Medio ambiente en la crianza de los terneros

M.V., M. SC. Ricardo Viejo.
Asesor técnico Vetifarma.
www.vetifarma.com.ar

PASAR EL INVIERNO

La temperatura crítica del medio ambiente aumenta la pérdida de calor y puede ser superior al metabolismo de algunos animales que pueden morir de frío.

El medio ambiente en nuestro sistema extensivo de producción, juega un rol protagónico en el éxito o fracaso de la crianza de los terneros.

Las condiciones climáticas desfavorables aumentan los índices de morbilidad durante los primeros días de vida. La mortandad al parto medida en términos promedio alcanza en nuestros rodeos lecheros un 10%. Prácticamente la mitad de las muertes de los terneros se producen en los dos primeros días de vida y una parte importante se debe directa o indirectamente a dificultades del parto (fetos grandes y estrechez de pelvis, presentación posterior, etc.).

El ambiente tiene un papel importante en los terneros durante los primeros 60 días de vida. Se espera que exista un 50% más de muertes en invierno que en primavera, coincidiendo con las situaciones más críticas, aquellas en las que el frío se acompaña de lluvia y viento.

En las crianzas, aproximadamente el 50% de las muertes se producen entre el nacimiento y las 48 h de vida. El 50% restante ocurre entre la crianza y la recría, siendo los primeros 25 días de vida en la guachea los que llevan la mayor parte de las muertes. Por eso es común escuchar que los animales que pasaron el mes de vida tienen menos probabilidades de enfermarse o morir. Sin duda que uno de los grandes cambios que sufre el ternero es el parto, donde pasa de una temperatura de 38°C, luego de nacer, a tener que soportar en época invernal valores inferiores a 0°C. La pérdida de calor que sufre el ternero en el momento del parto es absolutamente critica. Su situación se agrava por los líquidos fetales en los que se encontraba confortable en el útero de la vaca, pero que después del parto le mantienen mojado su pelaje y le provocan una gran pérdida de calor.

Medio ambiente en la crianza de los terneros Medio ambiente crianza terneros 1La buena salud de los terneros recién nacidos puede evaluarse con criterios clínicos simples como:

  • Respiración regular inmediata.
  • Reflejo de succión.
  • Esfuerzos para incorporarse.
  • Búsqueda de la ubre.

Estos elementos concluyen en un estado fisiológico satisfactorio, que permite la incorporación rápida y el mantenimiento de temperatura corporal que se conoce como termorregulación.

La temperatura crítica es la temperatura ambiente debajo y por encima de la cual un ternero debe regular la producción de calor para mantener la temperatura central.

El aumento de ella resulta de una aceleración en el metabolismo por la gran disponibilidad de oxígeno. El rango de temperatura óptima en termorregulación es entre los 10° y 22°C.

El viento y la lluvia aumentan mucho las pérdidas de calor por convección de calor.

Para compensar el incremento de las pérdidas el animal aumenta su producción de calor a lo que se denomina termogénesis, que es el aumento de producción de calor en los animales recién nacidos y se debe a diferentes fenómenos:

1) ESCALOFRIOS: los escalofríos son contracciones reflejas de los músculos cutáneos, y los temblores son contracciones de músculos esqueléticos; ambos se manifiestan por la diferencia de temperatura que el recién nacido encuentra en el medio ambiente con respecto al útero.

Si la temperatura ambiente es baja el escalofrío es seguido de temblores que desaparecen cuando el pelaje se seca.
El escalofrío y el temblor son seguidos inmediatamente de un aumento de producción de calor y mínima producción de trabajo.

2) ACTIVIDAD FISICA: cuando el ternero recién nacido lucha por levantarse, su producción de calor se eleva entre un 30 a 100%. Cuando se levanta por primera vez e intenta permanecer parado por lo menos 5 minutos, la producción se duplica.
La reserva energética correspondiente a la actividad física contribuye al aumento de la termogénesis, “generación de calor”.

3) CONSUMO DE CALOSTRO: al ser el calostro un alimento con 1,60 a 1,75 Kcal/g es utilizado por el recién nacido como fuente de energía para cubrir sus necesidades y como es digerido rápidamente, (ya que las Ig aparecen en sangre en menos de una hora después de la mamada), es de rápida utilización metabólica.

El calostro suministra al organismo las cantidades de glucosa, aminoácidos y ácidos grasos que le permiten resistir al frío.

