MVZ. EPA. Rubén Darío Serna Montero.
Gerente técnico de ganadería.
Sanfer Salud Animal.
En náhuatl se les conocía como “tlalajes”, los mayas las denominaban “pech”, para los zapotecas era “bechechiña”, en otomí las llamaban “Naqutgû” y los antiguos habitantes de Texas y Nuevo México les decían “caraa” a los arácnidos que hoy conocemos comúnmente como garrapatas.
En 1780 el abate Francisco Clavijero escribió su obra: “Breve Noticia de las Plantas y Animales de México”, haciendo mención a este parásito en un fragmento que dice textualmente: (según “La Naturaleza”, Tomo. VI, 1882-1884). “Lo que las niguas en las habitaciones, hacen en el campo las garrapatas, de las cuales hay dos especies, o más bien dos clases. La primera es de aquellas ladillas, no menos comunes en el nuevo que en el antiguo continente, que se pegan a la piel de los carneros, caballos y otros cuadrúpedos, y se introducen en sus orejas, y algunas veces en las de los hombres. La otra se halla en abundancia sobre las yerbas de la tierra caliente, y de ellas pasa fácilmente a los vestidos de los caminantes, y de los vestidos al cuerpo, al cual se pega con tanta fuerza, por la particular configuración de sus piés, que es difícil despegarla, y si no se hace prontamente, hace una llaga como la de la nigua. Al principio no parece más que un puntito negro; pero con la sangre que chupa engorda de tal manera y con tanta prontitud, que en poquísimo tiempo se pone del tamaño de una haba, y entonces toma el color de plomo”.
Si vamos más atrás en la historia, alrededor de 100 millones de años en el pasado, las garrapatas ya sobrevivían chupando sangre de los dinosaurios terópodos y hay evidencias directas de la relación parasítica entre garrapatas y dinosaurios con plumas que terminaron evolucionando en las aves modernas.
Saber esto puede ayudarnos a entender que, si las garrapatas llegaron antes que el hombre a la tierra, es muy probable que, cuando el último ser humano en el mundo muera, ellas muy probablemente seguirán aquí. Esta capacidad de adaptación es lo que le ha permitido mantenerse por tanto tiempo como un problema serio para la producción ganadera en México y el mundo, con una importancia mayor por los daños a la salud que ocasionan directa e indirectamente, así como las pérdidas económicas que derivan de su presencia sin control en los hatos ganaderos.
¿CUÁNTO CUESTA NO TENER CONTROL?
Este ectoparásito, afecta directamente al ganado por sus acciones traumática, tóxica y expoliatriz, e indirectamente con deterioros en la piel, disminución de la producción en leche, carne y retrasando el desarrollo de los animales.
Las pérdidas que puede ocasionar una infestación fuera de control pueden ser elevadas, y es importante cuantificarlas para entender que seleccionar un tratamiento adecuado y bien dirigido resulta mucho más barato de lo que puede parecer.
Existen datos que manejan una pérdida de 13 kg al año en animales con infestaciones bajas, 50 o menos garrapatas por animal; con 50 a 100 garrapatas, lo que representa un nivel medio de infestación, se pueden presentar pérdidas de hasta 26 kg por animal al año; y en infestaciones severas, con 100 a 300 garrapatas en promedio por animal, las pérdidas pueden llegar hasta 78 kg al año por animal infestado. En referencia al ganado lechero, la pérdida de producción láctea en un animal infestado puede ascender a 200 litros o más en un año.
A estas cifras debemos sumar los costos por tratamientos para el control de este parásito y que, dependiendo del producto pueden repetirse en distintas frecuencias con casos donde el productor debe hacer aplicaciones cada 5 o 7 días, lo que representa un gasto recurrente en productos para el control de garrapata así como los costos por mano de obra, el tiempo invertido y la merma que sufre el ganado con cada manejo, que puede ir del 1.5% al 2.5% de su peso o incluso más, esto en función de la raza, condiciones y tiempo de trabajo con el mismo. Además, a todo esto, debemos sumarle los riesgos de presentar casos de resistencia, lo que complica y encarece aún más nuestros programas de control para el hato.
