Francisco Alejandro Alonso Pesado
Elizabeth Rodríguez de Jesús.
La ganadería productora de carne bovina en el país es una de las actividades importantes del sector agropecuario (primario), ya que aporta proteína de origen animal de alta calidad para la población humana. Además, es un sector donde se generan empleos directos e indirectos, fortaleciendo al mercado interno(1). En México, parte de la producción de carne de res y parte de animales vivos se exportan, por lo tanto, el país capta dólares y presenta, en la actualidad, un superávit en la balanza comercial mexicana en carne de res. Otros factores que alimentan “la relevancia” de esta actividad son: i) efectos multiplicadores en regiones donde se localizan las empresas; ii) generación de valor agregado a lo largo de la cadena de producción; iii) captación de impuestos por parte de los gobiernos municipales, estatales y federal; y iv) desarrollos locales y regionales provocando derramas económicas, favoreciendo a productores y consumidores. La carne y la leche de bovino son mercancías contempladas como satisfactores de primera necesidad, por lo tanto, su producción, distribución y comercialización fluye continuamente hacia el mercado mexicano, satisfaciendo hasta cierto punto, las necesidades esenciales de la población(1).
El crecimiento demográfico, el aumento de la riqueza y la urbanización han empujado a una mayor demanda de productos ganaderos (incluyendo la carne de bovino), en particular en los países en desarrollo(1). En la actualidad, el sector ganadero mexicano, productor de carne de res, se encuentra ante un escenario de grandes retos. Uno, entre varios retos a los que se enfrenta esta actividad, fue la súbita presencia del coronavirus SARS-COV2, que derivó en la pandemia mundial del COVID 19. La presencia de la pandemia obligó a los gobiernos de los países, a tomar acciones tales como: cierres emergentes de empresas, restricciones de viajes y control de fronteras(1).
Estas acciones se tradujeron en resultados con consecuencias negativas para los agentes económicos en el sector agropecuario. Algunos resultados fueron (y son): dificultad en la movilización de animales y mercancías de origen animal como huevo, leche y carne, hacia los mercados; restricciones en la capacidad de compra de insumos esenciales para continuar con los procesos productivos; acceso restringido a la fuerza de trabajo y servicios profesionales. Estas dificultades y restricciones llevaron a un menor uso de la capacidad instalada en los eslabones de la cadena de valor, por lo tanto, menos cantidades de producto de origen animal en los mercados, así como pérdidas y desaceleración de la actividad económica(1). Un reto más que enfrenta la actividad productora de carne de res mexicana, es el derivado del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Este conflicto configuró la disrupción en los eslabones de la cadena de suministros, esta situación elevó los costos de producción de los productos pecuarios, incluyendo el costo en la producción de carne de res. Además, el conflicto contribuyó a un menor suministro de recursos necesarios para continuar con la actividad productiva. Un tercer reto que enfrenta la actividad productora de carne de res (y todo el sector primario o agropecuario) es la presencia del fenómeno inflacionario mundial. El fenómeno afecta a todos los agentes económicos, es decir, a los productores, a los consumidores, al gobierno y a los mercados nacionales e internacionales. México y muchos otros países, han visto cómo los precios de los alimentos han aumentado por encima de la inflación general.
Además, la inflación impacta fuertemente a las clases sociales con menor poder de compra, ya que destinan un mayor porcentaje de sus pocas percepciones, a la compra de alimentos. Otro “escollo” a superar por el sistema de producción de carne de bovino es precisamente el aumento de las tasas de interés. Los bancos centrales de los países con el fin de frenar o desacelerar el fenómeno inflacionario, elevan las tasas de interés de referencia, esta política monetaria se lleva a cabo con el fin de inhibir la inversión bruta fija y el consumo privado. Sin embargo, si los bancos centrales “abusan” elevando desmesuradamente las tasas de interés de referencia, se puede llegar a una situación en la cual se afecta severamente la producción del país, incluyendo la producción de carne de bovino.
