El mundo fantástico de Olegario: La eficiencia

MVZ. José Exiquio Jiménez Torres †

¿Cuántos puercos vende por puerca al año compadre? ¡Todos los que salen gordos! Y los muertos que estén buenos compadre, Gumersindo se sonrió ¿Qué sabe de la eficiencia? Olegario se extrañó; ahora que se trae compadre, con tanta preguntadera ¿su vieja lo regañó? Déjese de chingaderas y quebrarse la cabeza, estando caros los puercos a mí nada me interesa, con billetes en la bolsa para qué tanto rejuego, que me alcance pa’ crecer y pagando lo que debo, que siga rodando el mundo al fin que nada me llevo.

¿Qué tipo de registros tiene en su granja compadre? Pos nomás los del drenaje, para que no se me tape. ¿No lleva ningún control? Desde luego que se lleva, se cierran todas las puertas, sobre todo la bodega no me vallan a robar. ¿Sabía usted que los rateros pueden ser sus propios puercos?

¡¡Pos ora qué diablos trae, ya me está haciendo enojar!!

Gumersindo se sentó y, con voz calmada y firme a Olegario explicó. Toda la vida compadre hemos criado puercos y nos han dado pa’ vivir, a pedos y sombrerazos nos mantenemos a flote, atenidos al buen precio para poder subsistir; en las buenas hasta brincamos de gusto y en las malas nos quisiéremos morir ¡ya basta de eso compadre! existen otras maneras para trabajar mejor, cambiando nuestros manejos para mejor producción.

El problema que tenemos para poder mejorar, es que no contamos con datos y así poder comparar ¿Cuál es su fertilidad? ¿Su promedio de nacidos? ¿Causas de mortalidad? ¿Conversión alimenticia? ¿Edad y peso al mercado?

Olegario contestó, con voz débil y bajando la mirada; nomas anoto las montas en esta libreta grande que parece chicharrón. No tengo tiempo compadre, ando en chinga todo el día revisando los enfermos, subo y bajo las cortinas ¿Qué no siente el calorón? ¿Cuáles cortinas compadre? Si parecen mis calzones, están todas agujeradas y las hace de costal. Esto es precisamente compadre lo que trato de explicar, habló firme Gumersindo y, hasta la mesa golpeó; de seguir así compadre
¿cuánto vamos a durar? Debemos organizarnos, aprender a delegar; tener un plan de trabajo, respetarlo y sólo supervisar.

Empezar a llevar datos ¡pero con responsabilidad! No querer hacer todo ¡pues no vamos a alcanzar! Contratar quien nos ayude, pagarle bien pa’ que dure y tener antecedentes de toda la producción; aprender a analizarla, fijar periodos de tiempo y metas para lograr.

Ya pasó un mes y Olegario está esperando que su hijo le ayude con los registros ¿pues quien más le ha de ayudar? Para qué pagar empleados, habiendo gente en la casa que pudiera trabajar. Entendió bien el mensaje, pero lo toma con calma ¿para qué tanto arrebato? Si lo que trato es de ahorrar ¿mejorar? Ahí me la llevo despacio, lo que quisiera es crecer.

Nota: este cuento no tiene reflexión al final, porque el autor está encabronado

Artículo publicado en Los Porcicultores y su Entorno

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