Factores externos que afectan a los indicadores reproductivos en cerdas

Dr. Alejandro Córdova Izquierdo
Mariana Salgado Trejo
María De Lourdes Juárez Mosqueda
Abel E. Villa Mancera
Armando Gómez Vázques
Jaime Olivares Pérez
Carlos Bedolla Cedeño
Raúl Sánchez Sánchez

NUTRICIÓN

La nutrición es un aspecto fundamental ya que la alimentación que se suministre debe ser suficiente y adecuada al estado fisiológico de cada animal (Gasca, 2010). Resulta evidente que juega un papel clave en la reproducción de todas las especies animales. En general, las especies han ido ajustando sus ciclos reproductivos a los recursos alimenticios disponibles, y la fisiología animal (especialmente en las hembras) se ha ido adaptando para satisfacer los requerimientos nutricionales relacionados con la reproducción. Así, es común que las hembras tiendan a acumular reservas corporales para suplir la falta de alimento en momentos clave como la lactación; o ajustar los ciclos reproductivos con la disponibilidad máxima de nutrientes (cosechas, pastos, etc.). En caso de las especies domésticas, y en particular en ganado porcino, esta adaptación ha sido profundamente alterada a lo largo de los años en base a las mejoras obtenidas en las líneas genéticas, programas de alimentación, manejo y sanidad.

En toda dieta debe observarse con atención a qué tipo genético, edad, sexo, sistema de producción, ambiente, salud, consumo de alimento, época del año y metas de producción (ganancia de peso día, consumo de alimento día, conversión alimenticia, peso de la camada al nacimiento y al destete, días a mercado, grasa dorsal, desarrollo de cortes finos en la canal) va dirigida, sin olvidar que está directamente relacionada con el nivel nutritivo (requerimientos) utilizado, y la calidad los ingredientes (García et al., 2012). Los requerimientos nutricionales de las hembras pueden variar conforme innumerables factores particulares de cada propiedad, como: el medio ambiente, tipo de alimentación (individual o en grupo), sanidad del plantel, manejo, nivel de la productividad de la cerda, etc. (Roppa, 2005). El alto o bajo consumo de alimento es el punto clave durante la gestación y puede causar efectos negativos o conllevar a ventajas específicas.

El cómo se alimenta a la cerda puede ser tan importante como lo que se le suministra de alimento. Es por eso, por lo que la alimentación de la cerda gestante sea joven o adulta debe de estar perfectamente balanceada para proporcionar todos los requerimientos de nutrimentos necesarios y optimizar los rendimientos productivos. El efecto negativo de una alimentación deficiente repercute en los rendimientos reproductivos dos o tres partos posteriores, dada la capacidad que tiene la madre de sacrificar sus propias reservas corporales sin afectar el desarrollo prenatal de los lechones (Sánchez, 2020).

El objetivo de un programa de alimentación para futuras reproductoras es la producción eficiente de cerdas capaces de alcanzar el potencial genético durante toda su vida productiva y ha de tener su origen en el momento del destete, dado que el desarrollo de la masa ósea y cartilaginosa durante las primeras fases del crecimiento es vital para alcanzar una óptima composición estructural que garantice su futuro reproductivo. Se cuenta con diferentes métodos de alimentación para cerdas gestantes, todos ellos utilizan un sistema de alimentación restringida y la cantidad de alimento depende de la composición de la dieta y de la etapa de gestación en que se encuentre la cerda. Existen tres métodos generales de alimentación que son (Sánchez, 2020):

El uso de alimento balanceado: compuesto de una combinación de granos, de fuentes de proteína, de subproductos agroindustriales, vitaminas, minerales y aditivos. Este debe tener una composición de:

14% de proteína.
0,65% de lisina.
0,90% de calcio.
0,40% de fósforo aprovechable.
2,8 a 3,0 Mcal/kg de energía metabolizable

La cantidad de alimento que se proporciona es restringida y fluctúa desde 1,5 a 3,5 kg/día, según la etapa de gestación, siempre tratando de satisfacer el requerimiento diario de nutrimentos. La forma más eficiente de suministrar el alimento es dividirlo en tres etapas con el fin de que se utilice más eficientemente, se evite una mayor mortalidad embrionaria, se recupere el tejido corporal perdido y se obtenga un lechón de un mayor peso al nacimiento.

La utilización de alimentos altos en humedad más un suplemento de proteína: La cantidad que se debe suministrar a las cerdas gestantes varía según el producto y se debe hacer con un complemento de proteína, que proporcione además los minerales y las vitaminas. El consumo óptimo de este suplemento es de 1 kg/cerda/día. La composición del suplemento es la misma que para cerdas de reemplazo. Para esta etapa, el consumo de fuentes energéticas altas en humedad varía de 6 a 10 kg de fruta por día.