Independientemente del manejo correcto de la tasa de interés de referencia por parte de los bancos centrales, el solo hecho de elevar la tasa de interés conduce a un aumento de costos de producción por concepto de intereses, mayores endeudamientos (crecen los pasivos) de los productores y una mayor deuda total del gobierno federal. Sin embargo, el sector primario es un sector que tiene mayores posibilidades de recuperación, ante este escenario. Es posible que el sector agropecuario podría tener una disminución de empleos, pero en menor número comparado con otras actividades productivas, esto se explica principalmente a que el sector primario es esencial, (produce alimentos, materia prima para los otros dos sectores económicos, dólares, empleos, y uso de recursos, incluyendo los naturales) y al compromiso que tiene el productor primario de suministrar mercancías necesarias de muy alto valor nutricional para la población.
Los ganaderos están comprometidos con la producción de mercancías como leche, huevo y carnes y así abastecer todos los días a los consumidores, llegando los bienes a sus mesas. En México, el volumen de producción de carne de bovino viene creciendo, y así haciendo frente a una mayor demanda del producto a nivel nacional. En 2021 se produjeron en el país 2’126,000 toneladas de carne de res, en 2020 la cifra se ubicó en 2’078,000 toneladas, por lo tanto, el crecimiento en 2021 con respecto a 2020 fue de 2.3 por ciento(3). Con respecto al Consumo Nacional Aparente (CNA) de carne de res, el país presentó una disminución promedio anual de -0.01 por ciento en el periodo comprendido de 2011 a 2020. En 2011, el CNA fue 1’948,431.37 toneladas, en 2020 la cifra se ubicó en 1’945,673 toneladas, se aprecia un estancamiento del CNA en el país. El país presenta una expansión constante en las exportaciones de carne de res. En 2022, México exportó 335 mil toneladas de carne de res, cifra récord. La Balanza Comercial (BC) mexicana de carne de bovino en el 2022 fue superavitaria por un valor de 1,528.4 millones de dólares. Ante este marco de referencia general, se elaboró el trabajo, “Oferta, Demanda y Exportaciones de carne de res en México”.
Material
Para realizar el trabajo, “Oferta, Demanda y Exportaciones de carne de res en México” se llevó a cabo una revisión amplia de información secundaria, se leyeron detenidamente las fuentes de información secundaria, una vez leída la información, ésta se analizó y se evaluó y así plasmarla en el trabajo:
De la información obtenida se seleccionaron algunos datos, mismos que se sustituyeron en las siguientes fórmulas.
Donde:
TMCA = Tasa Media de Crecimiento Anual.
VF = Valor Futuro.
VI= Valor Inicial.
n = Periodo (Años).
1 = Constante.
100 = Valor expresado en porcentaje.
CNA = Inv. Inic. + P.N. + M – (X+ Inv. Fin.)
Indicando que:
CNA = Consumo Nacional Aparente. Inv.
Inic. = Inventario inicial.
P.N = Producción Nacional.
M = Importaciones.
X = Exportaciones. Inv.
Fin. = Inventario final.
DESARROLLO DEL TEMA.
PROYECCIÓN MUNDIAL AL AÑO 2023 DE CARNE DE RES.
Se elaboró un estudio mediante un resumen y análisis del informe “Agricultura Outlook 2014 – 2023”, llevado a cabo por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO)(5). El estudio contempló una evaluación de las perspectivas de la próxima década de los mercados de productos básicos agropecuarios(5). Las proyecciones presentan un escenario posible sobre la base de supuestos específicos acerca de condiciones macroeconómicas, la política agropecuaria y comercial, las condiciones climáticas, las tendencias de la productividad a largo plazo y la evolución de los mercados internacionales(5).
Las proyecciones de la producción, el consumo y las existencias de las diferentes mercancías agropecuarias descritas y analizadas del informe abarcan los años 2014 – 2023. La evolución de los mercados se calculó a través de la Tasa Media de Crecimiento Anual (TMCA) en el último año 2023 con referencia a un período base de tres años entre 2011 y 2023(5).
PROYECCIÓN MUNDIAL DE PRODUCCIÓN DE CARNE DE RES.
