La Participación de los Minerales en la Alimentación Porcina

Emmanuel Pimentel Agonizante
Departamento de Medicina y Zootecnia de Cerdos. FMVZ-UNAM.
[email protected]

Herradora Lozano Marco
Departamento de Medicina y Zootecnia de Cerdos. FMVZ-UNAM.
[email protected]

Ramírez Hernández Gerardo.
Departamento de Medicina y Zootecnia de Cerdos. FMVZ-UNAM.
[email protected]

INTRODUCCIÓN:

Los minerales han representado un pilar en la alimentación de todos los animales, desde tiempos muy antiguos en la historia de la porcicultura, se ha requerido el uso de éstos para poder colaborar con el desempeño del crecimiento de los porcinos.

En vida libre los animales han sido capaces de cubrir sus requerimientos alimenticios valiéndose de su ecosistema y su instinto de supervivencia pero, actualmente se enfrentan a un entorno en el cual por medio de técnicas más avanzadas y una tecnología innovadora, se ha podido brindar espacios donde se puede llevar a cabo la crianza de animales para satisfacer las necesidades del ser humano.Para poder concretar estos avances, se han estudiado las necesidades particulares por especie animal, de acuerdo a la etapa de crecimiento, al fin zootécnico y a la capacidad genética que confiere a cada raza o línea.

Uno de los elementos que integran la dieta, corresponde a la participación de los minerales en la alimentación de la especie porcina, desde los requerimientos mínimos necesarios para las funciones más importantes en los que éstos participan dentro del organismo, hasta la problemática que representa el abuso de ciertos insumos de la misma naturaleza y que a la larga o a corto plazo, se pueden observar efectos adversos en animales que reciben una formulación constante de alimento con cantidades excesivas de minerales.

Para llevar a cabo la elaboración de la premezcla de minerales, se ha recurrido al empleo de maquinaria que permita realizar una mezcla homogénea con la finalidad de que los animales que serán alimentados cubran sus necesidades. Cabe mencionar que es de vital importancia conocer las características y especificaciones de cada instrumento utilizado en la elaboración de ésta, para brindar el procesamiento adecuado en la realización de cada premezcla en particular.

CARACTERÍSTICAS DE LA PROBLEMÁTICA

  • De todos los animales destinados a la producción en granja, el cerdo es el que está mayormente predispuesto a padecer deficiencias de minerales o bien intoxicaciones, esto se puede explicar por medio de las siguientes características:
  • Alimentación a base de cereales, granos y subproductos de éstos, los cuales tienen la característica de ser pobres en minerales (especialmente de calcio).
  • La estructura ósea de los cerdos soporta una gran cantidad de peso en comparación con la proporción de su tamaño, lo que provoca un evidente desgaste.
  • Los porcinos se reproducen a edad más temprana en comparación a otros animales de abasto, requiriendo una mayor participación de minerales.
  • El confinamiento que se lleva a cabo en la mayoría de las producciones restringe el acceso de los animales a forrajes o a pisos de tierra, lo cual ayudaría a balancear la deficiencia de minerales de los granos.
  • La falta o restricción de agua dentro de las explotaciones resulta crucial en la supervivencia de la especie, ya que predispone a una intoxicación por sal (NaCl).
  • Errores en la elaboración de las dietas pueden ser mortales o desencadenar problemas a largo plazo.
  • Al trabajar por primera vez con equipos diseñados para la elaboración de premezclas o formular dietas en la granja, se debe evaluar el desempeño de éstos.
  • El cerdo generalmente es resistente a las intoxicaciones pero de la misma forma, es muy manifiesto cuando se presenta un problema por abuso de minerales afectando a gran parte de los animales sometidos a una misma formulación de alimento.

MACRO Y MICRO MINERALES MÁS IMPORTANTES EN LA PRODUCCIÓN PORCINA

MACROMINERALES

SAL (NaCl)

Contiene sodio y cloro, ambos son elementos vitales encontrados en los fluidos y en los tejidos del cuerpo. Algunas de sus funciones refieren que mejora el apetito, promueve el crecimiento, ayuda a regular el pH y es esencial para la formación de ácido clorhídrico en el estómago. Se recomienda adicionar a la dieta hasta un 5%, cabe mencionar que este límite se verá disminuido al restringir el acceso al agua.

