Brian Fisker, Rene Bonekamp & Antoine Meuter,
DSM Nutritional Products.
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A medida que aumenta la cantidad de aditivos nutricionales, los productores de porcinos se encuentran con una variedad de oportunidades para optimizar el potencial genético de sus animales y la productividad de los mismos. La rentabilidad de los porcinos aumenta cuando las cerdas producen más lechones y más sanos durante su vida útil; esto puede lograrse mejorando las dietas con Vitamina D3.
A pesar del rol ya conocido de la vitamina D en el mantenimiento de la fortaleza del esqueleto y salud ósea, los productores agropecuarios se vuelcan cada vez más a la Vitamina D3 como una solución más amplia que permite ayudar a las cerdas reproductoras a alcanzar todo su potencial. Diversos estudios han demostrado que las cerdas más longevas no sólo viven más, sino que también producen más lechones por camada y con un mayor peso. Dado que la rentabilidad depende de la optimización de la producción y de la rentabilidad de las cerdas, esta combinación de beneficios redunda también en mejores resultados financieros.
Rentabilidad de las Cerdas
La rentabilidad de las cerdas aumenta cuando producen más lechones durante su vida útil. Esto implica mantener a las cerdas en la piara para mayores pariciones y producir camadas más numerosas de lechones sanos, con alto peso al nacimiento y al destete.
Es importante que los lechones nazcan con peso más alto porque tendrán más probabilidades de un mayor crecimiento y rendimiento, y menor mortalidad pre-destete.
Para alcanzar los potenciales genéticos y producir lechones lo más sanos posibles, las cerdas híper-prolíficas requieren más soporte nutricional, lo que incluye vitaminas y minerales vitales. La Vitamina D3 no es bioactiva por sí misma y necesita metabolizarse a su forma funcional.
En un primer paso, el hígado la convierte en 25-(OH)D3. Luego, en los riñones se forma el compuesto final: calcitriol o 1,25(OH)2D3. Algunas veces, sin embargo, este primer paso se ve obstaculizado en las cerdas híper-prolíficas y la Vitamina D3 no siempre se transforma totalmente a su forma funcional.
Esto reduce la cantidad efectiva de vitamina disponible para el animal y, como resultado de ello, las piaras sufren más problemas en las patas debido a una mineralización ósea deficiente, menor desarrollo fetal de los músculos y menos contracciones musculares durante el proceso de nacimiento. Consecuentemente, esto conduce a un menor rendimiento y rentabilidad de la piara.
Por este motivo, los productores están utilizando cada vez más Hy-D (25OHD3). Se trata de un metabolito bioactivo de la vitamina D3 que los cerdos pueden absorber y aprovechar mejor.
Optimizando la disponibilidad de la Vitamina D3
Al incorporar directamente la forma activa de la Vitamina D3 -25-(OH)D3- al alimento de las cerdas, los productores pueden sobrepasar los pasos metabólicos críticos involucrados en la conversión de la Vitamina D3, aumentando así su biodisponibilidad. Un estudio reciente realizado por SEGES (Danish Pig Research Center, Dinamarca), llevado a cabo en una piara comercial con 650 cerdas/año, buscó determinar si la inclusión de 50μg de 25-(OH)D3 (Hy-D) por kilo de alimento durante todo el período de gestación (2000 IU de vitamina D3) podía mejorar el peso de la camada al destete, en comparación con niveles estándar de esta misma vitamina (800 IU por kg de alimento).
Se utilizó 800 IU de Vitamina D3 porque un estudio anterior había demostrado un efecto limitado cuando se aumentaba la cantidad de esta vitamina de 800 a 2,000 IU. Asimismo, la prueba buscó evaluar si la ganancia de peso diaria y la mortalidad -indicadores clave de la rentabilidad de los porcinos- se vieron afectados positivamente en los lechones provenientes de cerdas que recibieron Hy-D durante la gestación.