Se proyectó en el mundo un aumento adicional en el volumen de producción de carne de res de 57.7 millones de toneladas en 2023. De ese aumento 28.3 millones de toneladas corresponden a carne aviar, 16.7 millones de toneladas a carne porcina, 9 millones a carne bovina y 3.8 millones a carne ovina. La producción proyectada de carne de bovino presentó un incremento mayor al que tuvo en la última década(5).
Se estima que la producción mundial de carne de res aumente. Un evento importante de consideración es la fase de reposición del stock de ganado. La fase de reposición está actualmente en marcha en América del Norte, principalmente en Estados Unidos de América (EUA), país que representa alrededor de más de una sexta parte del stock mundial. Se prevé que en el periodo proyectado se produzca una expansión del ganado productor de carne, la cual se espera que tenga un impacto relevante en los mercados cárnicos del Pacífico. India probablemente representará casi el 10 por ciento de la carne bovina adicional producida para 2023 como resultado de los programas pares para alentar el volumen de producción exportable implementados por el gobierno(5).
PROYECCIÓN MUNDIAL DE CONSUMO DE CARNE DE RES.
Las preferencias de los consumidores, sumado con los ingresos y el crecimiento demográfico, son variables que impulsan la demanda de carne de res en el tiempo. Se pronostica que el consumo mundial de carne de bovino avance en las próximas décadas (2014- 2023), a pesar de que podría aumentar sólo 0.1 kilogramo por persona de carne de res en 2023, en comparación con el promedio del periodo base(5). El consumo por persona caería levemente en países desarrollados, mientras que podría aumentar en los países en desarrollo. Es probable una disminución en América del Norte de 3.1 kilogramos per cápita como consecuencia del aumento de precios de este satisfactor en relación con otras carnes sustitutas, como la de pollo(5).
PROYECCIÓN MUNDIAL DE LAS EXPORTACIONES DE CARNE DE RES.
Se espera que la mayor parte de las exportaciones adicionales de carne de res surjan de América del Sur como resultado a un crecimiento de las exportaciones del 1.4 por ciento anual en el periodo proyectado. Por otro lado, se pronostica que las exportaciones de América del Norte (con excepción de México) y las de Europa, podrían disminuir en el tiempo proyectado(5). Es de central importancia aclarar que en el estudio no se incorporaron factores sumamente relevantes como: a) la pandemia; b) el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania; c) la inflación presentada desde 2021; y d) el aumento de las tasas de interés realizadas por los bancos centrales de los países con el fin de desacelerar la inflación mundial.
PRODUCCIÓN DE CARNE DE RES EN MÉXICO.
En 2020, México ocupó a nivel mundial el octavo lugar en producción de carne de res, con un aporte de 2’078,000 toneladas métricas. Esta cantidad representó el 3.47 por ciento de la oferta mundial de carne de bovino. En ese año, EUA ocupó el primer lugar con una producción de 12’381,000 toneladas. En ese mismo año, 10 países concentraron el 85 por ciento de la producción mundial de la mercancía(3). En 2020, el país produjo 7.4 millones de toneladas de carne (pollo, bovino, porcino y otros). El 48 por ciento de la producción nacional fue de carne de pollo, el 28 por ciento correspondió a carne de bovino y el 22 por ciento fue aportado por la carne de cerdo. La TMCA de la carne de res en el periodo 2011- 2021 fue 1.65 por ciento, y una tasa acumulada en ese mismo periodo de 17.85 por ciento.
El volumen de producción de carne de res en 2011 fue 1’804,000 toneladas métricas, ya para 2021 la cifra de producción se ubicó en 2’126,000 toneladas métricas(3), (véase cuadro 1). En 2021 se registró un máximo histórico de producción nacional de carne de bovino, ofertándose 2’126,000 toneladas métricas. Lo que representó un aumento de 48,000 toneladas métricas con respecto al volumen de producción del 2020(3). Para lograr estos niveles de producción de carne de res se contó con un inventario ganadero nacional en 2020 de 32’950,000(3). Inventario que ha crecido en el tiempo. La región que presentó una mayor aportación fue la región tropical. Esta región poseyó en 2016, 46 por ciento del inventario bovino nacional(6). Otra variable que influyó y alcanzar estos niveles productivos de carne de res en el país, es la calidad genética del ganado. A mayor calidad genética, mayor productividad.