Puede ocurrir esporádicamente, que el número de animales afectados sea de gran importancia cuando se interrumpe el suministro de agua, ya sea por dificultades en el acceso a este elemento o bien por daños o desgaste de las tuberías o instalaciones que participan en la distribución de ésta. Otra causa puede ser brotes de enfermedades que cursen con diarrea.

Cuando esto ocurre se observa una disminución en la ingestión, ganancia y eficiencia alimentaria, baja la ingestión de agua, falta de desarrollo y una disminución de peso al nacimiento. La signología que se observa en casos de intoxicación involucra nerviosismo, debilidad, ataques epilépticos, parálisis y muerte. Los cambios microscópicos son patognomónicos y consisten en meningoencefalitis con edema y acumulaciones eosinofílicas alrededor de los vasos de la corteza cerebral y las meninges.

CALCIO Y FÓSFORO (Ca/P)

Comparten funciones en común, se requiere que exista una relación entre estos dos elementos que permitirán la formación y desarrollo del sistema óseo, ayuda en el proceso de coagulación, contracción muscular y participan en el metabolismo energético.
Cerca del 99% de calcio y el 80% del fósforo se encuentran a nivel del esqueleto y en los dientes. Las hembras de reemplazo necesitan grandes cantidades de ambos elementos en comparación con otros cerdos. Se puede administrar 0.75 y 0.65% de calcio y fósforo respectivamente en la alimentación de éstas. El límite de tolerancia estimado para la adición de calcio en la dieta es de 1% para cerdos en crecimiento y 1.3% en reproductoras. Mientras que en el caso del fósforo un 0.9% en relación a los cerdos en crecimiento y un 1% para reproductoras.

Las etapas críticas dentro del ciclo de vida de la cerda, durante las cuales las necesidades de fósforo y calcio tienen mayor impacto sobre la mineralización ósea y su fuerza y resistencia, son desde el destete hasta 30 kg y durante la lactancia. Los principales países productores de porcino tienen como objetivo obtener >30 lechones por cerda y año. Para lograr esto, se sabe que los requerimientos en macro y micro minerales de las cerdas es elevadísimo.

Una deficiencia de calcio y/o fósforo puede resultar en una pobre ganancia de peso, artritis, raquitismo, osteomalacia, tetania, síndrome de jorobado, articulaciones agrandadas y con presencia de dolor, fracturas y en ocasiones puede llegar a una parálisis del tren posterior.

Cuando hay un exceso de calcio o fósforo va a interferir en la absorción de uno u otro. Debido a esto es importante mantener una relación favorable de Ca/P (1.2-1 ó 1.5-1), cabe señalar que es crucial la participación de la vitamina D3 (colecalciferol) para la utilización de ambos.

Como se mencionó anteriormente, cuando se utiliza una gran cantidad de calcio interferirá con la absorción de zinc, ocasionando una paraqueratosis. Se ha encontrado que más de 0.9% de calcio aunado a niveles marginales de zinc en la dieta puede provocar este padecimiento.

La utilización de insumos de origen animal como la harina de carne y la harina de pescado proporcionará grandes cantidades de calcio y fósforo disponible. Ambos minerales pueden ser agregados a la dieta en forma de fosfato monocálcico, fosfato dicálcico, fosfato tricálcico e incluso harina de hueso.

La signología que se observa cuando excedemos la cantidad recomendada de calcio puede repercutir: En el rendimiento de los animales debido a que incrementa los requerimientos de zinc.

La fitasa es una herramienta muy útil para aumentar la disponibilidad de fósforo y calcio en la dieta, lograr una mineralización ósea máxima, mantener las reservas de mineral de los huesos, todo ello reduciendo los niveles de adición de fosfatos inorgánicos y calcio en las dietas. El uso de fitasa también ayuda indiscutiblemente a reducir el fósforo excretado por los cerdos al medio ambiente.

