Recomendaciones para evitar el estrés por calor en el ganado lechero

Redacción BM Editores.

El estrés por calor se crea cuando el ganado no puede expulsarlo para mantener su temperatura corporal para una producción y salud óptimas; el índice de temperatura-humedad (THI) es un número que los combina para correlacionarse con la cantidad de estrés por calor que experimenta un animal.

De acuerdo con un análisis que hizo el presidente de la Unión Ganadera Regional de Jalisco, Adalberto Velasco Antillón y basado en estudios de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos y de otros estudios sobre este tema, expresó que una investigación de la Universidad de Arizona, de ese mismo país, sugiere que las vacas experimentan una pérdida de leche a partir de un THI de 68ºF.

Las vacas se sienten más cómodas a 50ºF y comienzan a sentir estrés por calor a 68ºF; tradicionalmente, el umbral ha sido 72ºF, pero ese estándar se estableció hace décadas y las vacas lecheras de hoy son más productivas y, por lo tanto, más sensibles al calor.

Las temperaturas superiores a 80ºF crean riesgos moderados de estrés, sin embargo, a temperaturas superiores a 90ºF, el animal está en alto riesgo; cuanto más grande es la vaca, más difícil le resulta irradiar calor corporal acumulado; cuanta más leche está produciendo y más está comiendo será muy susceptible al estrés por calor.

Debido a que el verano también es la temporada alta para las moscas y las plagas, las vacas tienden a agruparse para combatir los insectos que pican y pican; a medida que se reúnen, el calor se transfiere de un animal a otro, y el calor corporal adicional de la manada también contribuye al estrés por calor.

El ganado de color más oscuro, más pesado y con un sistema inmunológico deficiente tiende a sufrir estrés por calor primero; con una temperatura de 80ºF, una vaca lechera de 680 kg que produce 80 libras de leche por día beberá un promedio de 125 litros de agua por día, casi un tercio más que en un día fresco.

Dado que las vacas no pueden sudar y aliviar el calor de su cuerpo, la respiración dificultosa y la boca abierta y el jadeo son la forma en que el animal introduce aire más fresco en su cuerpo.

La investigación y la experiencia práctica muestran que la expresión del estro, la calidad del folículo, las tasas de embarazo y concepción, así como la calidad del embrión, disminuyen drásticamente en los meses de verano, mientras que aumentan las pérdidas de embriones.

La producción de leche puede caer en picado cuando aumenta el calor y la humedad; dependiendo del nivel de estrés por calor del ganado, la producción de leche puede disminuir en un 10-35%; esto puede equivaler a una pérdida de hasta $4.55/vaca/día.

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