En 2016 el país tenía aproximadamente 21 por ciento de animales de estirpe criolla; 28 por ciento de razas especializadas para la producción de carne de res y cerca del 49 por ciento fueron cruzas entre éstas, lo que derivó en una mejor adaptación de los animales a los diversos climas de México y, por lo tanto, un mayor nivel de producción de carne de res(6). Un factor favorable que aumenta el volumen de producción de carne de res de alta calidad es el procesamiento de los animales en plantas (rastros) de matanza Tipo Inspección Federal (TIF)(6). Se identifican productores certificados y aquellos que no lo son. Los certificados colocan su producción a la industria certificada, la cual cumple con el marco normativo que da certeza del bienestar de los semovientes. Además, otorga calidad e inocuidad al satisfactor (carne de res) para beneficio del consumidor.
Los rastros TIF que cuentan con certificación necesaria, les permite colocar los productos cárnicos de res en el mercado internacional(6). En 2020, en el país se sacrificaron, 3’843,000 cabezas de ganado bovino en rastros TIF, en ese mismo año 1’931,000 animales se sacrificaron en rastros municipales y 2’364,000 en rastros privados. En 2020, aproximadamente el 47 por ciento de los sacrificios de ganado bovino se llevaron a cabo en rastros TIF(3). De 2015 a 2020 el número de animales sacrificados en rastros TIF pasó de 2’814,000 a 3’843,000, es decir, un aumento de 1’029,000(3), cifra muy relevante. Este escenario va acorde a la dinámica exportadora creciente del sistema de producción de carne de res del país. Una variable sumamente importante para lograr aumentos en la producción de carne de res es la configuración de bajos costos de producción. A menores costos de producción, mayores posibilidades de ampliar ganancias estimulando el nivel productivo de carne de res. Se vienen presentando aumentos en los precios de los insumos básicos para la elaboración de alimentos balanceados suministrados a los bovinos de carne de res.
El maíz amarillo y la pasta de soya se han encarecido, provocando aumento en costos de producción. Las causas del aumento de costos son: i) incremento de precios de insumos alimenticios; ii) subidas de precio de energéticos; iii) elevación de precios de fertilizantes; iv) condiciones climáticas desfavorables y iv) disrupciones en las cadenas de suministro. La disrupción se explica por la pandemia y la guerra Rusia – Ucrania. A lo largo de 2022, el precio del maíz amarillo se encareció, pasando de $4.36 a $7.00 por kilogramo y el precio de la pasta de soya se elevó en promedio de $7.35 a $11.20 por kilogramo. Aun con este incremento de costos el volumen de producción de carne de res aumentó, presentando la actividad productora de carne de res, estupenda fortaleza. En 2020, los principales estados productores de carne de res fueron: Veracruz, Jalisco, San Luis Potosí, Baja California, Durango, Sinaloa, Chiapas, Michoacán, Chihuahua y Sonora(3), (véase cuadro 2). En 2020, en el país, 10 entidades aportaron el 64 por ciento de la producción total de carne de bovino(3).
CONSUMO DE CARNE EN MÉXICO.
El Consumo Nacional Aparente (CNA) de la carne de res, en el país, presentó un comportamiento estancado. En el periodo 2011-2020 la TMCA fue -0.01 por ciento. En 2011 el CNA fue 1’948,431.47 toneladas, en 2020 el CNA se ubicó en 1’945,673.00 toneladas(3), (véase cuadro 3). Se aprecia un estancamiento en el CNA de los demandantes nacionales. Si se compara el CNA del año de 2020 con respecto a 2019, esta baja de 1’949,517 toneladas (2019) a 1’945,673 toneladas (2020)(3), es decir, en México, en 2020 se consumieron 3,844 toneladas menos de carne de res con respecto a 2019, expresado en porcentaje la diminución fue de -0.2 por ciento. En 2020 en México se produjeron 2’078,000 toneladas de carne de res, en ese mismo año, el CNA fue 1’945,673 toneladas de dicha mercancía. Se aprecia que el volumen de producción del satisfactor se colocó por encima del CNA; la explicación de esta situación es la vigorosa exportación (demanda externa) que presenta el sistema de producción de carne de res mexicana.