En un estudio se demostró que niveles más elevados de calcio con relación al fósforo no traen beneficios en el rendimiento productivo o la osificación de los huesos. Sin embargo con el uso de la fitasa podemos mejorar la absorción del P digestible. Esto lo podemos observar en el estudio del polvo del hueso de la fíbula lo cual es práctico y es un indicador sensitivo del estatus mineral nutricional de los cerdos de finalización (D. Calderón 2014).

MAGNESIO (Mg)

Es un cofactor en procesos enzimáticos principalmente en procesos glucolíticos y es un constituyente de los huesos. El aporte de este mineral es proporcionado por medio de dietas que contienen soya o aquellas suplementadas con granos y proteínas.

Mientras el calcio activa la contracción del músculo, el magnesio contrarresta el efecto de contracción del calcio, de forma que el músculo puede relajarse de nuevo. En caso de carencia de magnesio, esta interacción ya no funciona correctamente.

Se encuentra en forma de óxido de magnesio, sulfato de magnesio, carbonato de magnesio y caliza dolomítica. Algunos signos que se observan con la deficiencia son hiperirritabilidad, espasmos musculares, postración, dificultad para levantarse, pérdida del equilibrio y tetania seguida de la muerte.

Un exceso de Mg en la ración puede desencadenar una deficiencia secundaria de Ca, por ser estos dos minerales antagónicos a nivel intestinal. Niveles superiores a 0.7% provocan heces extremadamente acuosas.

En el estudio de D’Souza et al. (1998), cerdos que recibieron una suplementación de la dieta con aspartato de magnesio (8% magnesio) a la dosis de 40 g/día durante 5 días pre-sacrificio tenían una menor concentración de noradrenalina en plasma y menor concentración de ácido láctico en músculo a 5 y 40 minutos postmortem. La suplementación con aspartato de magnesio resultó en un mayor pH inicial y final, menor porcentaje de pérdidas de agua y carne menos pálida.

POTASIO (K)

Es el mineral más abundante en el tejido muscular. Las dietas que contienen harina de soya por lo general contienen suficiente cantidad de potasio para cubrir los requerimientos de todas las etapas de los cerdos. La demanda de potasio se han visto incrementada por niveles altos de cloro en la dieta, sulfato y otros iones.

Ante una deficiencia se puede encontrar pérdida del apetito, lento crecimiento, condición deplorable de la piel y el pelo (cobertura pilosa quebradiza), disminución de la eficiencia alimenticia, inactividad, falta de coordinación e incluso insuficiencia cardiaca.

Los cerdos son muy resistentes a una intoxicación por potasio, pueden llegar a tolerar más de 10 veces los requerimientos en la dieta siempre y cuando se permita un libre acceso al agua.

MICRO MINERALES (MINERALES TRAZA)

Son los minerales requeridos en pequeñas cantidades, dentro de éstos se encuentran: cobalto, cobre, yodo, manganeso, selenio y zinc.

COBALTO (Co)

Es un componente de la vitamina B12. la microflora intestinal es capaz de sintetizarla si hay niveles suficientes de cobalto y para este proceso es necesario un nivel mínimo en la dieta. La síntesis intestinal es de gran importancia si es limitada la cobalamina (preformada).

El cobalto puede sustituir parcialmente al zinc, incluso suplementar las dietas con cobalto pueden ayudar a prevenir lesiones asociadas con deficiencia de zinc. Se estima una tolerancia de 10 ppm.

A un nivel de 400 ppm el de cobalto es tóxico para los cerdos jóvenes en crecimiento, llegando a ocasionar pérdida de apetito, incoordinación, tremores musculares y anemia. Ocasiona anorexia, ganancia de peso reducida, piernas rígidas, torso encorvado, incoordinación y tremores musculares.

El selenio y la vitamina E proveen protección contra la toxicidad ocasionada por exceso de cobalto.

COBRE (Cu)

El cerdo requiere cobre para la síntesis de la hemoglobina, para la producción y activación de enzimas oxidativas para un metabolismo normal.

Un nivel de 6 ppm está indicado para la alimentación de los lechones. Cuando se alimenta con 100 a 250 ppm de cobre, se estimula el crecimiento en los cerdos, aparentemente tiene acción antibacterial cuando se utiliza en altos niveles. La deficiencia de cobre conlleva a una pobre movilización de hierro, puede ocasionar una anemia de tipo microcítico hipocrómico. El efecto en huesos incluyen arqueamiento hacia afuera del tren anterior y arqueamiento hacia adentro de las extremidades posteriores, así como fracturas espontaneas.

