Enfermedades infecciosas por agentes bacterianos

Romero L., Álvarez S.

Resumen

Enfermedad, según la OIE, es una alteración del estado fisiológico de un individuo, ésta puede ser causada por distintos agentes etiológicos, entre ellos las bacterias, por su importancia clínica y económica, distinguimos bacterias patógenas y bacterias saprófitas u oportunistas, entre éstas algunas de las que afectan a las aves son Escherichia coli, Salmonella, Mycoplasma gallisepticum y Mycoplasma synoviae, Avibacterium paragallinarum. El diagnóstico adecuado de las enfermedades bacterianas debe incluir distintos estudios microbiológicos que lleven a la identificación y clasificación de estas bacterias, una herramienta útil es la tinción de Gram y el aislamiento bacteriológico. El tratamiento debe estar sustentado en resultado de estudio de antibiograma que ayude en la elección del antimicrobiano y mitigar los efectos negativos de la “resistencia a los antimicrobianos”, lo cual es una preocupación global.

Introducción

La definición del termino enfermedad, según la RAE, es “Estado producido en un ser vivo por la alteración de la función de uno de sus órganos o de todo el organismo”, por otro lado, la OMS define enfermedad como: “Alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible”. En lo general, se sabe que las enfermedades pueden ser causadas por distintos agentes etiológicos, éstos a su vez, asociados a condiciones medio ambientales que afectan a un individuo y que favorecen al desequilibrio del homeostasis, y con ello, la presentación de la enfermedad.

En las aves, así como en mamíferos y otros seres vivos, los agentes etiológicos que afectan y son causantes de enfermedad son diversos, pudiéndose agrupar principalmente como de origen: viral, micótico, (micosis y micotoxicosis), parasitario, carenciales (deficiencia de micro o macro nutrientes) y bacteriano, entre otros(1). Las bacterias son organismos procariotas unicelulares, de un tamaño de apenas pocos micrómetros (por lo general entre 0,5 y 5 μm de longitud)(6) y diversas formas, incluyendo esferas (cocos), barras (bacilos), filamentos curvados (vibrios) y helicoidales (espirilos y espiroquetas)(5). Las bacterias son células procariotas, es decir que, a diferencia de las células eucariotas (de animales, plantas, hongos), no tienen un núcleo definido ni orgánulos, éstas se encuentran en casi todas las partes de nuestro planeta, por sus funciones, son esenciales para los ecosistemas y algunas especies de bacterias pueden vivir en condiciones extremas de temperatura y presión(2).

Muchos tipos de bacterias viven en el organismo de personas y animales, en la piel y en las vías respiratorias, en tracto digestivo, reproductivo y urinario, todo esto sin causar ningún daño, a estas bacterias se les denominan “flora bacteriana saprófita”( 7). El papel importante de la flora saprófita en los organismos pluricelulares, es que, es útil para estos organismos, “ayudando” en diversas funciones, como: digerir alimentos o al limitar, por competencia y exclusión, el crecimiento de otras bacterias que pueden ser causantes de enfermedad, solo algunos tipos de bacterias causan enfermedades y son las conocidas como patógenas, aunque es conocido que a veces, bajo ciertas condiciones de desequilibrio (interno o externo del huésped), la “flora bacteriana saprófita” puede actuar como patógena y causar enfermedad.

Enfermedades infecciosas por agentes bacterianos Enfermedades infecciosas agentes bacterianos 1

En las aves de producción, algunas de las bacterias son de especial interés diagnóstico y clínico, éstas se distinguen del resto, por su alto impacto económico y en la salud y viabilidad de las parvadas, entre estas bacterias importantes, desde el punto de vista productivo, se encuentran las denominadas bacterias “patógenas” y también de la “flora bacteriana saprófita” encontrándose como agentes causantes de cuadros infecciosos importantes, por ejemplo; Escherichia coli, Salmonella, Infecciones producidas por Pseudomona aeruginosa, infección por Staphylococcus, Streptococcus, Mycoplasma gallisepticum y Mycoplasma synoviae, Clostridium perfringers y Avibacterium paragallinarum, entre otras(1).