En México, los inventarios iniciales y finales de cada año, de carne de res son prácticamente igual a cero, además, las exportaciones anuales de la mercancía en los últimos años han sido superiores a las importaciones, por lo tanto, el CNA del país, ha sido inferior al volumen de producción de la carne de res. Parte de la producción nacional de carne de res es demandada en el exterior, presentando una dinámica vigorosa. Se pronostica una mayor demanda del producto a nivel del país, en razón a una recuperación paulatina en el poder de compra de los hogares mexicanos(7). La demanda de carne de res en el país, en 2022 tuvo como principal componente al consumo privado doméstico, con una participación del 84.1 por ciento de la demanda total.
El otro componente de demanda son las exportaciones (demanda externa). Las ventas mexicanas hacia el exterior, en 2022 representaron el 15.9 por ciento de la demanda total de este satisfactor(8). Otra variable que viene impulsando el consumo de carne de res, es la recuperación del mercado interno(8). El CNA de carne de bovino estimado en 2022 fue mayor en 1.8 por ciento con respecto a 2021. En 2021, el CNA estimado se colocó en 1’964,000 toneladas, en 2022 el estimado se ubicó en 2 millones de toneladas(8). En el país el consumo por persona de carne de res pasó de 15.2 kilogramos en 2016, a un estimado en 2021 de 14.8 kilogramos. Se nota el estancamiento en el consumo de esta proteína(3). Además, es importante establecer que el consumo per cápita es un promedio incapaz de medir las asimetrías de consumo entre las diferentes clases sociales y más cuando encontramos en la nación mexicana una muy injusta distribución de la riqueza. En 2020, el consumo nacional de carne de res fue de 21 por ciento, el de pollo 49 por ciento y el de cerdo 27 por ciento(3).
Se aprecia un consumo notable del mexicano en carne de pollo. En 2020, la cifra preliminar de consumo por persona de carne de pollo indicó un valor de 34.1 kilogramos(3). La carne de pollo es un fuerte sustituto de la carne de cerdo y de res por el diferencial de precios a favor de la carne de pollo. Es importante destacar que en 2022 y en los 2 primeros meses de 2023, los precios de las tres carnes se han elevado, sin embargo, el precio de la carne de pollo sigue siendo menor a los precios de la carne de res y de cerdo. Las remesas han favorecido el consumo de alimentos, es así que se considera una variable que ha impulsado el consumo de carne de res, sin descartar otros alimentos.
EXPORTACIONES DE CARNE DE RES DE MÉXICO.
Hace algunos años el país presentaba una Balanza Comercial (BC) deficitaria en carne de res. Años después, la BC de carne de res del país pasó a ser superavitaria, de 2016 en adelante la BC fue superavitaria. De acuerdo con la información aportada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés), la producción nacional de carne de bovino viene presentando un aumento sostenido, uno de los impulsores de este crecimiento son las enérgicas y sólidas exportaciones. Se estima que en 2022 la demanda total en el país de carne de res tendría como principal componente el consumo privado, con una participación del 84.1 por ciento. Las exportaciones de carne de res (demanda externa) se ubicaron en alrededor de 355,000 toneladas, es decir, 15.9 por ciento de la demanda total de esta mercancía(4, 8). De 2015 a 2020, la TMCA de las exportaciones mexicanas de carne de res fue 11.96 por ciento y una tasa acumulada en el mismo periodo de 75.97 por ciento, cifras que revelan el enorme crecimiento de las exportaciones nacionales de carne de res.