Es por eso que debemos preocuparnos por establecer programas de control con productos que demuestren eficacia en el control de la garrapata, que nos ayuden a ser más eficientes en el gasto y nos brinden tratamientos efectivos y rentables; que nos permitan disminuir la frecuencia de los mismos, controlando la infestación sobre el ganado, pero también nos ayuden con la limpieza de los potreros ya que en éstos se encuentra el 95% de las garrapatas.
CONTROL QUÍMICO: UN ALIADO IMPORTANTE EN EL CAMINO HACIA UN EXITOSO CONTROL DE LAS GARRAPATAS EN BOVINOS.
Anteriormente revisamos los costos de no contar con un buen programa de control de garrapatas en nuestro ganado; determinando que este problema puede generar pérdidas muy importantes para la producción ganadera en México. Tomando en cuenta todo esto, ahora debemos enfocarnos en los métodos y herramientas disponibles para poder mantener, de manera eficiente, un control efectivo de estos parásitos.
Entre los tipos o métodos de control, uno de los más usados es el control químico; el cual puede darnos resultados en el corto plazo y, si lo aplicamos correctamente, puede ser útil por mucho tiempo. Como su nombre lo indica, este se lleva a cabo mediante productos químicos o ixodicidas, los cuales pueden pertenecer a distintas familias, pero además pueden aplicarse de distintas maneras.
¿Qué? ¿Cómo? y ¿Por qué? Son tres preguntas que pueden ayudarnos a lograr el éxito en esta batalla; pues estando claros de qué herramientas tenemos disponibles, cómo podemos usarlas y con base en qué criterio programaremos un tratamiento en nuestro ganado, muy probablemente haremos una selección adecuada del producto, método de aplicación y momento en que sea más conveniente para tratar el hato.
¿QUÉ?: LAS MOLÉCULAS DISPONIBLES
Actualmente, en México contamos con los siguientes grupos de familias o productos químicos que se utilizan para el control de las garrapatas; entre los cuales podemos elegir, con base en sus características y nuestras necesidades, el que mejor convenga al programa de control de que estableceremos para mantener nuestros hatos libres de estos y otros parásitos.
PIRETROIDES: Los productos de esta familia tienen una acción de contacto, actuando sobre la transmisión nerviosa de los insectos con un característico efecto KO (knock-out); este ocasiona que la garrapata quede paralizada casi de inmediato. Muchos de ellos además tienen un efecto repelente sobre numerosos insectos. Los piretroides tienen un amplio espectro y pueden usarse, además del control de garrapatas, para controlar ácaros de la sarna, moscas, pulgas y en general insectos adultos; aunque no son tan eficaces como otros productos en el control de larvas de insectos. Algunos de los piretroides usados en la ganadería son la cipermetrina, deltametrina, o flumetrina, entre otros.
ORGANOFOSFORADOS: Su acción se enfoca en el sistema nervioso de los parásitos, interrumpiendo completamente la transmisión de impulsos nerviosos en el parásito, el cual queda totalmente paralizado y muere. En general su espectro es amplio y su acción es por contacto, actuando con estadios juveniles tanto como en adultos de garrapatas, moscas, piojos, ácaros y otros ectoparásitos; igualmente son útiles contra larvas de dípteros (moscas), causantes de miasis o gusaneras. Entre los más representativos de esta familia encontramos al clorpirifós, cumafós, clorfenvinfos, etión, diclorvós y otros.
AMIDINAS: Los productos de esta familia, tienen dos efectos; por un lado, híper excitan a la garrapata provocando que no logren fijarse al hospedero para chupar sangre, además de poseer un efecto repelente que hacen que las garrapatas se desprendan del hospedador, cayendo al suelo y muriendo más tarde. Su acción es de contacto contra parásitos externos, aunque no son eficaces contra dípteros. Las amidinas más utilizadas en el ganado son el amitraz principalmente y en algunos casos cimiazol.
FENILPIRAZOLONAS: Su principal representante es el fipronil; un ectoparasiticida de amplio espectro, con actividad insecticida y acaricida con largo poder residual y acción de contacto. Actúa causando hiperexitación y posteriormente la muerte de los individuos alcanzados por el producto. Es eficaz contra garrapatas, así como moscas picadoras.