La producción de calor de un ternero expuesto al frío está en el orden de 100 a 150 Kcal/h. Con el aporte de 2 litros de calostro se cubren las necesidades de un día en materia de energía. Esto demuestra otro punto de interés para suministrar calostro en forma rápida, tanto para la termogénesis como para adquirir inmunidad pasiva.

4) GRASA MARRON: son acúmulos de grasa que disponen los terneros y sirven como reservorio de energía para ser utilizado por el organismo en ambientes excesivamente fríos. Representa el 2% del peso corporal y se hallan distribuidos fundamentalmente en la región del abdomen y perirenal.

Esta grasa marrón que caracteriza a aquellas especies de animales que tienen posibilidad de hibernar, tiene la particularidad de “ser quemada” con rapidez para su aprovechamiento como forma de energía con producción de calor.

5) MECANISMO DE TERMOREGULACION: Al nacer, el frío estimula los receptores térmicos que están situado a distintos niveles del organismo: piel, mucosas de las vías respiratorias, región preóptica del hipotálamo, médula espinal y en último lugar los músculos y las vísceras abdominales.

Las señales suministradas por estos receptores son integradas por la región posterior del hipotálamo, que elabora respuestas graduales y proporcionales al desequilibrio del “termostato”.

Estas respuestas son dirigidas en principio al SNC y luego a la hipófisis.

Es sabido que luego de una tormenta invernal es frecuente encontrar terneros muertos que casi siempre se corresponden con terneros de pocos días de entrada a la crianza o que el temporal los encuentra aliviándose de una enfermedad, como diarreas o neumonías. Es como que el propio guachero ya sabe de antemano cuáles son los terneros que van a tener problemas, sobre todo si las inclemencias climáticas se mantienen durante un periodo más prolongado.

PASAR EL INVIERNO:

La utilización de estacas es la práctica más difundida para criar terneros durante la etapa de lactante (primeros 60 días).
Sin embargo, uno de los problemas más serios que presenta la crianza en estaca es que los terneros no tienen posibilidad de protegerse de ninguna forma cuando aparecen temporales.

Alternativas:

Jaulas: son una excelente alternativa ya que protegen a los terneros del viento y la lluvia, aunque el costo de ellas es más elevado. Una opción sería comprar menos jaulas y entonces ubicar a los terneros más chiquitos, débiles y/o enfermos que son los que sabemos pueden claudicar.

Las jaulas pueden ser de plástico (más costosas), de metal (“jaula enfermería”, con techo y 2 o 3 paredes cubiertas), de fabricación casera.

Capas protectoras: una alternativa más económica que las jaulas, es proteger a los terneros en estacas colocando un abrigo, los que en términos generales denominados “capas protectoras”.

Los requisitos que estas capas deben cumplir para que sean de verdadera utilidad son:

Ser absolutamente impermeables: de otra manera si el agua pasa la trama de la tela, no se cumple con el objetivo de mantener seco al ternero.

Debe cubrir el 80% de la superficie corporal del ternero.

Debe ser confortable permitiendo el movimiento al animal.

Debe ser resistente de forma que asegure una vida útil de cría de 12 terneros (2 años).

Cubrir el 80% de la superficie corporal permite al ternero controlar la pérdida de calor que obligadamente tiene que hacer frente cuando se enfrenta a frío, viento y lluvia.

Así mismo, es importante la utilización de reparos en los meses de invierno, para atenuar las condiciones ambientales críticas y disminuir el riesgo de enfermedades y muertes.

Ubicar los reparos de manera que los terneros estén protegidos de los vientos en especial aquellos vientos provenientes del sur, sudeste.

Cualquier reparo, tanto natural como artificial; es mejor que el ternero a la intemperie. Rollos y fardos son comúnmente utilizado como reparos, si están ubicados correctamente cubriendo la totalidad del ternero (él se acurruca contra el fardo o rollo protegiéndose de los vientos en su totalidad y de las lluvias parcialmente) y son considerados un reparo moderadamente eficaz.

Es también importante, para el bienestar de los terneros, que estén ubicados sobre piso seco y limpio Por ello se aconseja el cambio de lugar o rotación de las estacas o jaulas, de acuerdo a las condiciones del tiempo. Dicha rotación, a manera orientativa, puede realizarse semanalmente, cuando los días son seco y soleados, y más frecuentemente (por ejemplo, cada 2 o 3 días) cuando el tiempo es lluvioso.

Artículo publicado en Entorno Ganadero Agosto- Septiembre 2021

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