Además, se ha demostrado que las infecciones mixtas (bacterias-virus), en cuadros clínicos en aves, son comunes y se asocian en una sinergia negativa que deriva en exacerbación de los cuadros clínicos. La relación sinérgica bidireccional entre patógenos nos ayuda a entender el alto impacto económico por las afectaciones a la productividad y la elevada tasa de mortalidad(4).

Diagnóstico

En el diagnóstico preciso de enfermedades causadas por bacterias, en las aves comerciales, como agentes etiológicos primarios, es importante considerar que, además de una correcta selección, toma y envío de muestras al laboratorio de microbiología (el manejo de las muestras para cultivo bacteriológico es de envío inmediato a laboratorio de microbiología, en condiciones de refrigeración estricta), es importante considerar el uso de distintas herramientas que nos permitan hacer una correcta identificación y clasificación, entre agentes etiológicos primarios y los agentes secundarios oportunistas o saprófitos, que pueden estar involucrados en cuadro clínico, para esto debemos partir de un diagnóstico presuntivo basado en la anamnesis y observación de signos clínicos.

Algunas de las herramientas más utilizadas para el diagnóstico etiológico de enfermedades bacterianas es la prueba de cultivo bacteriológico, ésta emplea gran variedad de medios y/o agares que están formulados con los nutrientes específicos y se les da condiciones de incubación especiales para cada tipo de bacteria que se quiera recuperar de la muestra, para así lograr detectar bacterias perjudiciales. Tras el cultivo y aislamiento bacteriológico, es necesario hacer una identificación y clasificación, para esto, existen diversas herramientas, desde las más sofisticadas como, pruebas moleculares (PCR) y genómica, a través de la secuenciación genética, así como otras más “simples” que ayudan a la correcta clasificación como son: la clasificación morfológica, necesidades de oxígeno y por medio de tinciones.

Clasificación Morfológica(8):

• Coco: forma esférica.
• Diplococo: en grupos de dos.
• Tetracoco: grupos de cuatro.
• Estreptococo: cocos en cadenas.
• Estafilococo: agrupaciones irregulares.
• Bacilo: forma alargada o de bastoncillo.
• Helicoidales.
• Vibrio: curvados y en forma de coma, o arriñonado.
• Espirilo: en forma rígida de tirabuzón.
• Espiroqueta: en forma de tirabuzón (helicoidal flexible).

Necesidades de oxígeno, es decir, si requieren, o no oxígeno para vivir y crecer(7)

• Aerobias: requieren oxígeno para vivir, son Superóxido Dismutasa positivos (SOD+), y catalasa positivos (catalasa+).
• Anaerobias: no viven en presencia de oxígeno, son SOD- y catalasa- • Bacterias facultativas: pueden vivir con o sin oxígeno, son SOD+ y catalasa+

Clasificación por tinción.

Gram+ Gram- (9):

La tinción de Gram desarrollada por Hans Christian Gram en 1884, es un método de identificación y clasificación muy valioso que otorga información importante sobre las características de la pared celular bacteriana.

• Gram positiva (Gram+), poseen una pared de peptidoglicano más gruesa (hasta el 90% de la pared puede ser de peptidoglicano), la tinción resultante observada en microscopio es color violeta.

• Gram negativa (Gram-), la cual posee una pared de peptidoglicanos delgada (10% de la pared está compuesta por peptidoglicano), la tinción observada al microscopio resulta en un color rojizo.