INHIBIDORES DEL DESARROLLO: Se caracterizan porque, a diferencia de los insecticidas o acaricidas, estos no matan a los individuos con quienes entran en contacto, sino que impiden el desarrollo de los estadios inmaduros, evitando que puedan hacer sus mudas y terminan muriendo en el proceso; también hacen que los huevos que las hembras adultas alcanzan a depositar después de ser tratadas, no eclosionen. En ambos casos, se interrumpe el ciclo natural del desarrollo y logramos una reducción importante de la población de garrapatas en un área determinada. En ganadería, el fluazurón es el principal activo que se usa actualmente; perteneciente al grupo de las benzoilureas, es un inhibidor de la síntesis de quitina, que es un elemento esencial del exoesqueleto o esqueleto externo protector de los artrópodos, que para desarrollarse tienen que mudar, deshaciéndose de su cutícula antigua y generando una nueva “que les quede mejor”. Al no ser posible llevar a cabo este paso, una vez tratados con el fluazurón, las garrapatas terminan muriendo sin lograr terminar su ciclo reproductivo natural.
LACTONAS MACROCÍCLICAS: También conocidos como endectocidas, por su capacidad de actuar sobre ectoparásitos y contra endoparásitos, esto es que son antiparasitarios al mismo tiempo externos e internos. Actúan a nivel de sistema nervioso, produciendo parálisis y muerte de los parásitos susceptibles a estos compuestos; tienen acción sistémica, de contacto y por ingestión. Presentan un espectro de acción ectoparasiticida muy amplio, siendo especialmente eficaces contra larvas de insectos y contra insectos adultos; algo menor es su eficacia contra garrapatas, sobre todo las de más de un hospedador, aunque esto puede mejorarse eligiendo la lactona más indicada y la dosis adecuada para el parásito a combatir. La ivermectina es su principal representante, siendo la sustancia activa parasiticida más vendida en el mundo; pero también se cuenta con otras moléculas como la doramectina, abamectina, moxidectina entre otras más que, salvo particularidades de cada una, tienen similares efectos. Especial mención merece la eprinomectina, otro integrante de esta familia que posee la particularidad de ser la única lactona macrocíclica que puede recomendarse para su uso en ganado en producción de leche para consumo humano, ya que prácticamente no se excreta en leche, compartiendo con la ivermectina su amplio espectro, margen de seguridad y efectivo control en varios tipos de parásitos, incluidas las garrapatas.
ISOXAZOLINAS: Es la clase química más recientemente descubierta e integrada al mercado ganadero. Presenta un amplio espectro de acción contra insectos y ácaros, incluidos numerosos parásitos externos. Su modo de acción es sistémico, generando una parálisis en el parásito y provocando su muerte posteriormente. El fluralaner es, hasta el momento, la única molécula que se usa en ganadería.
Entre todos estos grupos o familias de productos, hay ciertas propiedades de que debemos buscar para poder tener mejores resultados al aplicar un programa de control:
- El producto debe ser inocuo, tanto para el ganado como para el personal que lo aplicará.
- Su efectividad debe ser alta en todas las etapas evolutivas de las garrapatas sobre el animal: larva, ninfa y adulto.
- Su efectividad debe presentarse a la dosis recomendada.
- Debe ser estable, incluso en un medio contaminado por materia orgánica.
- Debe ser estable a diferentes valores de pH y dureza del agua.
- Su dispersión y humectación deben ser buenas, así como tener una fácil preparación.
- Debe ser inocuo con el medio ambiente.
MEZCLAS: Esta es una opción que nos permite usar dos productos de manera conjunta, siempre y cuando no compartan el modo de acción y, por lo tanto, tengan distintos mecanismos de resistencia; esto es, usar dos productos de familias distintas que, juntos, pueden potencializar sus efectos al exponer a las garrapatas a más de un ixodicida. Es muy importante acotar que el uso de este tipo de mezclas, debe hacerse con productos ya elaborados de esta manera por el fabricante, quien ha determinado que las moléculas, vehículo, residualidad y modo de acción son compatibles para los fines requeridos. Igualmente debemos tomar en cuenta que, si ya existe resistencia contra alguno de los componentes de esta mezcla, no es recomendable usarla pues favorecerá a que esta resistencia se incremente y podría el segundo componente no lograr la mortalidad total requerida. Es muy importante no recurrir a hacer mezclas “caseras” con productos, estén o no, recomendados para su uso en animales; ya que a nivel de campo no podemos determinar con exactitud las dosis adecuadas para obtener los resultados oficiales que deben obtenerse para considerar a un producto como ixodicida o garrapaticida; de no lograrse esto, más que beneficiarnos estaríamos afectando negativamente nuestra producción por posibles efectos secundarios sobre nuestra salud o la de los animales que podrían presentarse así como una acelerada presión de selección para tener garrapatas resistentes.
