¿Estamos analizando la capacidad tampón de las dietas?

MV, Leila Aguilera
Product Manager América Latina Jefo

Los principales problemas de los lechones al destete están asociados con la dieta y debido a su sistema digestivo inmaduro, ellos requieren un dieta perfectamente adaptada a sus necesidades. Pero encontrar la dieta ideal es motivo de permanente investigación tanto en el campo científico como en el campo comercial, pues en las primeras fases se está perdiendo rendimiento frente al potencial de las líneas genéticas y los costos de alimentación son cada vez mayores.

Animales inmaduros

Las primeras semanas de vida los lechones no tienen un consumo óptimo debido a los múltiples cambios a los que se enfrentan, como el destete a una edad temprana, cambio de alimento, adaptación a convivir con otros individuos y un cambio de ambiente radical, lo que ocasiona un retraso en el crecimiento. Además, se enfrentan frecuentemente con reacciones alérgicas o factores antinutricionales provenientes de fuentes de proteína comúnmente usadas como la soya.

Para nutrir lechones en las primeras semanas post destete, tenemos que recordar que son animales muy sensibles a cualquier cambio de materias primas, minerales y combinación de aditivos. Por esto es importante desarrollar programas nutricionales adaptados a los cambios de alimento necesarios para cada grupo de lechones sin sub o sobrealimentarlos.

Alta densidad nutricional

Durante esta etapa, los lechones requieren una alta densidad nutricional y energética que compense en parte este bajo consumo y les permita recuperarse, por esto la calidad de la dieta en la primera semana es determinante para lograr el rendimiento requerido durante las siguientes semanas. Se deben escoger ingredientes de alta digestibilidad como maíz, trigo, sorgo, arroz o tapioca como fuentes de energía, y proteína de plasma, harina de pescado, leche en polvo, subproductos lácteos, harina de pollo, de carne y sangre como fuentes de proteína. Su proporción varía según la disponibilidad y precio, como es el caso de la proteína de plasma, una fuente rica en inmunoglobulinas que puede ser reemplazada por inmunoglobulinas de huevo de menor costo. No son deseables en la primera semana post destete, para evitar los efectos de los factores antinutricionales

Además de una buena formulación, la nutrición debe garantizar también un adecuado procesamiento, transporte, almacenamiento y limpieza del alimento hasta la granja, como también un adecuado suministro de agua de calidad.

Desafíos de la digestión en lechones

La digestión proteica comienza en el estómago de los lechones con la acción de la pepsina, secretada como pepsinógeno por la mucosa estomacal y convertida en su forma activa por el ácido Clorhídrico (HCl). Esta conversión ocurre a pH 6.0-5.0 lentamente y rápidamente a pH 2.0. La pepsina tiene su óptimo pH de acción entre 2.0 y 3.5, pero se reduce en pH superior. La hidrólisis de los carbohidratos comienza por acción de la amilasa salival que al llegar al estómago es inactivada a un pH 3.5.

En los lechones antes del destete, la secreción de HCl es baja y su fuente de ácido es la fermentación bacteriana de la lactosa de la leche materna en ácido láctico. Pero una alta concentración de lactato estomacal tiende a inhibir la secreción de HCl (Yen, 2001). La ingestión de alimentos sólidos reduce también el nivel de ácido láctico en el estómago, al tiempo estimula la producción de HCl, pero debido al consumo bajo y variable de las primeras semanas, no llega a su óptima actividad en las primeras cuatro semanas (Lawlor et al, 2002). Por esto, la inclusión de suero o lactosa en la dieta es recomendada para mantener la fermentación bacteriana.

En general las fuentes de energía como el almidón y las grasas tienen una baja capacidad tampón y los productos de su metabolismo son CO2 y ácidos orgánicos, siendo un metabolismo acidogénico.

TABLA 1. Capacidad tampón de algunas fuentes de energía

El nutriente más importante asociado con problemas digestivos en este periodo es la proteína cruda y sumado a otros varios factores como una baja secreción de HCl, falta de fermentación de lactosa y altos consumos en una sola comida con intervalos más espaciados entre comidas, causan un incremento del pH, incluso por encima de 5.0 y se mantiene alto por varios días (Kidder et al., 1978). Prohászka et al., 1980, reportan que dietas por encima de 21% en proteína cruda predisponen a problemas de diarreas post destete.

Del metabolismo de las proteínas se obtiene amoniaco, cuerpos cetónicos y aminas, siendo un metabolismo alcalinogénico. Los lechones alimentados con dietas muy altas en proteína, pueden experimentar un aumento del pH gástrico, con una baja digestión de proteínas y un excesivo incremento de la población bacteriana, provocando diarrea.

La capacidad tampón de los alimentos

La capacidad tampón es la capacidad de una solución para resistir a una variación en el pH cuando se añade un ácido o una base. El efecto tampón de las materias primas está relacionado directamente con el contenido de proteína; en los minerales se correlaciona positivamente con el contenido de calcio.