FIGURA 1. Ictericia generalizada observada en piel y tejido adiposo en un cerdo en etapa de desarrollo.

Como se ha mencionado antes, las necesidades de cobre se encuentran en un rango de 5 a 6 ppm, pero llega a ser tolerable desde 100 a 250 ppm en la alimentación. Con una adición de hierro, zinc, molibdeno y sulfato en la dieta se reduce la acción tóxica.

El Cu quelado puede sustituir al CuSO4 como promotor de crecimiento. En un estudio, demostraron que el cobre quelado es más disponible basado en el rendimiento y concentración de Cu en el hígado, entonces una menor concentración del mineral quelado es requerida para obtener un efecto similar como promotor de crecimiento. Al usar una menor cantidad en la dieta
de los cerdos, menos cantidad podría ser excretada al medio ambiente (J. Zhao 2014).

Una de las probables causas de intoxicación por Cu son las dietas mal formuladas y por problemas en la maquinaria utilizada para la elaboración de premezclas minerales.
Una intoxicación por exceso de cobre en la dieta se manifiesta con las siguientes características: disnea, anemia o ictericia generalizada (Figura 1), pérdida de apetito, intensa sed, debilidad del tren posterior, espasmos musculares y gran excitabilidad, las heces se tiñen de negro y puede observarse hemoglobinuria. Se explica debido a que presentan una crisis hemolítica (cursan con hemólisis intravascular). A través de la necropsia se puede indentificar gastroenteritis, hemorragias en estómago e intestino. No se descarta la participación de herbicidas en la intoxicación por cobre.

YODO (I)

Es esencial para la glándula tiroides, para la producción de tiroxina, la cual controla el metabolismo y la producción de calor. Un nivel de 0.14 ppm de iodo en harina de maíz y soya en la dieta prevendrá bocio en cerdos en crecimiento y a niveles de 0.35 ppm evitará deficiencia de iodo en cerdas.

La incorporación de sal yodada (0.007% yodo) a nivel de 0.2% de la dieta proporcionará suficiente yodo (0.14 ppm) para cubrir las necesidades de cerdos en crecimiento alimentado con harina de grano de soya.

Algunas formas en las que se puede adicionar yodo en la dieta son: calcio yodado, potasio yodado y pentacalcio ortoperiyodado. Están en formas nutricionalmente disponibles y más estables en mezclas de sales que el sodio yodado o potasio yodado.

Los lechones que nacen de cerdas con deficiencia de yodo muestran engrosamiento de la piel, falta de pelo y una condición edematosa. En el caso de los cerdos adultos pueden presentarse problemas de bocio. Altos niveles de arsénico, flúor, cobalto, calcio y sal incrementan la demanda de I en el cerdo.

Un exceso de yodo en la dieta producirá una disminución en la ingesta y ganancia de peso. Se estima un nivel de tolerancia de 400 ppm.

Cuando hay intoxicación se observa vómito, estreñi- miento, convulsiones y debilidad cardiaca. Cuando las manifestaciones son de origen crónico, hay presencia de erupciones cutáneas, conjuntivitis y enflaquecimiento.

HIERRO (Fe)

Es necesario para la formación de hemoglobina en las células rojas y la prevención de anemia nutricional, sirve como un acarreador de oxígeno a través del cuerpo. En músculo se encuentra como mioglobina, en el suero como transferrina, en leche como lactoferrina y en hígado como ferritina y hemosiderina.

Mientras los cerdos se desarrollan (etapa fetal) una reserva de hierro es almacenada en su cuerpo. La cantidad que se almacena va a variar entre cerdos de una misma camada. Pero en ningún caso es la cantidad adecuada para mantener el crecimiento de los cerdos por más de 10 días a 2 semanas después de que han nacido. Por tal motivo, es de gran importancia administrar hierro en los lechones que se encuentran en lactación.

