Principales endoparasitosis en porcino según el sistema de producción

Jessica J. Quijada
Profesora agregada a la Cátedra de Parasitología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Central de Venezuela (UCV)
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Las infecciones parasitarias gastrointestinales del ganado porcino están causadas por diversos agentes parasitarios, por lo que resulta interesante conocer si existen diferencias en los parásitos internos de los animales según el sistema de producción en el que se han criado. El parasitismo gastrointestinal en el ganado porcino es de etiología “poliparasitaria”, es decir, que participan diversos agentes parasitarios como los protozoarios (parásitos microscópicos, intracelulares, entre los que se encuentran los coccidios) o un amplio número de helmintos (ascáridos y estrongílidos).

Debido a que las infecciones virales y bacterianas en los cerdos causan elevadas pérdidas, las infecciones parasitarias se consideran de menor importancia, si bien es cierto que son igualmente relevantes.

A diferencia de las infecciones producidas por bacterias y virus, las infecciones parasitarias no pueden prevenirse mediante la vacunación. Por otra parte, al producir infecciones subclínicas, pasan desapercibidas, y causan lesiones en el tracto gastrointestinal del cerdo que disminuyen su capacidad digestiva, lo que se traduce en un retraso en la ganancia de peso. Además, al alterar el estómago y los intestinos, favorecen la instauración de bacterias y virus. Así mismo, algunas formas larvarias de helmintos migran por órganos, por los pulmones y/o por el hígado abriendo

Son de diversa etiología, entre los que cabe destacar [1,3,4,7,12]:

Protozoarios. Son parásitos unicelulares que se ubican en el interior de las células intestinales, en donde se multiplican, dañándolas y destruyéndolas. Son los coccidios (Eimeria spp. e Isospora spp.), Cryptosporidium parvum, etc. Helmintos. Son parásitos pluricelulares, de aspecto vermiforme o de “gusano” que habitan en la cavidad estomacal e intestinal y pueden medir desde menos de un centímetro hasta los 30, como es el caso de los áscaris. Son: Ascaris suum, Oesophagostomum, Hiostrongylus rubidus, Strongyloides ransomi, Trichuris suis, etc.

Formas de transmisión

Las formas infectivas de los parásitos son huevos u ooquistes que se liberan al medio ambiente junto con las heces y sobreviven largos periodos de tiempo en el ambiente en el que se encuentran los cerdos, por lo que constituyen una fuente de infección continua para los animales. En particular, resulta complicado controlar las infecciones causadas por helmintos, por lo que este tipo de infección no está incluida dentro de los Sistemas de Programas de Producción de Cerdos Libres de Patógenos (SPF) [8].

Incluso en países desarrollados como Dinamarca, los problemas parasitarios causan importantes pérdidas y por este motivo se desarrollan gran cantidad de trabajos en esta área [8,9,10], ya que los efectos patógenos de estos parásitos se traducen en morbilidad, mortalidad, decomisos de órganos y vísceras, disminución de la calidad de éstas, gastos en antiparasitarios y disminución del índice de conversión de los animales [10,11].

Con el nuevo enfoque mundial de dirigir la producción animal hacia sistemas más “cómodos” para los cerdos, que a la vez involucren la menor cantidad de aditivos químicos (tanto en el alimento como en tratamientos) y el interés de que los costos de producción relacionados con la construcción y mantenimiento de instalaciones sea lo más accesible posible, está aumentando también el interés hacia el comportamiento de las infecciones parasitarias en sistemas que se califican como “alternativos”, ya que en trabajos de investigación desarrollados en Europa se ha relacionado la producción alternativa de cerdos con una mayor prevalencia de parásitos gastrointestinales [8].

Parasitismo

Los parásitos son seres vivos que dependen de otro individuo (denominado hospedador) para subsistir y reproducirse. Pueden clasificarse en dos grandes grupos: ectoparásitos y endoparásitos. Los ectoparásitos son todos aquellos que se desarrollan sobre la superficie externa de los hospedadores, ya sea de manera obligatoria o accidental. Ejemplos de ectoparásitos son: las miasis (gusanos de las heridas), las pulgas, las garrapatas, los ácaros productores de sarna, los dípteros hematófagos (mosquitos, zancudos, tábanos), etc.

Los endoparásitos son aquellos que se alojan dentro del cuerpo de su hospedador, en diversos sistemas y órganos, como el sistema sanguíneo (sangre, corazón, vasos sanguíneos), urinario, genital, pulmones, hígado, sistema digestivo.

Diferencias en las parasitosis según el sistema de producción

Para completar la evaluación productiva de cerdos bajo cuatro sistemas de producción (jaula, corral, cama profunda y campo o pastoreo), se estudió durante cinco meses la presencia de parásitos internos.

Se estudiaron cerdas de la línea genética Camborough 22, que fueron desparasitadas con un antihelmíntico antes del inicio del estudio. Se usó la técnica cuantitativa de Mc Master [6] que permite conocer una relación de la carga parasitaria que alberga un hospedador, mediante la observación y conteo de sus huevos y ooquistes. Por la biología parasitaria, esta técnica se aplica para coccidios y estróngilos, pero permite diagnosticar todos los parásitos digestivos y respiratorios del cerdo.

