Las Vitaminas en la Producción Avícola

MVZ. Miguel Ángel M. Zamora Quesada
Gerente Técnico.
PiSA Agropecuaria, SA. de CV.
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Introducción:

Las vitaminas son sustancias orgánicas, necesarias para el equilibrio de las funciones vitales y su carencia o deficiencia ocasiona graves trastornos en el organismo.
Por su solubilidad las vitaminas son agrupadas en vitaminas hidrosolubles (complejo B y vitamina C) y liposolubles (vitaminas A, D, E, y K.).

En condiciones naturales se considera que la alimentación natural provee la cantidad suficiente de vitaminas a los animales silvestres. Así mismo se sabe que todos los anima- les domésticos son capaces de sintetizar y absorber varias de las vitaminas hidrosolubles en su tracto digestivo.

La nutrición animal es la encargada de calcular las necesidades nutricionales de nuestros animales domésticos y su finalidad es asegurar el aporte de nutrientes en cantidad y variedad suficiente que garanticen la vida, reproducción y producción de los animales. Sin embargo existen factores ambientales y de manejo que alteran el aporte y necesidad de nutrientes:

Factores que modifican el aporte de nutrientes:

Variedad de la semilla, tipo de suelo, precipitación pluvial, instalaciones para almacenamiento de granos, tiempo de almacenamiento de granos, presencia de insectos, hongos, toxinas y bacterias en los granos.

Factores que modifican las necesidades nutricionales y/o la absorción de nutrientes por los animales:

Manejo, temperatura, enfermedades, toxinas en el alimento (micotoxinas, pesticidas, etc.). A través del tiempo se han escrito muchos artículos sobre las vitaminas, en ellos podemos encontrar un reducido número de trabajos que hablan sobre el efecto que tienen las vitaminas sobre la respuesta inmune, estrés calórico, estrés por frío y su efecto sobre la reducción de las lesiones asociadas al síndrome de hipertensión arterial, reducción de la mortalidad, mejora en parámetros productivos (conversión, peso incubabilidad, calidad de cascarón, calidad interna de huevo, etc.). El presente es la primera entrega de una serie de trabajos sobre las vitaminas, donde se intentará poner a sus órdenes la información más reciente y seria sobre lo último que se está investigando sobre el uso de las vitaminas y su aplicación sobre la mejora en los parámetros productivos, inmunidad y resistencia a las enfermedades.

Dentro de las vitaminas que más se ha escrito encontramos a la vitamina C, con la cual iniciaremos.

Vitamina C y la Producción Avícola

Introducción:

El ácido ascórbico y el isómero del ácido ascórbico (AA) son las formas activas de la vitamina C. La reversibilidad de la oxidación y reducción de estas 2 formas son la base de su función antioxidante (Adams. I. And Richard H. 2001).

Los vegetales son la principal fuente natural del AA para los animales silvestres, sin embargo la harina de pescado se ofrece como fuente alternativa rica en AA para los animales domésticos.

El AA es altamente soluble en agua y estable en forma de cristales. Sin embargo, es altamente susceptible al daño por oxidación. El proceso de oxidación puede ser acelerado en estado líquido y por la presencia de minerales.

La absorción del AA es Sodio dependiente por medio del transporte activo llevado a cabo en el intestino delgado. Al ser absorbido el AA administrado en la dieta, así como el producido en forma endógena, éste se distribuye en todos los tejidos, encontrando elevadas concentraciones en la glándula pituitaria y adrenales, así como en epitelio bronquial. También se pueden observar elevados niveles de vitamina C alrededor de las heridas durante el proceso de cicatrización. Lo cual sugiere que la vitamina C juega un papel importante durante la reparación de tejidos (Adams. I. And Richard H. 2001 y Bottje. W.G. et al 1998).

Debido a que las aves son capaces de sintetizar AA, durante muchos años se consideró que no era necesario la adición de esta vitamina en la dieta de las aves comerciales (Plimmer, R.H.A., and J.L. Roseadle 1923). Sin embargo, trabajos posteriores han sacado a la luz diferentes beneficios que pueden obtenerse al adicionar el AA a la dieta de las aves comerciales.

A continuación revisaremos algunas condiciones, en donde se ha demostrado la efectividad resultante al incrementar la vitamina C en el consumo de las aves:

REPRODUCTORAS:

Peebles, et, al. (1985) demostraron que el AA a dosis de 50 a 100 ppm produce un incremento en la producción diaria de huevo, incubabilidad y gravedad específica. La fertilidad se vio sustancialmente incrementada en el grupo con 100 ppm de AA entre la 27 a 35 semana, y en el grupo de 50 ppm de AA en las edades de 54 a 64 semanas. Se piensa que el aumento en la fertilidad es debido tanto al incremento en producción de espermatozoides, como el aumento del número de espermatozoides almacenados por la hembra. Lo cual difiere a lo observado por Neuman S.L. et al (2002), el cual llevó a cabo estudios histopatológicos de testículos de pavo reproductores tratados y no tratados con AA., donde observa la ausencia de células gigantes multinucleadas asociadas a procesos degenerativos en los túbulos seminíferos de los testículos provenientes de aves tratadas con AA, y que estuvieron presentes en gran cantidad en los túbulos seminíferos de aves no tratadas con AA. Se especula que el gran incremento de la incubabilidad se relaciona a la reducción de la mortalidad embrionaria temprana.

