El Alojamiento de Cerdas para Cría en Grupo: El Futuro de la Industria en México

Monica Pineda E
Consultora de humane society international en méxico

En la industria pecuaria mexicana, muchas de las cerdas para cría de la piara nacional de 15 millones son criadas en jaulas de gestación.

El confinamiento intensivo de las cerdas en estos sistemas de producción afecta gravemente su bienestar ya que se les imposibilita estar fisicamente activas, extender completamente sus extremidades o llevar a cabo comportamientos naturales y de importancia.

El entorno estéril y restrictivo de dichos recintos tiene consecuencias físicas y psicológicas de gran significado y larga duración.

A raíz de varios estudios científicos que demuestran que los animales de producción intensivamente confinados experimentan frustración, estrés y sufrimiento, un creciente número de empresas alimentarias multinacionales y nacionales alrededor del mundo están pidiendo a sus abastecedores que eliminen las jaulas de gestación, y a la vez varios gobiernos han aprobado leyes que prohíben dichos sistemas. La Humane Society of the United States, la más grande organización de protección animal en EEUU ha tenido mucho éxito en persuadir a muchos abastecedores y establecimientos de venta de productos alimentarios a que eliminen dichos sistemas.

Las cerdas utilizadas para fines reproductivos en la Industria Mexicana pueden estar confinadas en jaulas de gestación, recintos individuales, metálicos, con suelo de cemento que suelen medir 0,6 m de ancho por 2,1 m de largo, apenas un poco más grande que los propios animales y tan rigorosamente restrictivos que ella es incapaz de dar la vuelta . Las cerdas confinadas a dichas jaulas sufren una serie de problemas en torno a su bienestar como ser un riesgo elevado de infecciones del tracto urinario, debilitamiento de los huesos, cojera, limitación de ciertos comportamientos y estereotipias .

Cuando a los animales en entornos intensamente circunscritos se les niega la oportunidad de llevar a cabo sus comportamientos, ello puede llevar comportamientos no naturales en lugar de patrones normales de actividad . Las estereotipias se caracterizan por ser movimientos o patrones de comportamiento anormales, repetitivos y sin función u objetivo aparente alguno .Los investigadores atribuyen este comportamiento al aburrimiento y la frustración que resulta del ambiente empobrecido, el confinamiento, la limitación, y las necesidades insatisfechas. El comportamiento estereotipado es más común entre las cerdas confinadas en jaulas de gestación que entre las que están en corrales de grupo.

Entre dichos comportamientos están: morder las barras de las jaulas, oscilar la cabeza, presionar los bebedores sin beber, y masticar sin tener nada en la boca. Se interpreta extensamente esta expresión de comportamientos anormales como señal de alteración psicológica, frustración y bienestar en deterioro. En comparación, en situaciones en las que las cerdas cuentan con mayor libertad dentro de entornos más complejos, la cantidad de comportamiento estereotipado es casi cero. La Dra. Georgia Mason, que encabeza las investigaciones de bienestar animal en la Universidad de Guelph en Canadá, y su colega la Dra. Noami Latham han expresado: “Hasta que las investigaciones acrecienten nuestro conocimiento al respecto, las estereotipias siempre debe de tomarse en serio como señal de advertencia de posible sufrimiento…” .

Se han prohibido las jaulas de gestación en toda la Unión Europea a partir del 2013, y los gobiernos de Nueva Zelanda y el estado australiano de Tasmania han convoca- do a que se elimine el alojamiento en jaulas de gestación. La industria porcina en Australia ha escogido emprender un proceso paulatino y voluntario para eliminar las jaulas de gestación para antes del 2017. A raíz de los esfuerzos de cabildeo de organizaciones como la Humane Society of the U.S. se está logrando eliminar este sistema de alojamiento en varios estados de la Unión Americana – Florida, Arizona, Oregon, Colorado, Californi, Maine, Michigan, Ohio y Rhode Island -, así como dentro de las cadenas de suministro de un creciente número de establecimientos de venta de productos alimentarios en EEUU. Las empresas porcicultoras Smithfield Foods, la más grande del mundo, y Maple Leaf, la más grande en Canadá, ya se han comprometido a eliminar paulatinamente la práctica de confinar a sus cerdas en jaulas de gestación. Los encargados de la toma de decisiones de la industria alimentaria han tomado nota de esta tendencia. Burger King de EEUU ha comenzado a comprar productos porcinos provenientes de instalaciones sin jaulas en cantidades progresivas a la vez que se solidifique el suministro. En este año, McDonald’s se comprometió a eliminar las jaulas de gestación de su cadena de suministro en EEUU para antes del 2022.

“McDonald ́s considera que los compartimientos de gestación no constituyen un sistema de producción sustentable para el futuro. Existen alternativas que creemos son mejores para el bienestar de las cerdas”, señaló Dan Gorsky, Vice-Presidente Ejecutivo de la Dirección de Cadenas de Suministro de McDonald ́s en EEUU. “McDonald ́s desea ser testigo del fin del confinamiento de las cerdas en jaulas de gestación dentro de nuestra cadena de suministro ”, afirmó.

El anuncio por parte de McDonald’s generó una serie de compromisos afines por parte de otros establecimientos de venta de productos alimentarios con miras a eliminar las jaulas de gestación de sus respectivas cadenas de suministro. Entre dichas empresas figuran Compass Group (la mayor empresa de catering en el mundo que opera bajo el nombre Eurest en México), Wendy’s, Burger King, Carl’s Jr., Kraft Foods, Sodexo, Campbell’s Soups, Subway, ConAgra Foods y Dunkin Brands.

