Con la llegada del verano y las altas temperaturas, debemos tener especial precaución en la manipulación y conservación de los alimentos, ya que las bacterias que pueden contaminarlos y causarnos toxiinfecciones se reproducen rápidamente a temperaturas cercanas a los 30ºC.
Los huevos son uno de uno de los alimentos más nutritivos y saludables de nuestra dieta, y su estructura biológica hace difícil su contaminación y la penetración de gérmenes desde el exterior. Además, las gallinas ponedoras de las granjas comerciales españolas están vacunadas contra la salmonela y se controla periódicamente que estén libres de la bacteria. Pero esas medidas de prevención deben acompañarse de una adecuada manipulación e higiene por parte de los consumidores, para evitar la contaminación microbiana del huevo y los alimentos que lo contienen.
Por ello, los expertos del Instituto de Estudios del Huevo han elaborado 10 consejos básicos para prevenir la salmonelosis:
- Compra huevos con la cáscara intacta y limpia, de granjas autorizadas (comprueba el código impreso en la cáscara).
- Respeta la fecha de consumo preferente impresa en el envase (no es obligatoria en la cáscara del huevo).
- Guarda los huevos en el frigorífico y no los laves antes de colocarlos en la nevera. Puedes lavarlos con agua justo antes de consumirlos.
- No casques el huevo en el borde del recipiente donde lo vayas a batir, para evitar que caigan trozos de cáscara en el interior.
- No separes las claras de las yemas con la propia cáscara.
- Cuaja bien las tortillas y mantenlas en refrigeración hasta su consumo, si no es inmediato.
- Prepara la mayonesa con la máxima higiene, y con un chorrito de vinagre o limón, y consérvala en el frigorífico hasta su consumo.
- No dejes nunca los huevos ni los alimentos preparados con huevo a temperatura ambiente.
- Conserva siempre en el frigorífico pasteles, natillas, salsas, etc., y consúmelos en las 24 horas siguientes a su elaboración.
- No pongas en contacto alimentos crudos, o poco cocinados, con alimentos listos para comer, ya que pueden pasar microorganismos de un alimento a otro (contaminación cruzada).
Recuerda: Los consumidores tenemos un papel muy importante en la seguridad alimentaria. Disfrutar con seguridad del huevo, también en verano, está en nuestra mano.