La prevalencia es el número de animales que resultan positivos del total de individuos examinados en un momento determinado [5]. En la tabla 1 se muestran los valores de prevalencia promedio mensual de infecciones diagnosticadas de acuerdo al sistema de producción durante la evaluación de cinco meses. Los mayores valores de prevalencia corresponden a las infecciones por coccidios (de 26% a 54%), sólo se observó infección por estróngilos en el sistema de jaulas (4%) y Ascaris suum se detectó solamente en los sistemas de corral y cama (4% y 8%, respectivamente).

Tabla 1. Valores de prevalencia promedio (%) de infecciones según sistema de producción durante el estudio. (Fuente: Baranenko y col., 2009).

JAULA CORRAL CAMA CAMPO
Coccidios 26 40 36 54
Estróngilos 4 0 0 0
Áscaris 0 4 8 0

En cuanto a las cargas parasitarias, permiten conocer una proporción numérica de la cantidad de parásitos que alberga el animal. En la tabla 2 se muestran los valores observados en el caso de infecciones por coccidios y por estróngilos (la mera presencia de áscaris indica problema).

JAULA CORRAL CAMA CAMPO
OPG 40 176 376 903
HPG 2 0 0 0

Tabla 2. Valores de cargas parasitarias promedio de coccidios (OPG ) y estróngilos (HPG ) según sistema de producción durante el estudio. (Fuente: Baranenko y col., 2009).

Se observó que las condiciones de cada sistema de producción favorecen el desarrollo y la supervivencia de los ooquistes de coccidios en el ambiente, razón por la que se detectaron coccidiosis en todos los sistemas de producción, aunque las cargas parasitarias promedio fueron de muy bajas a moderadas. Sólo se observaron algunos casos clínicos en los hijos de las cerdas evaluadas en el sistema campo, ya que éstas actuaron como fuente de infección para los lechones [1,4,7].

En relación a los helmintos estróngilos y a A. suum, debe considerarse por una parte el periodo de desarrollo del ciclo de vida de estos parásitos (que va de uno a dos meses) y por otra que al haberse detectado niveles de infección muy bajos la posibilidad de infectarse de los cerdos es baja también, lo que explica las bajas prevalencias y cargas parasitarias. En los sistemas cama y campo, puesto que el área en que se desplazan los cerdos es amplia, se diluyen aún más esos huevos infectivos en el ambiente. Estadísticamente no se encontraron diferencias en cuanto a estas helmintosis en relación con el tipo de sistema de producción.

Conclusiones

A continuación se exponen las principales conclusiones de este trabajo.

• Contrariamente a las observaciones de investigadores europeos, se ha observado que los sistemas alternativos (cama y campo) no influyeron significativamente en la aparición de infecciones por parásitos.

• Las infecciones no fueron estadísticamente mayores ni más intensas en los sistemas alternativos (cama, campo), en comparación con los sistemas tradicionales (jaula, corral).

Principales endoparasitosis en porcino según el sistema de producción endoparasitosis porcino 1
Las cerdas evaluadas en el sistema campo actuaron como fuente de infección para los lechones.

• Aunque las cargas parasitarias por coccidios fueron mayores en el sistema de campo, cabe señalar que fueron observadas también en los otros. Sin embargo, debe evaluarse en detalle qué condiciones ambientales (humedad, número de animales por área, etc.) en este tipo de sistemas pueden favorecer la aparición de la coccidiosis.

• Bajo las condiciones de realización del estudio no hubo diferencias estadísticas en la aparición de helmintosis en función del tipo de sistema de producción.

• En cualquier sistema de producción porcina, es importante la adecuada recogida de excretas para evitar la diseminación de huevos y ooquistes (formas infectivas) de parásitos.

• Es preciso vigilar los niveles de humedad en las instalaciones y/o en los establos en los que permanecen los animales, ya que la humedad favorece en gran medida el desarrollo y supervivencia de las formas infectivas en el ambiente.

Principales endoparasitosis en porcino según el sistema de producción endoparasitosis porcino 2
No hubo diferencias estadísticas en la aparición de helmintosis en función del tipo de sistema de producción.

• Cuando los animales están bien nutridos son más resistentes a las infecciones parasitarias. Es muy importante el nivel proteico de la dieta.

Para paralizar el ciclo de vida de los parásitos se debe:

• Dejar “descansar” los establos al menos un mes entre lotes para favorecer la inactivación de las formas infectivas de los parásitos, al adoptar sistemas alternativos de producción.

• Dejar “descansar” los establos al menos un mes entre lotes para favorecer la inactivación de las formas infectivas de los parásitos Introducir los animales desparasitados en un ambiente limpio y libre de heces, y con la menor cantidad de humedad o zonas inundables., al adoptar sistemas alternativos de producción.

• Cambiar frecuentemente el material que sirve de cama, al menos entre lotes.

• Seguir evaluando el efecto de los distintos sistemas productivos sobre la aparición de parasitosis en grupo de cerdos mayores y que incluyan animales de distintas edades

Artículo publicado en “Los Porcicultores y su Entorno

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