La tinción de Gram es insuficiente para detectar bacterias como Mycoplasma sp, este es un género microbiano de bacterias que carecen de una pared celular, y debido a esta condición, no se ven afectadas por algunos antibióticos como la penicilina u otros antibióticos betalactámicos que se dirigen atacando la síntesis de la pared celular, para su detección se emplean técnicas moleculares como la PCR para la detección de ADN, por medio de microscopía la tinción más común es con colorante de Hoechst, se observa como un puntillado irregular en el citoplasma de las células infectadas(11). Tratamiento y control Antes de que Alexander Fleming descubriera la penicilina en 1928, una infección podía provocar infecciones graves o la muerte. Actualmente los medicamentos antimicrobianos están perdiendo su eficacia debido a un uso indebido y excesivo en diferentes sectores. La “resistencia a los antimicrobianos” (RAM), puede originarse en poblaciones animales, humanas o vegetales y es una amenaza para todas las demás especies(10).

La resistencia a los antimicrobianos es una preocupación a nivel global, en concreto en las especies de bacterias Gram+ y constituye una grave amenaza para la salud pública. Estos microorganismos se han descrito múltiples mecanismos de resistencia frente a las sales empleadas en el control de enfermedades, entendiendo que, la prevalencia de un mecanismo de resistencia y su capacidad de diseminación varían considerablemente en función del microorganismo(11).

La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) se ha unido a los esfuerzos para disminuir la resistencia a los antimicrobianos y desde 2015, como autoridad mundial, reúne datos e información sobre la utilización de antimicrobianos destinados a los animales. Estos estudios revelan que, “en todo el mundo, el uso de antimicrobianos en los animales ha disminuido en un 13% en tres años” (2019-2021)(10). En el 7° informe anual de la OMSA sobre los agentes antimicrobianos destinados a ser utilizados en animales, detalla que, de los datos obtenidos en 157 países en 2021, en el 68% no utiliza ningún antimicrobiano como promotor de crecimiento, siendo Europa el continente con más restricción, en el caso de las Américas, se tiene el mayor porcentaje de participantes que utilizan antimicrobianos como promotores de crecimiento (60%)(10).

El tratamiento de las enfermedades de etiología bacteriana debe partir del diagnóstico de laboratorio, para esto, se deben incluir y solicitar estudios de cultivo bacteriano, identificación y clasificación, así como de antibiograma que nos ayude a determinar la sensibilidad de los microorganismos a las distintas sales antibióticas disponibles, con esto, se busca facilitar la toma de decisiones y respaldar la implementación de medidas para garantizar un uso óptimo y sostenible de estos medicamentos en casos esenciales(10).

El antibiograma es una herramienta valiosa para sustentar el tratamiento antibiótico idóneo a la bacteria aislada. El estudio nos arroja como resultados la concentración mínima inhibitoria (CMI), la cual es la concentración más baja de un antimicrobiano capaz de inhibir el crecimiento y clasifica a la bacteria como sensible (S), resistente (R) o con sensibilidad intermedia al mismo (I). Esta clasificación permite que, la elección del antimicrobiano disponible pueda ser de la mejor manera, ajustando el modo de administración, dosis, intervalo de administración o tiempo de perfusión o utilizando antibióticos con una distribución, metabolismo y excreción favorable según la localización, tipo y gravedad de la infección, de manera que esto no contribuya a la RAM(12).

Finalmente, para el control y prevención de las enfermedades bacterianas, existen vacunas, bacterianas y toxoides diseñadas específicamente para las principales enfermedades bacterianas que afectan a las aves, estos antígenos pueden ser vivos atenuados o inactivados (Mycoplasma, Salmonella, E. coli, Avibacterium paragallinarum, etc.). Por otro lado, es importante realizar y ejecutar de manera correcta los protocolos de bioseguridad, incluida la limpieza y desinfección de las instalaciones avícolas, la mayoría de las bacterias son sensibles a los componentes de las fórmulas de detergentes y desinfectantes, donde, dependiendo del ingrediente activo, actúan por distintas vías afectando por ejemplo: la integridad de paredes celulares, destrucción de las proteínas, alteración de vías metabólicas y eliminación de desechos metabólicos de las bacterias, etc.(13).

