetación o forraje infestados con metacercarias, el estadio infectante de Fasciola, una vez dentro del huésped definitivo gracias al pH gástrico la metacercaria se libera de su envoltura para alcanzar otra fase del ciclo biológico donde se transforma en un estadio juvenil y migra a cavidad abdominal y posteriormente al parénquima hepático donde permanece aproximadamente seis semanas para nuevamente migrar a los conductos biliares donde desarrolla su fase adulta, conocida por su forma foliar, de modo que se inicia la ovoposición, los huevos son liberados al exterior por medio de las heces donde la humedad permite el desarrollo de la frase larvaria miriacidio que al liberarse del huevo infecta por ingestión al caracol donde desarrolla la fase larvaria metacercaria y se continua el ciclo.

Tiempo de lluvia, tiempo de parásitos lluvia parasitos 3La fasciolasis puede presentar dos cursos clínicos siendo el crónico el más importante para la ganadería. El curso agudo consiste en insuficiencia hepática aguda y alteraciones hemodinámicas que pueden llevar a la muerte del animal, sin embargo es poco común mientras el curso crónico puede pasar desapercibido para solo ser confirmado post mortem, es en éste donde se genera la reducción de los parámetros productivos, asociados a anemia, hipoproteinemia y trastornos metabólicos ocasionados por la obstrucción e inflamación de los conductos biliares y la pérdida de función del parénquima; aunado a esto, en la inspección post mortem en rastro, los hígados con presencia de fases adultas del parásito o lesiones anatomopatológicas derivadas de la infestación por Fasciola son decomisados ya que se consideran no aptos para consumo humanos.

Los puntos claves para el control de la enfermedad son las estrategias para evitar la proliferación del intermediario y la aplicación de tratamientos efectivos, entre éstas podemos mencionar la rotación de pastos en el periodo posterior al tratamiento de la enfermedad con trematocidas, evitar la introducción de animales no tratados o no diagnosticados a hatos limpios, limitar el acceso de los animales a las áreas donde se encuentre el intermediario para evitar que los animales ingieran metacercarias adheridas a la vegetación, instalación de bebederos con la finalidad de que los bovinos no beban agua directamente de encharcamientos, mantener las áreas de pastoreo limpias de heces fecales y por tanto evitar la eclosión de los huevos y por último y muy importante, el uso racional de los tratamientos con trematocidas, aplicando solo uno o dos tratamientos anuales para evitar el desarrollo de la resistencia de Fasciola, idealmente apoyado en la aplicación de métodos diagnósticos para la identificación de los huevecillos en heces o mediante pruebas de inmunodiagnóstico.

Es nuestra responsabilidad como Médicos Veterinarios monitorear las enfermedades que merman la ganadería y ser partícipes en la búsqueda de soluciones y estrategias que beneficien a los productores, implementar tratamientos basados en el uso racional de los medicamentos y siempre haciendo uso de herramientas de diagnóstico, en nuestras manos está el desarrollo de soluciones integrales a los problemas que tanto aquejan a la ganadería.

1. Rodríguez-Vivas RI., Laerte G., Pérez de León AA., Silva H., Torres-Acosta JFJ., Fragoso H., Romero D., Rosario R., Saldierna F. & García D., Evaluación del impacto económico potencial de los parásitos del ganado bovino en México. Revisión, Revista Mexicana de Ciencias Pecuarias, Vol.8, 2011. http://dx.doi.org/10.22319/rmcp.v8i1.4305
2. Quiroz H, Figueroa JA., Ibarra F. & López ME. Epidemiología de enfermedades parasitarias en animales domésticos, 1era edición, 2011, México DF, p: 58:176.

Artículo publicado en Entorno Ganadero Junio -Julio 2020

Fernando Puga
Fernando Pugahttps://bmeditores.mx/
Editor en BM Editores, empresa editorial líder en información especializada para la Porcicultura, Avicultura y Ganadería.
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