Es conocido que la leche de la cerda es pobre en Fe de ahí la importancia de suplementar a los lechones con hierro dextrano (200 mg) por vía intramuscular para que tenga una fácil absorción, una vez que los animales comienzan a ingerir alimento el riesgo por anemia se ve reducido debido a que por medio de la dieta se obtienen los niveles necesarios para los animales.

Se encontrará que los cerdos que sufren deficiencia de hierro presentarán una marcada debilidad e inactividad, disminuye el consumo, ganancia de peso y eficiencia alimentaria reducida. Pueden llegar a presentar problemas para respirar y en casos severos puede terminar con la muerte de los animales afectados.

Los niveles dietéticos se encuentran en un rango de 40 a 150 ppm. Tiene un efecto adverso cuando se le administra a razón de 1000 ppm llegándose a ver que las heces de los lechones oscurecen tras la administración por varias semanas, los animales comienzan a perder condición corporal, raquitismo con dificultad para andar y llegan a adquirir una postura de perro sentado.

Una vez que los animales comienzan a ingerir alimento los requerimientos de hierro en la dieta son de 80 ppm. El límite de tolerancia estimado para el hierro es de 3000 ppm. Cuando se administra en exceso puede ocasionar ingesta de alimento y ganancia de peso reducida, diarrea profusa, incoordinación, temblores, convulsión, respiración forzada, coma, somnolencia, muerte y raquitismo.

A nivel celular el exceso de hierro es un veneno protoplasmático capaz de inactivar metabolismos enzimáticos importantes. Se presenta una acidosis metabólica y la forma clínica de un profundo choque cardiovascular. El exceso de hierro también interfiere con el mecanismo de la coagulación aumentando y agravando cualquier proceso hemorrágico.

MANGANESO (Mn)

Participa con muchas enzimas en el metabolismo de los tejidos blandos y así mismo en el desarrollo de huesos.

Algunos signos de deficiencia se ven marcados por: cojera, estructura débil de los huesos, agrandamiento de la articulación del corvejón, aumento del depósito graso, fetos reabsorbidos, estro irregular, lechones nacidos muertos o débiles o pequeños.

Las necesidades de manganeso generalmente logran ser cubiertas en las dietas empleadas en la producción porcina. Ante un exceso de este mineral en la alimentación de los animales se provoca una reducción tanto en la ingesta como en ganancia de peso aunado a un desplazamiento rígido. El límite de tolerancia para el manganeso es de 400 ppm.

SELENIO (Se)

Las funciones del selenio como parte de la glutatión peroxidasa, una enzima que permite a la tripéptido glutatión llevar a cabo su rol como un antioxidante biológico en el cuerpo. Esto explica el por qué deficiencias de selenio y vitamina E se representan por medio de signología similar.

A mediados de los 90 se llevó a cabo una investigación preliminar sobre las diferencias en el desempeño logrado con Se-levadura y fuentes de selenio inorgánico (selenito de sodio) en la Universidad del Estado de Iowa (Mahan y Kim, 1996). Esta investigación demostró que la Se-levadura era más efectiva para aumentar las reservas de selenio en el cuerpo, transferir el selenio al feto, al nacer y en el momento del destete.

Según algunos trabajos el agregado de selenio a la dieta para obtener una concentración final de 0.8 a 1.1 ppm aumenta el crecimiento de cerdos destetados y reduce la frecuencia de hepatosis dietética, diarrea, úlcera gástrica y toxicidad de hierro posterior a la administración de hierro inyectable.

Se permite la adición de 0.1 a 0.3 ppm de selenio a la dieta de cualquier etapa de los cerdos. Una deficiencia de selenio probablemente ocasionará una producción espermática reducida y/o con una deficiencia de vitamina E puede llegar a presentarse la enfermedad del músculo blanco (Figura 2).

FIGURA 2. Lesiones blanquecinas en el corazón de un cerdo en etapa de crecimiento con probable degeneración de las fibras musculares.

Hay que tener en cuenta que en algunos casos cuando se tienen 5 ppm de selenio en la dieta producirá signología de toxicosis, observándose anorexia, alopecia, cianosis, disnea, separación de las pezuñas del surco coronario y cambios degenerativos en el hígado y riñón.