El alimento tiene una alta capacidad tampón, que se define como la cantidad de HCl en miliequivalentes (mEq) necesaria para bajar el pH de 1 kg de alimento después de 1 hora de reacción a 37°C a pH 3 (pH necesario para la conversión del pepsinógeno en pesina).

Para la transición en el destete de la leche de la cerda a dieta sólida, es necesario tener un alimento con una capacidad tampón baja, pues el alimento puede neutralizar la mayoría del HCl producido por el estómago. Es por esto que se deben escoger ingredientes que permitan un buen funcionamiento del HCl y la adición de ácidos orgánicos. La recomendación general es que las dietas para lechones tengan una capacidad tampón entre 550 y 650 mEq/kg.

Hay diferentes listas de referencia para predecir la capacidad tampón de un alimento, pero se debe tener en cuenta el pH de referencia (algunas trabajan con pH 4) para poder comparar y ajustar la dieta. Algunos ingredientes cuentan con una mayor capacidad tampón que otros, como es el caso de los minerales que tienen un impacto en el perfil electrolítico. El carbonato de calcio (19700 mEq) puede ser reemplazado parcialmente en el periodo post destete, por otras fuentes de carbonato como el formiato o butirato de calcio (9000 mEq) para que no se afecte el desarrollo normal de los lechones, ni la síntesis eficaz de las enzimas gástricas. En cuanto al aporte de fosfato, se debe priorizar el monocálcio (1613 mEq) sobre el bicálcido (9171 mEq).

En general, las fuentes de proteína animal cuentan con una alta capacidad tampón debido al alto contenido de cenizas y proteína, especialmente la harina de pescado (1744 mEq) y la harina de carne y hueso (1380 mEq). El cuajo de caseína (1929 mEq) y la leche descremada en polvo (1233 mEq) tienen una alta capacidad tampón comparada con los otros productos de su categoría (Peadar, et al. 2005).

TABLA 2. Capacidad tampón de algunas fuentes de proteína.

Muchos estudios reportan una mejora en el rendimiento de lechones post destete cuando recibieron dietas que incluyen ácidos orgánicos como el fumárico, fórmico, benzoico y propiónico, como también reportan una mejora en la digestibilidad aparente los aminoácidos.

La inclusión de ácidos orgánico en forma libre además de la reducción en la capacidad tampón de los alimentos, puede tener una acción sobre la población de bacterias sensibles al pH como E. Coli, Clostridium spp. y Salmonella spp. a nivel intestinal cuando los ácidos orgánicos están protegidos y llegan

TABLA 3. Capacidad tampón de otros ingredientes

Conclusión

Ofrecer un alimento con baja capacidad tampón provee beneficios para las primeras dietas en lechones destetados, impidiendo el desarrollo de flora bacteriana patógena, estabilizando el pH gástrico para una mejor digestión de proteínas, reduciendo el riesgo de fermentación bacteriana intestinal, de diarreas causadas por colibacilosis y mejorando el consumo de alimento gracias a un mejor balance electrolítico que optimiza el desarrollo de los animales.

La acidificación de las dietas ha demostrado una mejora en el rendimiento de lechones destetados durante las 4 primeras semanas post destete.

Las principales estrategias para la reducción de la capacidad tampón es el manejo de fuentes minerales como las fuentes de calcio, la reducción del nivel de proteína cruda y la adición de ácidos orgánicos en el alimento. Cuando se brindan además esos ácidos orgánicos protegidos de liberación controlada, se permite que el efecto de acidificación llegue hasta el intestino donde ésta controla el crecimiento de bacterias potencialmente patógenas

Bibliografía

• Kidder, D.E. and Manners M.J. (1978). Digestion in the Pig. Kingston Press, Bath, UK, 190

• Lawlor, P. et al., 2006. Effect of fumaric acid, calcium formate and mineral levels in diets on the intake and growth performance of newly weaned pigs. Iris Veterinary Journal. V. 45: 61–71.

• Lawlor, P. , Lynch1 B.,. Caffrey P., O’Reilly J. and O’Connell1 K., 2005. Measurements of the acid-binding capacity of ingredients used in pig diets. Iris Veterinary Journal. V. 58(8): 447–452.

• Levic, J. Prodanovic, P. Sredanovic, S. 2005. Uderstending the buffe- ring Capacity in Feedstuffs. Biotechnology in Animal Husbandry 21 (5-6), p 309 – 313.

• Prohaszka, L. and Baron, F. (1980). The predisposing role of high protein supplies in enteropathogenic Escherichia coli infections of weaned pigs. Zentralblattfür Veterinärmedizin B. 27, 222–232.

• WALSH, M.C.; PEDDIREDDI, L.; RADCLIFE, J.S. (2004). Acidification of nursery diets and the role of diet buffering capacity. Swine Res. Rep., p.25-36.

• Yen, J., (2001). Anatomy of the digestive system and nutritional physiology. In: Swine Nutrition. Second edition, pp 31-63. Edited by A.J. Lewis and L.L. CRC Press.