Alberto Casarín
Gonzalo Villar
Departamento Técnico y Científico | Grupo Nutec®
INTRODUCCIÓN
El bienestar animal está estrechamente relacionado con el estado emocional de los animales, su conducta (etología) y el óptimo funcionamiento del organismo (Manteca et al., 2012). De acuerdo con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), el bienestar animal se puede definir como “el estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere” De manera práctica, podemos afirmar que un animal NO se encuentra con bienestar si tiene:
1. HAMBRE Y SED
2. INCOMODIDAD
3. DOLOR, LESIÓN Y ENFERMEDAD
4. POSIBILIDAD DE EXPRESAR UN COMPORTAMIENTO NATURAL
5. MIEDO Y ANGUSTIA
Con base en lo anterior, podríamos pensar que una gallina goza de un bienestar si se encuentra en un estado físico y mental saludable, es capaz de expresar conductas naturales, está adecuadamente alimentada y nutrida, y sin presencia de estrés o miedo. Sin embargo, esto no siempre resulta tan sencillo de equilibrar. Los distintos puntos de vista entre la comunidad científica, los consumidores, los productores y la industria sobre qué es bienestar animal pueden variar radicalmente dependiendo del interés de cada uno.
En la última década, el creciente interés de los consumidores en saber cómo se produce su alimento ha ocasionado severas críticas al sector pecuario y, en consecuencia, la necesidad de repensar nuestra relación con los animales. Hemos visto cómo cada vez más países adoptan modelos de producción donde los antibióticos dejaron de ser usados como promotores de crecimiento, además, está creciendo la tendencia a desarrollar sistemas de producción de huevo libre de jaula, pollos y gallinas criados en pastoreo o productos “orgánicos”, sólo por mencionar algunos. En este proceso de cambios, es indispensable que el sector pecuario desarrolle nuevas tecnologías que le ayuden a ser más amigable con el ambiente y promuevan de una manera efectiva el bienestar de los animales.
La nutrición de precisión es una herramienta poderosa que impacta de manera positiva al medio ambiente, ya que al aumentar la biodisponibilidad de los nutrientes y formular dietas que cubran los requerimientos nutricionales de los animales en sus distintas etapas de desarrollo, se maximiza la eficiencia alimenticia y se reduce el desperdicio de nutrientes que pudieran contaminar el medio ambiente. No obstante, el efecto de la nutrición se limita drásticamente si la integridad del intestino no es la adecuada, debido a que es allí en donde se lleva a cabo la mayoría de los procesos de digestión y absorción de los nutrientes. Con base en lo anterior, la salud intestinal se convierte en un tema estratégico, en donde se busca disminuir los procesos inflamatorios, modular la respuesta inmune y generar un ambiente favorable para la microbiota intestinal, lo cual asegura una óptima absorción de los nutrientes. Actualmente, se invierten recursos y tiempo en desarrollar estrategias nutricionales para promover una mejor salud intestinal y que a su vez impacte de manera positiva en el bienestar animal. Este artículo discutirá algunas estrategias nutricionales que han resultado ser efectivas para mejorar la integridad intestinal de las aves.
SALUD INTESTINAL COMO HERRAMIENTA PARA MEJORAR EL BIENESTAR ANIMAL
El término salud intestinal tomó más relevancia como tema de investigación a partir del año 2006, cuando la Unión Europea decidió eliminar el uso de antibióticos como promotores de crecimiento ante la creciente evidencia de bacterias que desarrollaban resistencia a los mismos tanto en animales como en seres humanos (Cogliani et al., 2011). Esta restricción en el uso de antibióticos trajo consigo un proceso de cambio que afectó a toda la industria pecuaria. Como su nombre lo indica, el término salud intestinal hace referencia al estado de salud en el que se encuentra el intestino para que éste pueda desempeñar sus funciones fisiológicas sin problemas, aunque para que esto pueda suceder es necesario que se alineen el sistema inmune, la nutrición y la microbiota. El sistema inmune se compone de inmunidad innata y adquirida.
Los componentes de la inmunidad innata incluyen las barreras o capas de moco, células dendríticas, macrófagos, heterófilos y células “natural killer” (asesinas naturales) que residen en la lámina propia o entre el epitelio del intestino (Gomez et al., 2017a). Estos componentes brindan la primera defensa ante posibles agentes patógenos. Sin embargo, la inmunidad innata puede no ser eficaz frente al desafío que la está amenazando y debe recurrir a mecanismos más específicos y elaborados los cuales son activados por la inmunidad adquirida a través de presentación del antígeno y activación de linfocitos T y B (Gomez et al., 2017b; Broom y Kogut., 2018) para brindar una protección más específica. El sistema inmune del intestino evita el contacto directo entre el epitelio intestinal y los microrganismos, los muestrea constantemente para mantenerse entrenado, de tal manera que, cuando sea atacado, pueda eliminar los patógenos que logran penetrar el epitelio intestinal y que de no ser así, comprometerían la vida del animal (Kogut et al., 2017).
