Alemania prohibirá en el 2022 sacrificio de 45 millones de pollitos machos

Redacción BM Editores.

Cada vez es más fuerte la corriente de opinión alrededor del mundo de que no es necesario infringir dolor para obtener la carne animal o desechar a éstos porque no pueden entrar al circuito de la alimentación del ser humano.

En este segundo caso, hay que señalar que en todo el mundo se mata a los pollos machos poco después de nacer, por el simple hecho de su sexo y en virtud de que no sirven para obtener huevos.

Por tal motivo, a partir del próximo año, Alemania prohibirá matar a 45 millones de pollitos machos por el simple hecho de su sexo, además de que en materia de producción comercial su carne no es adecuada para la venta.

Sin embargo y lo más lamentable de estas acciones, para los agricultores los pollos machos no son rentables, por lo que les provocan la muerte por medio de gas y triturándolos, al primer y último día de su vida.

A partir del primero de enero del próximo año, el gobierno alemán prohibirá esta práctica, pues el bienestar de los animales supera los intereses económicos, informa en un despacho informativo la agencia alemana de noticias Deutsche Welle https://p.dw.com/p/3oBer

La Ministra Federal de Agricultura Julia Klöckner, al presentar la ley, en septiembre del año pasado, subrayó que matar a los pollitos por ser de un determinado sexo es éticamente inaceptable, prohibición que calificó de “un hito para la protección de los animales”.

Por su parte, el presidente de la Liga de Protección de los Animales, Thomas Schröder, dijo que la prohibición es correcta, pero no lo suficientemente consistente, demasiado desalentadora, y llega tarde, pues en el acuerdo de coalición, los partidos CDU y SPD habían acordado aprobar la prohibición el año 2019.

Cabe destacar de acuerdo al Ministerio de Agricultura de Alemania, ahora los avicultores tienen la posibilidad técnica de determinar el sexo de los embriones en el huevo, pues desde el noveno día de incubación, pueden extraer un poco de líquido a través de un pequeño agujero en la cáscara del huevo y analizarlo.

Los polluelos femeninos son entonces incubados, mientras los polluelos masculinos, no.

En su turno, Olaf Bandt, presidente de la Asociación para el Medio Ambiente y la Conservación de la Naturaleza, (BUND, por sus siglas en alemán), señaló que “La determinación del sexo dentro del huevo solo debe ser una solución provisional”, pues en lugar de invertir tiempo y dinero en soluciones técnicas, los responsables políticos deberían abordar ahora la conversión a una agricultura sostenible y asegurar más espacio para los animales en los establos, de modo que las condiciones de vida de los animales sean más saludables.

Bandt y otros expertos en agricultura también recomiendan criar los llamados “pollos de doble propósito” para la producción de ambos: carne y huevos. Estos pollos existen en la cría tradicional de pollos, y fueron comunes en Alemania hasta la década de 1950.

Las gallinas de “doble propósito” ponen menos huevos, y a veces más pequeños, que la raza más común, y de cría intensiva, de gallinas ponedoras especialmente destinadas a la producción de huevos, y los gallos crecen más lentamente y no son tan grandes como los actuales pollos de engorde. Aun así, las granjas pueden vender tanto los huevos como la carne.

El precio para los consumidores sería ligeramente superior, pero hay otros beneficios, que los pollos son, por lo general, más robustos, más sanos y, por consiguiente, requieren menos medicación.  Esto también podría reducir el elevado uso de antibióticos en la agricultura industrial.

Es intenso el exhorto mundial a un cambio fundamental en los métodos agropecuarios, y la prohibición de matar a los polluelos solo debería ser un primer paso en esa dirección. El creciente consumo de carne, no solo de pollo, es una carga global para el clima y la salud.

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