Staff BM Editores.
El Expresidente de la Asociación Mexicana de Especialistas en Nutrición Animal (AMENA), Dr. Diego Braña Varela, en entrevista vía telefónica para BM Editores, señala, ante la preocupación de la gente hoy en día por la seguridad de los alimentos que está consumiendo durante la cuarentena, que es necesario aclarar que el COVID-19 no se transmite a través del consumo de la carne, leche o huevo; “los productos de origen animal no son transmisores ni vectores del virus; es lamentable que la gente ha tenido miedo por algunas campañas que hubo de desprestigio o de recomendación de cocinar de manera excesiva la carne para evitar contagios”. Y recomendó cuidado ante las noticias falsas que siempre han tratado de desprestigiar a los productos pecuarios y que ahora aprovechan esta crisis para atacar a la producción animal.
Con su vasta experiencia, por el tiempo que lleva ejerciendo esta profesión en campo y por sus estudios como Médico Veterinario Zootecnista y con Maestría en Nutrición Animal por la UNAM, y un doctorado en Fisiología del Crecimiento por la Universidad de Illinois, Estados Unidos, recomendó que se le debe informar con veracidad a la población sobre la importancia que tiene el consumo de productos de origen animal para su salud y equilibro del cuerpo humano.
“La proteína animal aporta una serie de nutrientes esenciales, que difícilmente se consiguen en algún otro producto, como son las proteínas y grasas de alta calidad, además de vitaminas y minerales altamente digestibles, que son esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo y de diferentes sistemas; por ejemplo, el sistema inmune depende de los micronutrientes que se encuentran en los productos de origen animal, los cuales son las vitaminas como el complejo B, minerales como el zinc, hierro y magnesio”.
“Otro sistema que es muy importante del cuerpo humano es el sistema de antioxidantes y funciona en base a aminoácidos y a microminerales que aportan la proteína de origen animal, por eso es tan importante que hoy en día la gente esté bien alimentada y consuma producto de origen animal”, añadió.
Luego de esta explicación sobre las bondades de la carne para los consumidores, abordó el tema de la función del nutriólogo en los animales y dijo que éste enfrenta una serie de retos, asociados al bajo consumo de productos de origen animal. Siendo las principales causas, la reducción en la compra de carne fresca, ya sea por falta de recursos económicos, o por la reducción en las salidas a comprar consumibles; otra causa muy relevante, es el hecho de que mucha de la proteína animal que la gente consume normalmente, lo hace fuera de su casa, ya que -estimó- cerca del 50 por ciento la consume en comida rápida (tacos, asados, etc.) y en restaurantes, situaciones que no están ocurriendo por ahora.
“Debemos ser más vocales, debemos promover el consumo de productos de origen animal y principalmente los de producción nacional. A marzo de 2020, México había aumentado la importación de carne de cerdo desde Estados Unidos en 14% comparado con 2019”.
Por otra parte, dijo que ante la falta de mercado y consumo, mucha carne se está dejando de comercializar y lo que se tiene que hacer es buscar estrategias para ser más eficientes, porque al tener un exceso de carne en el mercado, los precios se van a la baja, lo cual ha provocado que los productores reciban un precio por abajo de sus costos y sólo los que sean eficientes van a poder sobrevivir ante estos retos.
Explicó que una estrategia que algunos nutriólogos están buscando, es modificar el perfil nutricional de las dietas, para retrasar la velocidad de crecimiento de los animales y tratar de tener menos saturación en el mercado; “sin embargo –señaló- esta estrategia es poco realista, porque lleva a bajos niveles de eficiencia y por ende a elevar los costos de producción”.
Indicó que otra estrategia que se está buscando, es la de reducir el número de animales en las granjas; “en otros países como Estados Unidos están llegando incluso a niveles más extremos, en el caso de los cerdos sacrifican a las hembras improductivas, provocan que aborten y venden los lechones. Incluso ante la falta de capacidad de faenado, se están realizando eutanasias masivas en granjas con cerdos de mercado”.
“También se están sacrificando animales que no están logrando el peso objetivo para su edad; esto quiere decir que si un animal está enfermo, no crece bien, o ha tenido una falla durante su crecimiento, al llegar a los puntos de control (nacimiento, destete, etc.), lo sacrifican”.
Como ejemplo de esto, explicó, “si un productor tiene que el 8% de su población no alcanza el peso objetivo, se sacrifican de manera temprana; lo que aumenta los recursos disponibles para mantener el hato, a través de mayor consumo de agua, espacio y alimento, al tiempo que elimina a portadores de enfermedades o animales que requieren tratamientos y son poco eficientes”.