La microbiota se compone de todos los microorganismos que habitan en el tracto gastrointestinal: ésta es muy diversa y se le ha considerado como un “órgano” adjunto al sistema digestivo, ya que participa en la digestión y absorción de los nutrientes. Además, ayuda a mantener la integridad de la barrera epitelial e influye en el desarrollo y función del sistema inmune (Broom y Kogut., 2018). La microbiota es muy dinámica y su composición es altamente influenciada por la dieta, presencia de antibióticos y agentes patógenos (Kogut, M. H., y Arsenault, 2016). La composición de la microbiota es diferente en cada porción del tracto-intestinal dependiendo del pH, disponibilidad de oxígeno, nutrientes y presencia de componentes antimicrobianos, siendo en los ciegos donde encontramos una mayor cantidad y diversidad de microorganismos (Broom y Kogut., 2018).
La nutrición es una de las herramientas más efectivas para promover la salud intestinal de las aves, ya que un animal que tiene un intestino funcionando correctamente es capaz de mantener homeostasis entre sus componentes y por lo tanto tendrá un mejor estado de bienestar, que permite al animal expresar todo su potencial productivo lo que se resume en mayor rentabilidad de su negocio
ALGUNAS ESTRATEGIAS NUTRICIONALES QUE FAVORECEN LA SALUD INTESTINAL EN AVES DE ENGORDA Y POSTURA
Algunos ingredientes contienen factores anti-nutricionales (FAN) que pueden impactar de manera negativa la salud intestinal de las aves. El uso de ciertos aditivos (enzimas exógenas, prebióticos, probióticos y fitobióticos entre otros), permiten disminuir, al menos en parte, los efectos perjudiciales que éstos puedan generar, y por ende, mejorar la biodisponibilidad de nutrientes. De igual manera, también pueden mejorar el ambiente intestinal y favorecer el crecimiento de microrganismos benéficos para el intestino.
El principal objetivo de las enzimas exógenas es mejorar la digestibilidad de los nutrientes del alimento (Bedford, 2000). Dado que una dieta puede componerse hasta en un 90% de ingredientes de origen vegetal, la fracción de polisacáridos no amiláceos (PNA) puede ser elevada y por lo tanto, las enzimas específicas de atacar fracciones insolubles de los carbohidratos (conocidas como carbohidrasas o PNAasas) juegan un papel fundamental en aquellas dietas que incorporan trigo, cebada, avena, maíz, sorgo y otros cereales. Estas enzimas hidrolizan polisacáridos en oligosacáridos más pequeños o azúcares simples que puedan ser digeridos naturalmente por el animal (Bedford y Schulze, 1998). La presencia de PNA incrementan la viscosidad del intestino, el tránsito intestinal y disminuyen la tasa de pasaje lo que ocasiona una reducción en la digestibilidad de nutrientes y un desequilibrio en las poblaciones de microorganismos intestinales (disbiosis) (Tabla 1).
El uso de probióticos y prebióticos como aditivos en el alimento se ha incrementado debido a sus propiedades para incidir sobre la salud intestinal. Los probióticos son bacterias y levaduras con actividades benéficas para la función intestinal (Griggs y Jacob, 2005). Por otra parte, los prebióticos son fracciones indigestibles de carbohidratos que, al ser consumidos, funcionan como sustratos para los probióticos actuando de manera selectiva en el intestino, estimulando el crecimiento de bacterias benéficas (Gibson y Roberfroid, 1995; Griggs y Jacob, 2005). Entre los mecanismos de acción de los probióticos se describen sus propiedades para competir por sustratos, producir compuestos (biocinas) que inhiben el crecimiento de agentes patógenos y competir por sitios de adhesión (Ghadban, 2002; Patterson y Burkholder, 2003). Los prebióticos, se han descrito como inmunomoduladores, pues proveen protección contra agentes patógenos estimulando el sistema inmune del hospedero (Ganguly, 2013). Si bien el uso de probióticos y prebióticos se recomienda en etapas tempranas de crecimiento, su uso se ha extendido a lo largo de los ciclos productivos de los animales debido a que, constantemente se enfrentan a situaciones de estrés que pueden causar un desbalance de la microbiota intestinal; como por ejemplo, cambios en el perfil de nutrientes o de materias primas, aplicación de vacunas, estrés térmico o enfermedades.