La levadura de selenio (como fuente de Se orgánica) se ha incorporado a una mayor concentración en el lomo, hígado, y tejidos capilares de los cerdos en etapa de crecimiento-finalización en comparación con una fuente inorgánica utilizada durante un estudio realizado en Estados Unidos (Mahan DC 2014).

Formulaciones que contienen de 10 a 27 ppm producen parálisis caracterizada por tetraplejia o parálisis posterior observada en cerdos en crecimiento. Se tiene un nivel de tolerancia de 2 ppm en el caso de la adición de selenio a la dieta.

ZINC (Zn)

Los requerimientos de zinc en las dietas de los cerdos es muy bajo, sin embargo cuando hay dietas que contienen altos niveles de calcio, la utilización de zinc se deteriora con el subsecuente incremento de sus requerimientos. Los niveles dietéticos recomendados de Zn son de 50 a 100 ppm, sin embargo éstos son mayores en cerdos más jóvenes.

En ausencia de antibióticos y/o en combinación con ellos, la adición de óxido de zinc es una medida efectiva para el control de las alteraciones digestivas en lechones (control de la mayoría de las diarreas colibacilares al momento del destete). Para que su uso sea efectivo debe de administrarse de 2500 a 3000 mg/kg de ZnO (se recomienda su utilización durante periodos cortos ya que la ingesta alta de óxido de zinc conlleva a una reducción de consumo de pienso).

Actualmente los cerdos destetados mientras cambian de fuentes de alimentación y psicológicamente se enfrentan a un nuevo ambiente, tienen una demanda biológica extrema de antioxidantes como medida de defensa. Datos de un estudio demuestran que para maximizar el crecimiento, salud y bienestar animal y una mayor composición de tejido magro, recomiendan 75 mg/kg de Zinc orgánico en una dieta para lechones (Hill GM 2014).

Un estudio realizado para demostrar cómo influye la adición de zinc a la dieta base de machos jóvenes (6 a 8 meses de edad) demostró que añadiendo a una dieta base (25 ppm de Zn) 150 ppm de ZnMET demostró un efecto positivo en el comportamiento sexual. Mejorando la libido, disminuyendo las dificultades durante la monta, mayor longevidad y proporcionando una mayor cantidad de eyaculado y mejor calidad (Lorea Ortega 2014).

Cuando hay una deficiencia de zinc en la dieta, se observa una condición en la piel llamada paraqueratosis (aparición de lesiones proliferativas no inflamatorias de la epidermis) generalmente inicia en la superficie ventral y se propaga a la cara interna de las extremidades presentando una distribución simétrica (Figura 3). Se puede encontrar también un pobre crecimiento y conversión alimenticia, cerdas con camadas poco numerosas, lechones pequeños y machos con retraso en el desarrollo testicular.

FIGURA 3. Cerdo en etapa de crecimiento que presenta paraqueratosis bilateral en los miembros posteriores.

La mayoría de los casos de paraqueratosis se deben a una resorción insuficiente por concentraciones altas de ácido fítico en la dieta por inclusión de soya o salvado de trigo o calcio. Otros factor predisponentes son el rápido crecimiento.
Existe un límite de tolerancia de 3000 ppm para cerdos destetados y 1000 ppm hablando de otras etapas.

Los signos de toxicidad que se presentan son: depresión en el crecimiento, artritis, deformaciones óseas como cartilaginosas, cojera, hemorragia intramuscular, hemorragia en espacios axilares, gastritis (Figura 4) y enteritis.

FIGURA 4. Estómago de cerdo con gastritis difusa grave de un cerdo en etapa de crecimiento

INTOXICACIÓN POR MOLIBDENO (Mo)

Grandes cantidades de este mineral ocasionarán carencia de cobre, las cerdas presentan una marcada infertilidad y esterilidad. Ante una intoxicación se observa ptialismo, trastornos circulatorios, contracciones de la cabeza y el tronco, marcha contra las paredes y caídas.

INTOXICACIÓN POR ARSÉNICO (As)

Cantidades de 0.5 a 1 g de arsénico son mortales, la intoxicación se puede desarrollar por una ingestión de alimento contaminado con herbicidas arsenicales o residuos procedentes de industrias. Para identificar una intoxicación de arsénico podemos guiarnos de algunos signos particulares como el vómito, cólico, estreñimiento, diarrea hemorrágica y posteriormente culmina en la muerte de los animales afectados.