Conclusiones

En la actualidad las enfermedades ocasionadas por bacterias y su asociación sinérgica (negativa) con agentes virales es común, por lo que establecer métodos diagnósticos y tratamientos adecuados basados en estudios de laboratorio es fundamental, así como el establecimiento de programas de vacunación. La adecuada elección y empleo de los agentes antimicrobianos, implementación de programas de vacunación, así como el apoyo de medidas estrictas de bioseguridad (limpieza y desinfección), son claves para el control y prevención de las enfermedades de etiología bacteriana.

BIBLIOGRAFÍA

1. Calnek B.W. (2000). Enfermedades De Las Aves. 06100, Mexico: El Manual Moderno.

2. National Human Genome Research Institute https://www.genome.gov/ es/genetics-glossary/Bacteria

3. Movahedi AR, Hampson DJ. New ways to identify novel bacterial antigens for vaccine development. Vet Microbiol. 2008 Sep 18;131(1-2):1-13. doi: 10.1016/j.vetmic.2008.02.011. Epub 2008 Mar 10. PMID: 18372122.

4. Abdelaziz AM, Mohamed MHA, Fayez MM, Al-Marri T, Qasim I, Al-Amer AA. Molecular survey and interaction of common respiratory pathogens in chicken flocks (field perspective). Vet World. 2019 Dec;12(12):1975- 1986. doi: 10.14202/vetworld.2019.1975-1986. Epub 2019 Dec 16. PMID: 32095050; PMCID: PMC6989313.

5. Murray, Patrick R. (2009). Microbiología Médica + Student Consult, 6a ed.. Elsevier España. ISBN 978-84-8086-465-7. Consultado el 26 de agosto de 2023.

6. Totis, Niccolò; Nieto, César; Küper, Armin; Vargas-García, César; Singh, Abhyudai; Waldherr, Steffen (2021-04). «A Population-Based Approach to Study the Effects of Growth and Division Rates on the Dynamics of Cell Size Statistics». IEEE Control Systems Letters 5 (2): 725-730. ISSN 2475-1456. doi:10.1109/LCSYS.2020.3005069. Consultado el 28 de julio de 2023.

7. Sears C (2005). «A dynamic partnership: Celebrating our gut flora». Anaerobe 11 (5): 247-51. PMID 16701579.

8. Fritz I, Strömpl C, Abraham W (2004). «Phylogenetic relationships of the genera Stella, Labrys and Angulomicrobium within the ‘Alphaproteobacteria’ and description of Angulomicrobium amanitiforme sp. nov». Int J Syst Evol Microbiol 54 (Pt 3): 651-7. PMID 15143003. Archivado desde el original el 10 de octubre de 2008. Consultado el 13 de junio de 2023.

9. Beveridge, T.J.; Davies, J.A. «Cellular responses of Bacillus subtilis and Escherichia coli to the Gram stain» (PDF). J. Bacteriol.

10. Un nuevo informe revela una disminución global en el uso de antimicrobianos en animales, OMSA (2023), disponible en: https://www.woah.org/es/ un-nuevo-informe-revela-una-disminucion-global-en-el-uso-de-antimicrobianos- en-animales/#footnotes, consultado el 10 de septiembre de 2023.

11. Carmen Lozano, Carmen Torres, Actualización en la resistencia antibiótica en Gram positivos, Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, Volume 35, Supplement 1, 2017, Pages 2-8, ISSN 0213-005X, https:// doi.org/10.1016/S0213-005X(17)30028-9.

12. David Aguilera-Alonso, Leticia Martínez Campos, Cecilia M. Fernández Llamazares, Cristina Calvo, Fernando Baquero-Artigao, Novedades en el antibiograma: «I» ya no significa sensibilidad intermedia, Anales de Pediatría, Volume 96, Issue 2, 2022, Pages 157-158, ISSN 1695-4033, https://doi.org/10.1016/j.anpedi.2021.04.013.

13. Laura González Bosoquet, (2003) Antisépticos y desinfectantes, ELSEVIER, Vol. 22. Núm. 3. páginas 64-70 (marzo 2003).

Artículo publicado en “Los Avicultores y su Entorno Octubre Novimbre 2023

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