La alimentación en un sistema de pastoreo: En este sistema las cerdas se mandan a potreros 30 días después de la monta cuando la preñez ha sido confirmada y hasta unos 15 días antes del parto. Con este sistema las cerdas adquieren una excelente condición física y puede ahorrarse 0,5 kg de alimento/día. El consumo de alimento se fija en 1,5 kg/cerda/día. Para evitar la destrucción de los potreros es recomendable utilizar un sistema de rotación con un período de 4 días en cada potrero, suministrando un área de 15 m2 por cerda por período.

CARBOHIDRATOS

Los carbohidratos junto con las fibras de los cereales determinan el volumen de la ración. Una ración balanceada para las cerdas debe contener alrededor de 2.5-3 Mcal/kg de alimento seco. Ha sido demostrado que niveles altos de energía pueden tener efecto en la ovulación si se suministra antes del celo o durante éste, sin embargo, tiene un efecto adverso si se suministra durante los primeros días de gestación, pudiendo provocar mortalidad embrionaria. Las cerdas sometidas a una abundante alimentación alcanzan la pubertad más tarde que las deficientemente alimentadas, esto indica que el excesivo engrasamiento puede afectar la presentación de la edad púber (Espinosa, 2012).

PROTEÍNA

Niveles muy bajos de proteínas en cerdas gestantes pueden presentar efectos catastróficos, pero el peso de la camada al nacimiento será muy bajo. Generalmente la presencia del celo y la concepción se ven notablemente afectadas, los efectos de la reducción de proteínas en las dietas se aprecian de forma más promovida en los cerdos jóvenes. La suplementación con forraje verde, plantea que aunque el cerdo  no es un animal herbívoro y no dispone de un aparato digestivo adaptado para la alimentación a base de forrajes, es indudable que éstos son muy apetecibles para el animal y constituye una ración nutritiva y digestible, aditivamente rica en minerales y carbohidratos que estimulan la presentación del celo, consideran que la restricción de energía disminuye la función endocrina post-destete en la cerda, lo cual se traduce en trastornos del comportamiento como son: baja incidencia del celo y la disminución de la fertilidad (Espinosa, 2012).

FACTORES AMBIENTALES

La presencia del celo a un intervalo irregular luego del apareamiento, el nacimiento de una camada pequeña o el aborto, son indicios de fallas reproductivas en la cerda. La mortalidad prenatal puede llegar a cifras de 35 a 45%, de la cual el 30% son pérdidas embrionarias que suceden durante los primeros 40 días de gestación. Más allá de las pérdidas consideradas normales, existen otras causadas por factores externos que inciden sobre el mantenimiento de la gestación, éstos son la temperatura ambiente y las condiciones de manejo y alojamiento (Bell, 2013). El cerdo responde al estrés ambiental con un aumento en la secreción de glucocorticoides, movilizando aminoácidos que reduce la deposición proteica e interfiere con algunos mecanismos de inmunidad frente a enfermedades infecciosas, afectando negativamente al crecimiento, reproducción y producción lechera. De la misma forma, estos problemas ambientales modifican el comportamiento y la conducta de los cerdos, alterando el orden entre ellos (Palomo, 2008).

Los puntos que se deben tomar en cuenta son (Palomo, 2008):

  • Considerar las interacciones de diferentes componentes ambientales entre sí, tanto en su sinergia como antagonismo.
  • Considerar todos y cada uno de los factores ambientales que influyen sobre la producción y salud.
  • Los factores ambientales varían según la edad, peso, estado productivo y densidad de los animales.
  • Tener en cuenta las necesidades medioambientales en base a las estaciones y condiciones climáticas externas a la granja.
  • El rango y desviaciones mínimas vs. máximas de los factores ambientales tienen un gran impacto estresante en el porcino.
  • El cerdo modifica su propio ambiente y comportamiento en base a cambios fisiológicos y sociales.

TEMPERATURA Y HUMEDAD RELATIVA

El cerdo regula su temperatura corporal por el balance entre la pérdida de calor y el calor metabólico. Cuando la diferencia entre la temperatura corporal y ambiental aumenta, se incrementa la pérdida de calor. El 75% de dicha pérdida se realiza por radiación y convención. Las paredes y los suelos son los principales puntos de las pérdidas por radiación, mientras que la temperatura y velocidad del aire lo son de las pérdidas por convención (Palomo, 2008). Las temperaturas extremas perjudican a las hembras reproductoras, no obstante, en los casos extremos, las temperaturas elevadas ocasionan más problemas que las temperaturas bajas. Las necesidades nutritivas del animal dependen de la temperatura del medio. El efecto de la temperatura es especialmente importante en las fases de fecundación y de implantación.