En 2015, las ventas realizadas por México al exterior (principalmente a Estados Unidos), fueron 169,962 toneladas de carne de res, en 2020 el estimado de exportaciones fue 299,901 toneladas(3), (véase cuadro 4). En la dinámica de concentración de la actividad ganadera productora de carne de res exportadora, es importante señalar el papel que ha jugado la empresa SuKarne. En 2006, esta empresa sacrificó en México 400,000, semovientes, equivalente al 22 por ciento del sacrificio en rastros TIF a nivel nacional.
Con respecto al comercio internacional, esta enorme empresa llevó a cabo el 68 por ciento del total de ventas al exterior de mercancías cárnicas de bovino. La empresa aportó el 95 por ciento del 100 por ciento exportado hacia el vecino país del norte, del 100 por ciento exportado a Japón la empresa le vendió al país oriental el 68 por ciento; y de 100 exportado total, a Corea del Sur la empresa nacional le vendió el 7 por ciento de la mercancía(9).
USO ACOTADO DEL SELLO, PODRÍA AFECTAR EXPORTACIONES MEXICANAS DE CARNE DE RES Y DE BECERROS.
Estados Unidos de América, a través del Servicio de Inspección de Inocuidad Alimentaria (FSIS por sus siglas en inglés) del USDA, plantea establecer una regla voluntaria que acota el uso del etiquetado “Product of USA”(10). Según el planteamiento, publicado por FSIS y que entró a un periodo de consulta a 60 días, podrán utilizar el sello únicamente los productos de carne de res, de cerdo, de aves y de subproductos avícolas provenientes de animales nacidos, criados y sacrificados en Estados Unidos(10). El gobierno mexicano considera que esta diferenciación puede ser discriminatoria para las mercancías pecuarias mexicanas que han ganado terreno en el mercado estadounidense como la carne de res y animales vivos(10). El uso más restringido del sello podría poner en desventaja al país, especialmente a bienes derivados de animales exportados en pie desde México, que hoy puede adquirir origen estadounidense al ser procesado en Estados Unidos(10).
El gobierno mexicano ganó un arbitraje en el 2012 contra la medida, luego que la Organización Mundial del Comercio (OMC) confirmó que los requisitos del sello eran proteccionistas, ya que otorgaban un trato menos favorable al ganado bovino mexicano respecto del estadounidense(10). En 2022, el país exportó a Estados Unidos animales vivos por 648 millones de dólares, con una participación de 98 por ciento de ganado bovino. En tanto, vendió en 2022 a ese país carnes y despojos comestibles por un valor de 2,126 millones de dólares con una participación de 86 por ciento de mercancías derivadas de la res(10). En suma, en 2022 el valor de las ventas mexicanas de productos bovinos a Estados Unidos entre ganado en pie y carne fue de 2,464 millones de billetes verdes americanos, cifra 3.8 por ciento menor a la cifra en el 2021, pero 101 por ciento superior a la registrada una década atrás, de acuerdo con cifras del Buró del Censo de Estados Unidos(10). En definitiva, si se implementa esta medida podría afectar las exportaciones mexicanas de carne de res y de animales vivos (becerros).
Conclusiones
a) En el periodo 2011 – 2021, la TMCA de la producción de carne de res fue 1.65 por ciento y una tasa acumulada en ese mismo periodo de 17.85 por ciento. El volumen de producción de carne de res en México, en 2011, fue igual a 1’804,000 toneladas métricas, en 2021 la cifra de producción se colocó en 2’126,000 toneladas métricas.
b) Son varios los factores que explican el incremento del volumen de producción de carne de res en el país, algunos de ellos son:
a) un aumento en el inventario ganadero nacional. En 2020, el número de cabezas con que contaba el país fue de 32’950,000 semovientes:
b) la mejora continua en la calidad genética del pie de cría, generando una mayor productividad, competitividad y posiblemente rentabilidad;
c) expansión en el procesamiento de carne de res en rastros TIF. Los rastros TIF que cuentan con certificación les permite colocar las mercancías mexicanas de bovinos en mercados internacionales; y
d) bajos costos de producción, factor relevante para incrementar el volumen de producción del satisfactor. En la actualidad se han presentado variables que han aumentado los costos de producción de la carne de res, sin embargo, la actividad ha sido resistente ante este reto y no ha mermado la producción de esta proteína, de alta calidad en México.
