Sección Vida Láctea
Gina Gutiérrez.
Hace poco leía una columna de opinión escrita por Raymundo Riva Palacio donde compartía: <un estudio publicado por tres profesores del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en 2018, encontró que las noticias falsas viajan en internet “más lejos, más rápido, más profundamente y más ampliamente que la verdad”, y las falsedades tienen 70% más posibilidades de ser reproducidas, en los medios digitales, que las verdades”>.
Compartió también que, de acuerdo a Greg Nielsen, de la Universidad Concordia en Montreal, “las noticias falsas y los movimientos populistas parecen tener como rehén el destino de la democracia, un fenómeno que se explica en términos de estrategias geopolíticas y de relaciones públicas de oposición, que trasladan las audiencias hacia un régimen de posverdades, donde la emoción triunfa sobre la razón, la propaganda sobre el sentido común y el poder sobre el conocimiento”. No se preocupen, no voy a hablar de la política, pero sí de temas políticos, porque al final de cuentas, nuestras vidas dependen de las políticas emanadas de la política.
Analicemos el párrafo anterior con la “cachucha” de productores y no por todo lo que ha pasado en el país desde las últimas elecciones. Desde hace mucho tiempo tenemos regímenes de posverdades que afectan nuestro sector. “La carne es tan peligrosa como el tabaco, causa cáncer”, “la leche está llena de hormonas y/o pus”, “los ganaderos explotan a los animales”, “las vacas son las culpables del cambio climático”, “la leche de vaca está diseñada para hacer crecer a los becerros que nacen de 60 u 80 kg a 400 kg en unos cuantos días”, etc. Ojo, esta última frase la escuché recientemente en el podcast de un exconductor de televisión, donde una “nutrióloga” y un “chef” hablaban sobre todo lo malo de la leche, obviamente, sin ningún sustento científico y mucho menos, conocimiento mínimo sobre la ganadería. Imagínense que la leche tuviera el poder de hacer crecer así a los becerros… Y aclaro, no soy seguidora de ninguno de ellos, sólo me encontré el podcast en YouTube porque, obviamente, el algoritmo de mi actividad me muestra publicaciones relacionadas a nuestro sector y a los lácteos. Qué peligroso tener personas que hablen así, sin conocer, sin ciencia, ni conciencia sobre el daño que provocan sus comentarios, no sólo a nosotros los ganaderos, sino a las personas que dejarían de alimentarse con alimentos de altísimo valor biológico. Este canal tiene casi un millón de seguidores, más la gente que lo recibe sin ser suscriptores.
Volvamos al primer párrafo; “la emoción triunfa sobre la razón”, claro, si vas con una mujer que quería ser madre y que perdió un bebé, o que no puede quedar embarazada, y le dices que los ganaderos “le arrebatan las crías a las vacas” sin el contexto ni las razones de por qué separamos a las crías, nos va a ver como los archí-villanos del mundo y nunca más volverá a tomar leche. Cuando repetidamente escuchamos las frases del párrafo anterior y sabemos que esos mensajes han estado circulando por años, “la propaganda triunfa sobre el sentido común” porque hay quienes lo creen, sea desde el principio o porque si repites una mentira lo suficiente, podrá convertirse en algo que se acepte como verdad.
Finalmente, “el poder triunfa sobre el conocimiento” y como muestra de ello, en dias recientes en EEUUA pasaron una ley en la que cualquier bebida, que se pueda tomar como alternativa (ojo, nunca sustituto, !no lo hay!) a la leche, se puede llamar leche; el conocimiento y las pruebas cientificas que se tienen sobre la superioridad de la leche sobre otras bebidas perdio contra el poder de unos cuantos. Otro ejemplo, y mas grave aun es que en Uganda, un grupo animalista premio que una escuela primaria primaria sea vegana y que en ella se ensenen a los ninos doctrinas anti-especismo. Una pena porque esos ninos seran privados de tener una mejor nutricion, mucho mas accesible y estable, en una etapa critica en su desarrollo intelectual y fisico.
Una pena de verdad, porque los alimentos de origen animal son importantes no solo nutricionalmente, sino economica y culturalmente para millones de personas en paises poco desarrollados, como Uganda, donde las deficiencias de micronutrientes son un problema grave. Someter a los ninos, que son mas vulnerables, a este tipo de propaganda es una receta para el desastre y lo peor es que permee a mas escuelas en mas paises.
Son tiempos dificiles en los que los politicos, que usan la propaganda para sus propios fines, pero al mismo tiempo son influenciados por propaganda de otras entidades y grupos de interes, como sucede en nuestro pais con el tema del maiz, tienen en sus manos nuestro destino, ya sea prohibir la carne en las escuelas, reducir el hato por el tema de emisiones, prohibir herramientas tecnologicas que nos hagan mejores, y un largo etcetera de posibilidades. Los productores tendremos que estar activos y buscar estar presentes en las conversaciones en donde se discutan nuestros temas.
Artículo publicado en “Entorno Ganadero Abril Mayo 2023“