Petersime
Fumigar los huevos fértiles es una práctica habitual para evitar que se malogren a causa de la contaminación microbiana. Debe verificar su fumigación anualmente para asegurarse de que sigue siendo efectiva. Siga estos 5 sencillos pasos para obtener los mejores resultados en esa verificación anual.
La fumigación es una de las formas más efectivas y baratas de desinfectar los huevos. Sin embargo, es importante aplicar el método de instrucción de manera estricta, con las máximas precauciones para la salud de los trabajadores. Además, es necesario realizar una revisión anual para verificar la eficacia del método. Si actualmente no se realiza dicha verificación en su plante de incubación, le recomendamos que la lleve a cabo lo antes posible para establecer un punto de referencia para las siguientes verificaciones anuales.
Después de la puesta, los huevos deben fumigarse inmediatamente en la granja, preferiblemente mientras todavía están calientes, para poder matar las bacterias que hayan contraído en el nido. Después, habrá que repetir el proceso al llegar a la planta de incubación para volver a reducir el nivel. No se puede fumigar bajo ningún concepto justo antes de la carga. Estos cinco pasos para verificar la eficacia de una cámara de fumigación son relevantes para cualquier cámara de fumigación.
Para esta prueba necesitará placas de agar. El agar es un medio de crecimiento. Esto implica que cualquier virus o bacteria que entre en contacto con él crecerá exponencialmente.
A continuación le explicamos lo que debería hacer.
- De un lote de huevos (que debe ser una carga completa para la fumigación), seleccione diferentes posiciones dentro de la carga. Incluya tanta variedad como sea posible. Es decir: bandejas que estén arriba, en el medio y abajo y huevos de la parte delantera, central y trasera de las bandejas.
Es importante que se deshaga inmediatamente de todos los huevos muestreados después de la prueba. No conserve ninguno.
- Seleccione dos huevos de cada una de las bandejas.
- Haga rodar el primero sobre la placa de agar antes de la fumigación.
- Fumigue.
- Haga rodar el segundo sobre la placa de agar tras la fumigación.
- Ahora tiene muchas muestras de placas de agar para analizar el crecimiento bacteriano.
Para asegurarse de que su lote de agar sea estéril, debe mantener una placa de control junto a todas las muestras.
No opere con la placa de control. - Incube las placas de agar durante 24 horas dentro de un contenedor sellado o de bolsas con cierre grandes. Puede hacer esto dentro de cualquier incubadora, pero preferiblemente dentro de una que esté encendida durante 14-16 días. Esta duración resulta ideal, ya que no alterará los niveles de CO₂ de los embriones más jóvenes. Tampoco hay posibilidad de que se produzcan perturbaciones accidentales, ya que transcurrirán 48 horas antes de la transferencia.
- Entonces, llega el momento de comprobar los resultados.
Tiene que comparar los resultados de los huevos que hizo rodar sobre las placas de agar antes de la fumigación con los que hizo rodar sobre las placas de agar después de la fumigación.
¿Qué ve? ¿Unos resultados altos antes de la fumigación que, después de la fumigación, son muy bajos? ¡Estupendo! El fumigante ha desinfectado el huevo y ha dejado pequeñas bacterias que han crecido en la placa. Eso indica que la fumigación continúa siendo efectiva.
Si los resultados son los mismos o no mejoran mucho, sabrá que hay un problema. Quizás la potencia del fumigante resulte insuficiente o el tiempo de exposición al fumigante sea incorrecto. En caso de que ambos factores sean los adecuados, el problema se deberá a la circulación dentro de la cámara.
Normalmente podrá ver mejores resultados en un área que en otra porque la circulación (exposición al fumigante) es mejor en un área que en otra. Al mejorar el flujo de aire en esa área, podrá resolver el problema.
Tras verificar su sala de fumigación y resolver los posibles problemas, puede estar seguro de que ha reducido al mínimo el riesgo de contaminación con microorganismos y ha allanado el camino para maximizar sus beneficios.
Artículo publicado en Los Avicultores y su Entorno