c) En el país, en 2020, 10 entidades de la Federación, aportaron el 64 por ciento de la producción total de carne de bovino.
d) El Consumo Nacional Aparente de la carne de bovino en el país presentó un comportamiento estancado en el periodo 2011- 2020 la TMCA fue -0.01 por ciento. En 2011 el CNA fue 1’948,431.37 toneladas, en 2020 el CNA se ubicó en 1’945,673.00 toneladas, se aprecia un fuerte estancamiento.
e) En el 2020, en la nación, se ofertaron 2’078,000 toneladas de carne de res, en ese mismo año, el CNA fue 1’945,673 toneladas. Se observa que el volumen de producción de la mercancía se colocó por encima del CNA; la explicación de esta situación es la vigorosa exportación (demanda externa) que presenta el sistema productivo de carne de res mexicano.
f) En México, el consumo per cápita de carne de res pasó de 15.2 kilogramos en 2016, a un estimado, en 2021, de 14.8 kilogramos. Se aprecia el estancamiento en el consumo de esta proteína cárnica.
g) La carne de pollo es un sustituto importante de la carne de res y cerdo, ya que el precio de la carne de pollo, históricamente ha sido menor a los precios de la carne de res y de cerdo. En la actualidad, los precios de las tres proteínas cárnicas se han elevado, sin embargo, el precio de la carne de pollo sigue siendo el más accesible para la población mexicana con cierto poder de compra.
h) El fenómeno inflacionario presentado en México y en el mundo ha encarecido a las tres carnes, sin embargo, el precio de la carne de pollo sigue siendo inferior a los precios de las otras dos mercancías.
i) Las exportaciones de carne de res realizadas por México han crecido notablemente. De 2015 a 2020, la TMCA fue 11.96 por ciento y una tasa acumulada en el mismo periodo de 75.97 por ciento, cifras que demuestran el robusto crecimiento de las mercancías bovinas exportadas. En 2022 México alcanzó el récord de exportaciones de carne de res con una cifra cercana a 355,000 toneladas.
j) Una de las variables que explican este importante crecimiento de las exportaciones mexicanas de carne de res es la fuerte interrelación entre los métodos internacionales de certificación y estandarización, con la implementación y expansión de rastros TIF en el país, permitiéndole al país incursionar y ampliar su participación en sus exportaciones de carne de res y animales (becerros) en el mercado internacional.
k) El principal comprador de carne de res mexicana es Estados Unidos de América, en segundo lugar, lo ocupa Japón, le sigue Hong Kong, Corea del Sur se ubicó en cuarto lugar, recibiendo carne de res procedente de México. En 2020, cuatro países concentraron el 97 por ciento de las exportaciones mexicanas de carne de res.
l) Los EUA, podrían utilizar el etiquetado “Product of USA” para carne de res, de cerdo, de aves y de subproductos avícolas provenientes de animales nacidos, criados y sacrificados en Estados Unidos de América. El gobierno mexicano considera que este etiquetado puede ser discriminatorio para las mercancías pecuarias nacionales, que han ganado terreno en el mercado estadounidense, como la carne de res y animales vivos. Los productores de bovino serían los más afectados si cambia el etiquetado cárnico en EUA. Las exportaciones del sistema, productor de carne de bovino y animales vivos podrían verse afectadas.
LITERATURA CITADA.
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2. Orus, A. 2 sept. 2022. Principales exportadores de carne vacuna a Statista, https://estatista.com/estadisticas/ 132490/principales- exportadores.
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8. FIRA. Perspectivas 2022, 15 de febrero de 2022. [email protected]
9. Ríos, F. J. A. y Castillo, A. M. L. La competitividad de la carne de res mexicana en el mercado estadounidense. Estudios fronterizos.
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Artículo publicado en “Entorno Ganadero Abril Mayo 2023“