Aumento en la camada y en el peso al destete
Los estudios previos realizados indicaron que los lechones de bajo peso al nacimiento presentaban un crecimiento deficiente, baja productividad y mayor mortalidad pre-destete, causas principales de pérdida de rentabilidad en la producción porcina. En este estudio, los principales efectos de Hy-D se observaron entre las cerdas jóvenes. Los resultados obtenidos demostraron que el peso de la camada era mayor en el grupo alimentado con Hy-D (19,8 kg en comparación con 18,8 kg de la dieta control) y el peso al destete era 3,6 kg superior al de los grupos alimentados con Vitamina D3 (Fig. 1).
La ganancia de la camada se usó como indicador de la producción de leche en las cerdas. Dado que el peso al destete fue mayor, los resultados indican que Hy-D tuvo un efecto positivo sobre la eficiencia reproductora al ayudar a las cerdas a parir más rápidamente y tener lechones más sanos, de mejor rendimiento y vida más larga. Esto quedó confirmado con un mayor número de lechones destetados en el grupo alimentado con Hy-D.
Aumentando el estado de la Vitamina D3
Llegar a un nivel óptimo de vitamina D mediante la suplementación con Hy-D (la forma bioactiva de la vitamina D3) permite a las cerdas alcanzar el objetivo de reproducción, aumentar su rendimiento y contribuir así a la rentabilidad general del establecimiento.
Este estudio ha mostrado claramente que los niveles de 25(OH)D3 en el torrente sanguíneo se duplicaron en aquellas cerdas que habían recibido Hy-D® a lo largo de todo el ciclo reproductivo (Tabla 1),en comparación con aquellas que recibieron vitamina D3 únicamente. Este es un resultado altamente significativo considerando que las cerdas fueron alimentadas con dosis equivalentes de Vitamina D3 (2,000 IU por unidad de alimento).
La Tabla 2 muestra que las cerdas suplementadas con Hy-D durante dos semanas presentaban, al momento del parto, concentraciones de 25(OH)D3 en sangre 2,3 veces mayores que las cerdas que recibieron Vitamina D3 regular. Asimismo, después de siete semanas de suplementación con Hy-D, la concentración de 25(OH)D3 en las cerdas fue de 46,7 ng/ml, 3,2 veces superior a la de las cerdas del grupo control.
Un estudio similar realizado en fetos de 90 días de edad mostró un aumento en el estado de la Vitamina D3 luego del agregado de Hy-D al alimento de las cerdas jóvenes en gestación, en comparación con el uso de vitamina D3 comercial. Los resultados también demostraron un aumento del 9,3% en las fibras de los músculos de los fetos -un factor que indica lechones fuertes y saludables-.
Asimismo, las camadas fueron más numerosas y su peso también fue mayor cuando las reproductoras fueron suplementadas con Hy-D. Nuevas pruebas realizadas también pusieron de manifiesto los efectos positivos de Hy-D sobre otras funciones esenciales de los porcinos, tales como reproducción, desarrollo de los músculos y modulación de la respuesta inmune -todos ellos factores importantes que contribuyen a mejorar el rendimiento.
Conclusión
Podemos concluir que se obtienen resultados económicos significativos al suplementar a las cerdas con Hy-D, gracias al mejoramiento del rendimiento y productividad general de las cerdas. Es evidente que la Vitamina D juega un papel fundamental en el rendimiento, sostenibilidad y rentabilidad de las cerdas reproductoras, como así también sobre la salud y crecimiento de los lechones.
Los productores buscan nuevas soluciones que permitan optimizar la salud y la productividad de las cerdas híper-prolíficas.
Estudios recientes recomiendan el uso de Hy-D para mejorar el estado de la Vitamina D, aumentar el número de la camada y la viabilidad de los lechones, como así también para aumentar el peso al nacimiento y al destete.
Ha quedado bien demostrado que Hy-D es la forma más biodisponible de la vitamina D. Asegura una mayor eficiencia y asimilación más rápida del metabolito 25(OH)D3, resultando así en esqueletos más fuertes y más sanos y animales más productivos, esenciales para aumentar la rentabilidad de las piaras.
Artículo publicado en Los Porcicultores y su Entorno