INTOXICACIÓN POR PLOMO (Pb)

Los cerdos tienen la característica de ser resistentes a grandes cantidades de plomo, sin embargo, se ha reportado en casos donde los animales llegan a lamer pinturas que contienen plomo o el alimento se ve contaminado por éste. Los signos ante un envenenamiento agudo se basan en la presentación de cólicos, vómito, diarrea, irritabilidad aumentada, parálisis, hemorragias petequiales y necrosis hepática (Figura 5). Aunque en un caso crónico la pérdida de peso y la estomatitis serán evidentes.

FIGURA 5. Hígado de cerdo con focos blanquecinos, sugerente a necrosis.

Se ha reportado que los cerdos llegan a presentar crecimiento de las articulaciones de los huesos largos. Una dieta baja en calcio (0.7%) aunado a una concentración de 1000 ppm de plomo en la dieta produce una mayor captación de plomo por los tejidos pudiendo ocasionar intoxicación en las personas que la consuman.

Si se quieren dar las carnes como aptas para consumo (niveles mayores de 10 mg/kg en hígado ya son indicativos de envenenamiento por plomo). La tolerancia indica niveles de 0.5-0.8 mg/kg en hígado y riñones, por otro lado se considera 0.2-0.3 mg/kg en músculo para el caso del ganado vacuno y porcino.

MINERALES INORGÁNICOS v.s. MINERALES ORGÁNICOS

En un estudio se hizo la comparación de alimentar a los cerdos destetados co
fuentes de minerales orgánicos e inorgánicos (Mg, I, Cu, Zn, Se, Cr). El resultado fue que los animales con una dieta a base de minerales inorgánicos excretaron mayor cantidad al ambiente de éstos en comparación con los que se les proporcionó una fuente orgánica. No hubo diferencia en la ganancia de peso, consumo y conversión alimenticia, probablemente debido a una mayor biodisponibilidad de los minerales orgánicos. Estos resultados indican que es posible reemplazar totalmente los minerales inorgánicos por los minerales orgánicos.

Una ventaja adicional es la reducción de excreción de minerales al medio ambiente (L. Hernández, 2014).

¿RE EVALUAR LA CANTIDAD DE MINERALES EN LA DIETA?

En un estudio presentado por el profesor benemérito de la Universidad de Ohio (A New Approach in Determining the Micro Mineral Needs of the Growing Pig) refleja cómo las recomendaciones para la suplementación de minerales traza establecidas por el NRC están muy arriba de los requerimientos de los cerdos. Una de las conclusiones de sus estudios es que cuando los cerdos fueron alimentados a un 50% o más de los requerimientos establecidos por el NRC (1998, 2012) no hubo efecto en el rendimiento de los cerdos. También indica que los minerales de origen orgánico tienen un valor promedio de 20% mayor digestibilidad en comparación con las fuentes inorgánicas.

CONCLUSIÓN

Los minerales son un pilar en la nutrición de los animales que debemos monitorear en todo momento, la naturaleza de cada individuo es muy sabia al avisar ante situaciones que comprometan el funcionamiento de los procesos metabólicos expresándolo desde cambios celulares hasta manifestaciones físicas que nos ayuden a detectar este tipo de problemas rápidamente. Por ello es muy importante tener en cuenta los límites de inclusión de estos elementos en la dieta de los animales y en este caso, los cerdos en particular (Cuadro 1).

Enfocar la nutrición hacia individuos que cursan un desarrollo similar (etapa productiva, fin zootécnico, edad y condición corporal) para brindarles los requerimientos que necesitan para alcanzar su potencial genético.

Por último, no debemos olvidar que existen diversas opciones para proporcionar a los animales los requerimientos minerales que necesitan, el acceso a fuentes de minerales a veces puede ser un problema aunado a que debemos buscar la manera en que éstos sean aprovechados por los animales en su mayoría y con esto ayudar a disminuir su excreción por medio de las heces u orina para reducir la contaminación ambiental.

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Artículo publicado en Los Porcicultores y su Entorno Marzo-Abril 2015

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