Redacción BM Editores.
Alemania podría dar un paso importante en la sensibilización en los procesos de producción avícola, luego de que se presentara recientemente al parlamento teutón un proyecto de ley que busca que se prohíba a finales del próximo año la práctica del descarte o triturado de pollitos machos en las incubadoras de líneas avícolas ligeras.
La ministra Federal de Alimentación y Agricultura de Alemania, Julia Klöckner presentó el proyecto, ya que considera que su iniciativa es jurídicamente segura, y la cual podría extenderse a toda Europa.
La información fue revelada por el Diario Veterinario y toma en cuenta como precedente de que en junio de 2019 el Tribunal Administrativo Federal había descartado la viabilidad de un proyecto previo presentado sobre el mismo tema por parte de partidos y organizaciones animalistas alemanes.
La ministra se mostró convencida de que el proyecto en cuestión es legalmente sólido y parte de la base de que a finales del año 2021 se dispondrá de la tecnología necesaria -en la producción en serie- que permita distinguir el sexo de los pollitos antes de que nazcan.
Klöckner justificó su propuesta legal con el hecho de que las alternativas al descarte de pollitos machos recién nacidos disponibles en la actualidad “no han sido suficientemente utilizadas por la industria avícola alemana, por lo que no cabe esperar que el sector acabe con esa práctica de forma voluntaria”.
Los avicultores no son los únicos responsables, sino también los encargados de la comercialización y distribución. Klöckner destacó que “solo reorganizando adecuadamente su gama de productos, el comercio podría mandar una clara señal en contra de la muerte de los pollitos”.
La ministra reconoció que “los avicultores deberían esforzarse por compatibilizar la rentabilidad de su actividad con la protección de los animales. Si no, las incubadoras desplazarán sus producciones al extranjero y mi política acabaría siendo una política de escaparate”.
Anunció también que, aunque desea avanzar en este tema a nivel europeo, hay que reconocer que “pretender que los 27 estados miembros se pongan de acuerdo en una acción conjunta a lo largo de la presidencia alemana, sería una postura muy ingenua”.
Añadió que los que exigen que haya primero una solución a nivel europeo, en realidad lo que pretenden es dar largas a la protección y el bienestar animal.
La alta funcionaria afirmó que todos los métodos tecnológicos disponibles posibilitan la detección del sexo entre el noveno y el decimocuarto día de incubación.
Concluyó argumentando: “Estamos convencidos de que se trata de una tecnología transitoria que se debe seguir desarrollando, por eso el proyecto de ley prevé un segundo paso, a partir de finales de 2023, para prohibir el sacrificio de embriones dentro del huevo después del sexto día de incubación”.