¿CÓMO?: EL MÉTODO DE APLICACIÓN MAS ADECUADO.
Ahora que ya conocemos las diferencias entre los tipos de productos o familias que tenemos disponibles para controlar las garrapatas, hablemos de cómo podemos aplicarlos en el ganado para poder lograr el mejor control posible en el hato. Para esto contamos con distintos métodos de aplicación, los cuales describiré a continuación:
ASPERSIÓN: El método más simple es la aspersión manual, utilizando una bomba aspersora de mochila y puede ser útil cuando el número de animales a tratar es reducido. Otra forma es mediante mangas o túneles, equipados con aspersores fijos; esta opción requiere mayor equipamiento e infraestructura como bombas aspersoras mecánicas o eléctricas, mangas o túnel, etc. En ambos casos, debemos asegurarnos de aplicar la cantidad correcta de producto, en la concentración adecuada, con una correcta distribución sobre el cuerpo de los animales; de lo contario, podríamos no obtener buenos resultados e incluso estar colaborando para la aceleración de mecanismos de resistencia por parte de los parásitos contra los productos usados.
INMERSIÓN: Este método consiste en hacer pasar a los animales, nadando dentro de soluciones, emulsiones o suspensiones de garrapaticidas en depósitos o “baños” que pueden ir de los 7,000 a 10,000 l de capacidad. Este es un método sumamente efectivo, ya que logramos que el animal quede perfectamente empapado del producto y el tratamiento llegue a todos los puntos y rincones donde puede haber garrapatas. Por otra parte, requiere de una infraestructura compleja como mangas, corrales, escurrideros y el baño mismo, así como de mantener un correcto seguimiento y mantenimiento de las instalaciones y del producto para asegurar que la concentración y estabilidad de la molécula a utilizar sean las adecuadas.
DERRAME DORSAL (“POUR-ON Y “SPOT-ON”): Consiste en derramar el producto a lo largo de la línea media dorsal del bovino, desde la cruz hasta la base de la cola (pour-on) o aplicarlo en un único sitio sobre el dorso del animal (spot-on). En un balance entre efectividad y facilidad, este puede ser el método más conveniente para tratar el ganado sin estresarlo, con menos trabajo físico para los animales y los operadores, así como el requerimiento de equipo especial o infraestructura ya que, si bien es de lo más recomendable hacerlo en una manga de manejo pues facilitará mucho el trabajo y disminuye los riesgos y el estrés del animal; se puede hacer también en zonas alejadas donde no se cuente con instalaciones pero se pueda manejar el ganado a lazo o tengamos una manera segura de inmovilizarlo por unos segundos. En el caso de este método, solo debemos cuidar para que sea efectivo es que utilicemos el producto adecuado a nuestras necesidades y apliquemos la dosis recomendada por el fabricante; otro punto importante es evitar que el animal esté mojado durante la aplicación o se moje en poco tiempo posterior a ello, ya que esto podría interferir con la fijación y efectividad del tratamiento.
INYECTABLE: Este método es el que se utiliza preferentemente para administrar los endectocidas o lactonas macrocíclicas, que pueden aplicarse por vía subcutánea o intramuscular. Este método es sencillo de aplicar pues requerimos únicamente inmovilizar de manera segura al bovino para hacer la aplicación del producto, cuidando siempre las medidas de seguridad para el animal, así como para el operador. Los materiales necesarios para aplicar solo serán jeringas y agujas, las cuales deberán ser nuevas, del volumen y calibre adecuados; estos materiales, así como los envases, deben ser desechados una vez terminada su vida útil, mediante incineración total y profesional, para evitar que puedan llegar a contaminar cuerpos de agua pues pueden ser letales para múltiples organismos acuáticos.
¿POR QUÉ?: CONSIDERACIONES A SEGUIR PARA EL USO DE PRODUCTOS IXODICIDAS
Por último, pero no menos importante que los apartados anteriores, debemos considerar 4 puntos de suma relevancia para poder tener éxito al montar y aplicar nuestro programa de control de garrapatas. Establecer y comprender estos criterios nos dará una mejor guía para mantener un control de las garrapatas que sea efectivo y de largo plazo.
