Sanfer Salud Animal.
Las buenas condiciones de bienestar de los animales, exigen que se prevengan sus enfermedades y se les administren tratamientos veterinarios apropiados; que se les proteja, maneje y alimente correctamente.
Los programas de alimentación establecidos en las explotaciones ganaderas deberán contribuir a asegurar la inocuidad de los productos obtenidos, así como la protección del ambiente. A su vez establecerá programas de alimentación de acuerdo a las necesidades nutritivas y al bienestar de los animales en cada una de sus fases productivas dentro del corral de engorda. Los cambios que se realicen en la dieta durante el engorde del ganado, deberán disponer de un periodo de adaptación, de manera que no afecte negativamente a la salud de los animales. Los productos destinados a la alimentación animal deben ser sanos, auténticos y de calidad comercial por lo que su uso no debe representar peligro alguno para la salud humana, para la salud animal ni para el medio ambiente, ni ser perjudicial para la producción ganadera.
Los forrajes, concentrados y otros ingredientes que formen parte de las raciones alimenticias de los becerros, deberán ser administrados en condiciones higiénicas adecuadas de tal manera que no contengan o estén lo menor contaminados de sustancias no deseadas, y que pudieran causar efectos negativos en los parámetros de interés dentro del corral de engorda, una de las sustancias no deseadas por ejemplo son la presencia de micotoxinas.
Los hongos son organismos que se encuentran en el ambiente, cuando encuentran condiciones de humedad y temperatura adecuadas en los granos y forrajes, pueden desarrollarse y formar colonias. Las colonias de hongos producen micotoxinas. Los efectos de las micotoxinas en animales de engorda son diversos e incluyen enfermedades, depresión del sistema inmunológico, irritación, alergias y lesiones orgánicas. Los animales pueden sufrir su efecto al ingerirlas, inhalarlas e incluso al tocarlas. En la UE se han llevado a cabo evaluaciones de riesgo en ciertas micotoxinas en los alimentos para animales consideradas de riesgo potencial para la salud humana. En particular, la aflatoxina B1, deoxynivalenol, zearalenona, ocratoxina A, fumonisinas, T-2 y HT-2.
Actualmente en México, la Aflatoxina B1 es la única micotoxina a la que se ha establecido un límite máximo permisible dentro de los alimentos terminados. Debido a que la Aflatoxina B1 es un carcinógeno y tiene un efecto tóxico agudo. Por lo anterior es muy importante conservar bien ventilados los granos y forrajes y evitar que se mojen o humedezcan.
El cuadro siguiente presenta en forma muy resumida los hongos más frecuentes y las micotoxinas más identificadas en alimentos contaminados.
Periódica y frecuentemente nos ocurre, que los alimentos que rutinariamente utilizamos en la alimentación del ganado se encuentran con niveles de contaminación con micotoxinas de consideración, lo que nos afecta la productividad, la salud de los animales y la calidad del producto que vendemos.
Lamentablemente, el proceso general de intensificación conllevará a un uso mayor de alimentos cosechados y almacenados en condiciones muy variables, por lo que la presencia de micotoxinas, deberemos considerarlo ya no como un episodio, sino como un agente anti nutricional permanente. En general las micotoxinas constituyen un mecanismo de defensa del hongo, que, ante condiciones adversas, antes de retirarse, “marca el territorio”.
Si existen indicios de la presencia de hongos en los alimentos para los animales, se deben utilizar estrategias de prevención de desarrollo de colonias fúngicas, en un segundo término reducir efectos indeseables de sus metabolitos, utilizando adsorbentes de micotoxinas.
Los adsorbentes han sido utilizados ampliamente para prevenir las micotoxicosis y la transferencia de toxinas o sus metabolitos dentro de la cadena alimentaria. Particularmente, se unen a las micotoxinas dentro del tracto gastrointestinal de los rumiantes, disminuyendo su biodisponibilidad y la transferencia.
Zeolex extra es un aditivo para alimento balanceado, adsorbente de micotoxinas. Es un producto inocuo, eficiente en la eliminación de micotoxinas presentes en el alimento. Tiene una capacidad comprobada de adsorción del 90% de aflatoxinas y 30% de fumonisina B1. Para uso en bovinos de carne, se recomienda utilizar de 2.5 a 5 kg del producto por tonelada de alimento balanceado. Lo que representa una dosis de 2.5 a 5 gramos por kilo de materia seca consumida por el animal en corral de engorda.
Referencias.
- Federico Rojo, (2012). Evaluación de adsorbentes para la reducción de aflatoxina M1 en leche de vacas alimentadas con dietas contaminadas artificialmente con AFB1, Rev. Mex. de Cienc. pecuarias vol.5 no.1 Mérida ene./mar. 2014.
- Yamandú M. Acosta. Micotoxinas en alimentos para el ganado: alternativas para la mitigación de efectos adversos y criterios para la utilización más segura de alimentos contaminados: INTA Ministerio de Agroindustria.
- Medina Guerra E. (2016). Manual de buenas prácticas para establecer el sistema de finca segregada en el sector primario: corral de engorde con fines de exportación de carne y sus derivados en la Unión Europea, primera edición OIRSA, San Salvador.
- Díaz García R (2016). “Alimentación de ganado bovino con dietas altas en grano”. Segunda edición: Guzón diseño-publicidad y editorial, Coyoacán CDMX.
Artículo publicado en Entorno Ganadero Junio- Julio 2022