Durante estos períodos fisiológicos existe una elevada correlación entre la eficacia de los fenómenos reproductivos y la temperatura ambiente, que a su vez condiciona la temperatura corporal de las cerdas. Las temperaturas ambientales elevadas (33°C) reducen la tasa de ovulación, aunque no influyen en la duración del ciclo estral. También las altas temperaturas en el período final de la gestación determinan la producción de camadas más ligeras y de menor vitalidad, así también como la aparición de muertes fetales; cuando las temperaturas son adecuadas (15-18°C), estos fenómenos se reducen o desaparecen. Evidentemente las altas temperaturas afectan la fertilidad. Esto se produce debido al desequilibrio hormonal, a la elevación de la temperatura corporal, de la sangre o ambos (Espinosa, 2012). Las altas temperaturas disminuyen la duración e intensidad del estro, aumenta el período interestro e inducen el anestro.

La acción básica directa de la temperatura sobre los animales se produce a través de la modificación del balance térmico del animal y la activación de los mecanismos termorreguladores, lo cual conlleva una serie de reacciones nerviosas, endocrinas neurohumorales y motoras, tendientes a mantener una temperatura corporal normal y a ajustar todas las funciones biológicas a las necesidades de tales condiciones ambientales (Espinosa, 2012). Entre los factores climáticos principalmente las temperaturas elevadas y la humedad relativa pueden demorar la aparición de la pubertad en las cerdas como consecuencia del stress provocado por la dificultad para eliminar el calor del cuerpo y la pérdida del apetito, manifiestan que durante los meses de calor (mayo – agosto) disminuyen los índices reproductivos y la efectividad económica.

Las temperaturas elevadas independientemente de su duración pueden ser la causa primaria de los cambios estaciónales de la reproducción del ganado porcino. Pueden provocar demora en la presentación del celo, anestros, reducción del número de partos, abortos, y reducción del número de camada, siendo las cerdas unas de las hembras domésticas más sensibles a estas condiciones (Espinosa, 2012).

ABORTOS FÍSICOS (TRAUMATISMO) Y AMBIENTALES

Los abortos son la expulsión de los fetos, pueden ocurrir en cualquier etapa de la gestación. A partir del día 40 de gestación comienza la calcificación de los embriones, dando lugar a la etapa fetal, por ello si ocurre una interrupción de la preñez, ya no pueden ser reabsorbidos si no que son expulsados en forma parcial o total (Vetanco, 2013).

MANEJO

La falta de contacto con el verraco puede disminuir la secreción hormonal por parte del hipotálamo de las hormonas responsables del mantenimiento de la gestación. El contacto diario de un mínimo de 2 horas con un verraco disminuirá la posibilidad de sufrir abortos por esta causa. Los movimientos y agrupamientos de cerdas antes de los 30 – 35 días de gestación pueden provocar situaciones de estrés incompatibles con el mantenimiento de la gestación. La limitación de los movimientos de los animales en esos periodos críticos se hace imprescindible para evitar abortos en estadios tempranos de gestación. Las vacunaciones en periodos críticos, como es antes de las 8 semanas de gestación o en el último tercio de ésta, pueden producir reacciones vacunales que cursen con fiebre y que interrumpan la gestación. Vientres gestantes en naves con poca capacidad que sufren con frecuencia patadas y cabezazos, caídas, golpes y maltratos.

ALIMENTACIÓN

La alimentación deficitaria, tanto desde el punto de vista de la cantidad como de la calidad, puede ocasionar un deterioro de la condición corporal de la cerda que la hace más proclive a sufrir abortos. La contaminación del pienso con micotoxinas es una de las causas que más incidencia puede llegar a tener en la tasa de partos. El uso de buenas materias primas, de sustancias secuestrantes de micotoxinas y unas buenas condiciones de almacenaje disminuyen la importancia de este aspecto.

Mantener una buena curva de alimentación durante las distintas fases de la gestación es fundamental para evitar problemas de toda índole incluyendo la posibilidad de abortos. Prestar especial atención a que el suministro de agua sea adecuado tanto en cantidad suficiente como en condiciones higiénicas aceptables.

AMBIENTALES

Cambios bruscos en las temperaturas sobre todo cuando existen enfriamientos bruscos por temperaturas muy bajas. La exposición continua a altas o bajas temperaturas tiene un efecto negativo sobre la ovulación y provoca una marcada incidencia de anestros y reducción del porcentaje de gestación. Incidencia de luz solar. Estrés previo: movimientos, traslados, golpes y vacunación (Vetanco, 2013).

Artículo publicado en “Los Porcicultores y su Entorno Mayo Junio 2025

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