Karla Guerra.
Líder de Innovación y Ciencias de la Construcción en Owens Corning.
La producción avícola en Latinoamérica, al ubicarse en climas tropicales equivale a altas temperaturas y altos porcentajes de humedad relativa durante la mayor parte del año. Por lo que para contar con una mayor y mejor calidad de producción se deben diseñar galpones confortables y energéticamente eficientes.
La eficiencia energética en los galpones o casetas avícolas se traduce en reducir el uso de la energía sin comprometer el confort térmico de las aves y manteniendo el mismo nivel de calidad y productividad.
Para esto, primero debemos entender las principales fuentes generadoras de calor al interior de un galpón:
- El calor generado por las aves. A mayor densidad de aves, mayor generación de calor. Para darnos una mejor idea; ¡Cada ave genera aproximadamente 4W!
- Radiación solar transferida a través de techos y muros; cuyo valor depende del material utilizado en la construcción del galpón.
Al utilizar materiales aislantes, para disminuir la transferencia de calor a través de la envolvente (techos y muros), disminuimos en un alto porcentaje el flujo de calor al interior del galpón, que se traduce en:
• Menos cantidad de ventiladores a utilizar,
• Menos horas de ventilación,
• Mayor numero de horas en condiciones de confort para las aves,
• Aumento de la productividad y eficiencia energética en los galpones de aves.