“También se está haciendo un uso más eficiente de mejoradores del desempeño, como la ractopamina para buscar mayor eficiencia en el crecimiento de los animales; este tipo de estrategias buscan maximizar la eficiencia de los animales, de manera que coman menos alimento y crezcan más músculo y menos grasa. Esta estrategia de más uso de ractopamina, iniciando por ejemplo a los 65 kg de peso y terminando a 105 kg permite un menor costo de producción y una mayor rentabilidad por cerdo producido. Reducir temporalmente el peso de faena en estos tiempos, ayuda a reducir excedentes, facilita la venta en mercados locales y mejora eficiencia alimenticia. Siempre midiendo, razonando y analizando mercados objetivos”, argumenta.
Añadió que existen otras estrategias que se están proponiendo, como es retirar todo el uso de mejoradores del desempeño y dar incluso dietas altas en fibra; “el gran problemas de éstas, es que están enviando el problema hacia más adelante; promueven ganancias de peso más costosas, menos eficientes, con mayor grasa y por ende, va en contra de la eficiencia de los animales; estas estrategias no son recomendables, salvo la del uso de fibra, que bien manejado, y en determinadas partes del crecimiento, es una alternativa eficiente”.
Subrayó que un papel fundamental que debe jugar el nutriólogo en esta crisis es la de promover la difusión del conocimiento, que tenga impacto en la gente, y difundir la importancia de los productos de origen animal en la población.
“La acción más importante que puede ayudar a los productores a salir de esta crisis de bajos precios, no sólo es reducir los costos de producción, también debe ser el promover el consumo de productos de origen animal, en la medida en que la gente pueda aumentar su ingesta, la caída de los precios se va a detener y van a regresar a su nivel normal”.
Recomendó que todos los integrantes de la cadena de la carne deben trabajar en la promoción al consumo, para ayudar a la población, a que se regulen los precios nuevamente y que se detenga la caída tan dramática de precios que han estado enfrentando los productores; “estos son puntos muy relevantes, en los que se debe de estar trabajando y difundiendo”, subraya.
Al hablar de su gestión como presidente de la AMENA, explicó que primero fue vicepresidente, además de ocupar otros cargos directivos, lo cual le ayudó a conocer el funcionamiento de la organización y el trabajo a realizar para su fortalecimiento. Mencionó que dentro de sus labores más trascendentes como presidente de la Asociación, fue el llevar a los nutriólogos a las universidades para enseñarles a los futuros veterinarios y agrónomos la gran oportunidad que existe en el área de nutrición animal.
“Hoy en día, lamentablemente, muchos de los estudiantes que tienen que ver con las ciencias de la biología y salud animal se enfocan básicamente a lo que es producción de pequeñas especies como perros y gatos, y tienen muy poco conocimiento en áreas de producción animal, por ello la decisión de llevar expertos, graduados en esas mismas universidades a hablarles a los estudiantes de las grandes oportunidades que existen de trabajar, primero que nada en producción animal, en cualquiera de las especies: aves, cerdo, ganado y acuacultura, entre otras, pero también en el área de nutrición y se les presentaron ejemplos de vida, de gente que había estudiado en la misma institución educativa que ellos y que hoy en día tienen grandes reconocimientos dentro de la industria, con buena calidad de vida y gran satisfacción personal, profesional y que lograron hacerlo por estar trabajando en la nutrición animal”.
Finalmente dijo que otras de las actividades realizadas, fueron las de promover el conocimiento. “Por ejemplo, creando diferentes sistemas de becas para estudiantes para participar en eventos con todo incluido”. “También se trabajó en el desarrollo de foros donde se retomaron los simposios de AMENA dentro de AMVEC y de ANECA, con los foros de microbioma. Para promover el consumo de productos de origen animal, AMENA organizó un evento nacional, con médicos y nutricionistas humanos y veterinarios, donde se habló de su importancia dentro de una dieta sana y variada. En temas de reconocimiento, la Asociación creó la presea AMENA al Mérito Comercial en Alimentación Animal, “José Alberto Rivera Brechu”.
Ya en la despedida, el Dr. Braña mencionó la importante tarea que queda en cada uno de los involucrados en la producción animal: Promover el consumo de productos de origen animal, promover el consumo de bienes generados localmente (consume local, consume nacional) y finalmente el que seamos felices.