FRECUENCIA DE APLICACIÓN: Este punto irá de la mano de la selección de molécula que hagamos, así como del tipo de aplicación a usar, igualmente el nivel de infestación nos irá dando la pauta para poder determinar los tiempos que habrá entre las aplicaciones. Debemos buscar siempre hacer la menor cantidad de aplicaciones posibles durante el año, buscando disminuir la exposición del ixodicida a las garrapatas, al igual que apoyarnos en generar el menor estrés posible en los animales, cosa que sucede con cada manejo. Para elegir la frecuencia de aplicación de un tratamiento, podemos basarnos en 3 umbrales:
- Terapéutico: Cuando un animal requiere tratamiento debido al número de individuos presentes que lo están afectando.
- Productivo: Cuando la producción del animal está mermando debido a la presencia de parásitos.
- Preventivo: Para evitar infestaciones de garrapatas en el futuro.
Se deben evitar los tratamientos sistemáticos y “en sábana”, tratando de hacer aplicaciones dirigidas a los individuos del hato que presenten un requerimiento real de tratamiento. Existen datos generados en el trópico de México que determinan que la presencia de 35 a 50 garrapatas por animal, pueden generar efectos negativos en su salud, bienestar y producción. Sin embargo, dentro de un mismo hato encontramos animales con resistencia natural mayor que otros y que pueden no cubrir este criterio para ser candidatos a tratamiento. En general, la aplicación de más de 6 tratamientos durante el año, puede favorecer la aparición de garrapatas resistentes.
ROTACIÓN DE IXODICIDAS: Cuando notamos que hemos tratado por mucho tiempo con productos de la misma familia y determinamos que se está presentando un efecto de resistencia, debemos evitar seguir usando lo mismo con dosis mayores a las recomendadas por el fabricante; en este caso, la opción adecuada es sustituir el producto por uno de otra familia con un mecanismo de acción y resistencia distinta. La rotación entre grupos o familias de ixodicidas es una acción que nos permitirá reducir la presión de selección sobre los productos usados. Es importante tener bien claro que, no es lo mismo cambiar de marca comercial que cambiar de familia garrapaticida; en caso de tener alguna duda, es recomendable ponerse en contacto con un veterinario o con el fabricante del producto y ellos podrán apoyar apoyarle para encontrar la mejor opción de rotación para continuar con el control de garrapatas el ganado.
CALIDAD DE LOS GARRAPATICIDAS: Todo gasto que hagamos debe ofrecernos un beneficio de vuelta y en el caso del control de garrapatas no es distinto. Es importante tomar en cuenta a la hora de seleccionar un producto, lo que éste nos devolverá a cambio de la inversión que estamos haciendo en él. La eficacia es algo primordial ya que un producto, más allá del precio que paguemos por él, puede ser caro o barato en función de los resultados que nos brinde. Por esto es importante recurrir a productos debidamente registrados ante la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) que es la autoridad que regula el registro y uso de garrapaticidas en México; estos productos deberán provenir de laboratorios farmacéuticos bien establecidos, con procesos de calidad impecables, personal capacitado y profesional que nos apoyarán a obtener los resultados ofrecidos; dándole mayor valor a nuestra inversión con beneficios tangibles y sostenibles.
En Sanfer Salud Animal, contamos con productos de excelente calidad, programas bien enfocados y un equipo de profesionales que podrán guiarle para hacer la mejor elección y seguimiento durante el proceso, para lograr un control efectivo y exitoso de garrapatas y otros parásitos.
REFERENCIAS:
- Hoffmann, A. (1962). Monografía de los Ixodoidea de México. I Parte. Revista de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, Tomo XXIII. Enlace
- Junquera, P. (2024). Parasitipedia. Obtenido de https://parasitipedia.net/
- Rodríguez Vivas, R. I., Almazán García, C., Castellanos Hurtado, J. L., Cortés García, B., Domínguez García, D. I., Figueroa Castillo, J. A., . . . Zárate Ramos, J. J. (2022). Manual para el control de garrapatas que afectan al ganado bovino. Zaragoza, España: Grupo Asis Biomedia SL.