Así como lo han descubierto muchos porcicultores alrededor del mundo, existen varios sistemas alternativos de alojamiento que les proporcionan a las cerdas mayor nivel de bienestar, sin poner en riego la capacidad de la industria para producir productos porcinos en escala comercial y de manera económicamente viable.

Cuando las cerdas no se encuentran confinadas, son animales activos y expresivamente curiosos. Las investigaciones y observaciones científicas han descubierto que los cerdos son animales inteligentes y sociables, con la capacidad de aprender labores complejas, percibir el tiempo y prever acontecimientos en el futuro. Al estar inmovilizados en jaulas de gestación sin enriquecimiento ambiental o estimulación mental, su bienestar psicológico se ve afectado.

Los cerdos, naturalmente, se agrupan en pequeñas piaras de jerarquía estable basada en la dominación. En condiciones de libre pastoreo, las cerdas pasan aproximadamente el 31% de su tiempo pastando, el 21% desenterrando raíces, el 14% caminando, y el 6% echadas descansando. Los cerdos desentierran raíces, mordisquean, mastican y huelen los objetos así como el propio suelo, tanto para buscar alimento como para explorar su entorno en general. El confinamiento intensivo frustra casi todo comportamiento natural, inclusive la búsqueda de alimento y desentierro de raíces, limitando toda la actividad diaria a los ratos en que la cerda consume su dieta concentrada. Al salir del confinamiento y ser colocadas en recintos semi-naturales, las cerdas con rapidez ponen en manifestación sus comportamientos naturales – buscan su alimento, construyen sus nidos y se recorren largas distancias .

En efecto, las investigaciones científicas han descubierto que los sistemas al aire libre, sin jaulas y de alojamiento en grupo brindan a las cerdas beneficios a su salud y bienestar. En comparación con los sistemas de jaulas típicos de EEUU, los sistemas de alojamiento con espacio amplio y camas (de paja) profundas que se han estudiado en Suecia, tienen como resultado menores tasas de entresacado y mayor longevidad de las cerdas. Las operaciones de escala comercial también han registrado un mejor comportamiento reproductivo y menores tasas de mortalidad entre cerdas alojadas en corrales en grupo versus jaulas individuales. Los corrales en grupo con sistemas de alimentación por goteo, compartimientos individuales para la alimentación y alimentadores electrónicos para las cerdas constituyen hoy en día todas ellas opciones viables y que se han usado con éxito en las operaciones comerciales a gran escala. Si bien algunas de las alternativas, sobre todo las de alojamiento en interiores en pequeños grupos, no toman en cuenta todas las necesidades de comportamiento, son una mejoría notable ante el uso de jaulas de gestación y mejoran el bienestar físico de las cerdas ya que les permiten caminar, dar la vuelta y echarse cómodamente.

El Comité Científico Veterinario (SVC por sus siglas en inglés), ente que brinda consejería a la Comisión Europea en temas de bienestar animal, informó en un compendio de estudios, que las cerdas alojadas en grupo “gozan de mayor ejercicio, mayor control de su entorno, mayor oportunidad para interactuar social y normalmente, y un mayor potencial de oportunidades para escarbar o manipular materiales… Como consecuencia de ello, las cerdas alojadas en grupo manifiestan menos anormalidades en el desarrollo de huesos y músculos, menos comportamientos anormales, menor posibilidad de respuestas sicológicas al extremo, menos infecciones del tracto urinario relacionadas con la inactividad y una mejor condición cardiovascular ”.

La basta evidencia científica nos demuestra que hay mayor salud física y sicológica entre las cerdas que no están confinadas en jaulas de gestación. La capacidad de desplazamiento es un requisito físico de todo animal y este hecho se refleja en las observaciones finales por parte de la SVC en su análisis de artículos veterinarios y científicos en torno al alojamiento de las cerdas y su bienestar. La SVC llegó a la conclusión que “dado a que (el nivel de) bienestar parece ser mayor cuando las cerdas no se encuentran confinadas a lo largo de la gestación, es preferible alojar a las cerdas en grupo ”.

Hay una clara tendencia global para dejar atrás las jaulas de gestación. Los consumidores se vuelven cada vez más conscientes y críticos de las prácticas de confinamiento de los modelos de producción industrial que no reconocen la condición sintiente de un animal. La ciencia y experiencia nos demuestran claramente que los sistemas alternativos sin jaulas, los cuales proporcionan a los animales más libertad de desplazamiento, son opciones factibles de mayor aceptación social. Refiriéndose a la obra que en México realiza la Humane Society International (HSI) –la rama internacional de la Humane Society of the US– Sergio Moncada, director adjunto de la HSI para temas de animales de consumo, expresó: “Por el bienestar animal y la competitividad en el futuro en los mercados globales, los porcicultores mexicanos también deben –tarde o temprano– de bosquejar cómo eliminar los sistemas de confinamiento intensivo”. La HSI da la bienvenida a toda oportunidad de trabajar conjuntamente con los consumidores, establecimientos de venta de productos alimentarios, agencias gubernamentales y porcicultores para darle fin al confinamiento intensivo de los animales de producción e iniciar una transición hacia sistemas de alojamiento más conscientes del bienestar de dichos animales.

Artículo publicado en Los Porcicultores y su Entorno Enero-Febrero 2013

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