Ante las restricciones en el uso de antibióticos como promotores de crecimiento, cada vez es más común encontrar alternativas naturales que puedan sustituirlos. Los fitobióticos son una excelente alternativa, pues se ha demostrado su capacidad anti-antinflamatoria, antioxidante, bactericida e inmunomoduladora; su uso se asocia con efectos benéficos en el tracto- intestinal ya que son menos tóxicos y no se liberan residuos perjudiciales para el animal o el medio ambiente (Hashemi y Davoodi, 2011).
El uso de plantas con propiedades medicinales no es nuevo, los humanos las han usado para el tratamiento de enfermedades desde hace muchos años. Como consecuencia, las propiedades medicinales de las plantas están ya bien establecidas. En la actualidad, la mayor parte de los estudios realizados en fitogénicos se centran en comprender sus mecanismos de acción y en estandarizar su concentración en productos comerciales (Murugesan et al., 2015; Paraskeuas y Mountzouris, 2018).
Sin duda, el avance científico en el área de salud intestinal ha permitido adecuar y adoptar nuevas estrategias nutricionales; por ejemplo, los beneficios de la fibra en la dieta como regulador del tránsito intestinal y del tamaño algunos de sus órganos, la importancia de la microbiota, interacciones entre nutrientes e identificación de FAN.
De hecho, gracias a la investigación de nutriólogos y veterinarios comprendemos mejor la relación entre un intestino funcional y el rendimiento productivo de los animales.
RECOMENDACIONES GENERALES PARA PROMOVER EL BIENESTAR ANIMAL DE LAS AVES EN CONDICIONES COMERCIALES DE PRODUCCIÓN
Es importante recordar que el bienestar animal no se logra únicamente por garantizar una adecuada salud intestinal. Hay muchos otros elementos, especialmente de manejo y salud, que deben de tomarse en cuenta como la densidad de aves por metro cuadrado, programas estrictos de bioseguridad, esquemas de vacunación apropiados para cada zona y finalmente, monitoreo constantemente del estado de salud de las aves y las condiciones ambientales.
Un indicativo de que el bienestar de los animales no es el adecuado es la aparición de conductas atípicas o que no son naturales. Un ejemplo claro es el picaje excesivo de plumas en gallinas de postura comercial. En este sentido, lo ideal es que se trabaje con personal capacitado y se lleven a cabo auditorías para tener diferentes puntos de vista sobre posibles situaciones que comprometan el bienestar animal.
Como parte de la filosofía de GRUPO NUTEC® y con el objetivo de proporcionar servicios de vanguardia en nutrición animal ofrecemos:
-Laboratorio donde se analizan y monitorean continuamente los ingredientes usados en la elaboración de alimentos, esto permite que el equipo de formulación cuente con información actualizada sobre el contenido nutricional de los ingredientes al momento de diseñar programas de alimentación para las aves.
-Laboratorio de biología molecular donde se investiga el impacto que tienen los diferentes nutrientes y aditivos en la microbiota intestinal y en la expresión de genes tanto del hospedero como de la microbiota misma, lo que se conoce como nutrigenómica.
-Investigación de vanguardia para el desarrollo y mejoramiento de aditivos naturales como PROFLORA® (Inmunomodulador) y BIOADD® (Contra Coccidia) que se obtienen a partir de plantas seleccionadas estratégicamente para promover la salud intestinal y contrarrestar el estatus inflamatorio en las aves.
-Monitoreo Nutricional en campo y procesos de mejora continua productiva.
-Centro documental con la información más actualizada sobre temas que afectan al sector pecuario, lo que permite a los técnicos proponer soluciones creativas e innovadoras a las problemáticas actuales que se presentan.
CONCLUSIONES
La nutrición hoy día no solo debe buscar la máxima eficiencia productiva en las aves sino también promover adecuados estados de salud intestinal y adaptarse a las nuevas demandas del mercado en donde hay una preocupación creciente por el bienestar de los animales, para lo cual es indispensable estar a la vanguardia en conocimiento científico relacionado a fisiología, digestión, metabolismo, microbiota, expresión de genes entre otros temas, por lo que contar con centros de investigación animal y laboratorios equipados para dicho fin se ha vuelto prioritario.
REFERENCIAS
• Bedford, M. R., and H. Schulze. 1998. Exogenous enzymes for pigs and poultry. Nutrition Research Reviews, 11: 91–114.
• Bedford, M. R. 2000. Exogenous enzymes in monogastric nutritiontheir current value and future benefits. Animal Feed Science and Technology, 86: 1-13.
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