POLLO DE ENGORDA:

González V.A. D., et al. (1995) observaron que la administración adicional de 200 ppm de vitamina C mejoraba la respuesta inmune de tipo celular de las aves tratadas, acortando su tiempo de respuesta hasta de 7 días con respecto al grupo control, así mismo observaron una mejora de la respuesta inmunológica al virus de la enfermedad de Newcastle.

Mckee J.S., et. al. (1995) encontró que la sola adición de entre 150 a 300 ppm mejoraba
el desarrollo del pollo de engorda sometido a diversos factores de estrés como calor, corte de pico y enfermedades como la coccidiosis. Los mejores resultados se obtuvieron en los grupos que recibieron 150 ppm de AA.

Xiang Rp et. al. (2002) demostraron que el suministro de 500 mg./kg. de AA en pollos de engorda expuestos a estrés por frío (12°C), tuvo una menor incidencia del síndrome de hipertrofia pulmonar1 (asociado al síndrome ascítico) a diferencia de los grupos no tratados. Sin embargo no se observó un efecto positivo sobre ganancia de peso, consumo de alimento y conversión alimenticia.

Mckee J.S., et. al. (1997) encontraron que los pollos sometidos a estrés calórico a los cuales se les administró 150 ppm de AA, presentaban a diferencia del grupo control, niveles elevados de triglicéridos plasmáticos aun después de 24 horas de haberlos privado de alimento. Estos resultados sugieren que el mecanismo por el cual el AA reduce el cociente respiratorio en el estrés calórico es incrementando la oxidación de las grasas sobre el incremento en la producción de glucogénesis a partir de las proteínas. Lo cual sugiere que la adición de AA en condiciones de estrés calórico reduce la pérdida de peso durante este período.

GALLINAS DE POSTURA:

Zapata. L.F. and Gernat (1995) lograron un 5% de mayor producción de huevo de aves que se les adicionó 250 mg. de AA. Por otro lado Sahin K. et. al. (20021) encontraron que al administrar 250 mg/kg de AA a la gallina ligera expuesta a estrés por frío (6°C) produjo una reducción en los niveles de corticosterona; además se vio una mejora en los parámetros productivos tales como peso del ave, producción de huevo, conversión alimenticia y calidad del cascarón. Además se obtuvieron niveles sanguíneos más elevados de Zn, Fe, Mn, y Cr. (Sahin K. et. al. 2002 2).

Debido al conocimiento que se tiene sobre el efecto benéfico del AA durante el estrés calórico, sin embargo, dicha acción no garantiza que éste extra de vitamina llegue a las aves. Esto debido a que el almacenamiento del alimento en condiciones cálidas húmedas puede producir un decremento lineal en el contenido del AA, siendo este descenso 5 veces más rápido en el alimento adiciona- do con 75 mg/kg de AA que el alimento no adicionado (Creel. L. H., Maurice. D. V., Lightsey. S. F., Grimes. L. W. 2001).

1 Por muscularización de la Pared de la arteriola Pulmona

Sobre los Heterófilos:

Recientemente Amakye-Anim J (2000) demostró que la adición de 1000 mg/kg de Vitamina C mejora la respuesta inmune a la vacunación de infección de la bolsa de Fabricio (IBF).
En estudió realizado in vitro con heterófilos de pollos entre 5 y 16 semanas se observó un incremento sustancial en la capacidad de matar a bacterias con Sthapphilococcus aureus. Este efecto se observa sólo en heterófilos provenientes de pollos de entre 5 y 10.5 semanas de edad (Andreasen CB, Frank DE 1999).

CONCLUSIONES:

Por su efecto sobre los diferentes índices productivos, la administración de la vitamina C a razón de 100 a 300 ppm mejora los parámetros productivos en pollo de engorda sometidos a estrés calórico.

La administración de 500 ppm durante el estrés por frío mejora los parámetros productivos de gallina de postura.

El adicionar entre 50 a 100 ppm de vitamina C en reproductoras puede producir un incremento en la fertilidad y viabilidad embrionaria.

La vitamina C reduce la pérdida de peso debido al estrés calórico (altas temperaturas provocan reducción en el consumo de alimento, y reducción en el flujo sanguíneo al tracto gastrointestinal, lo cual produce una vasodilatación periférica, empeorando con eso la absorción de los nutrientes (Bottje and Harrison 1996; Bottje and Harrison 1987).

Artículo Publicado en Los Avicultores y su Entorno 67

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