Redacción BM Editores.
El pasado 24 de abril se celebró el Día Mundial del Veterinario, el cual se estableció, por iniciativa de la Asociación Mundial de Veterinaria (AMV), en el año 2000 para el último sábado de abril de cada año.
En 2008, la AMV y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) acordaron instituir el Premio del Día Mundial del Veterinario para recompensar la celebración más exitosa de la profesión por las asociaciones nacionales veterinarias, solas o en cooperación con otros organismos veterinarios selectos.
La profesión veterinaria destaca sus diversas contribuciones a la salud tanto de los animales como de los seres humanos, subrayando el papel vital de los veterinarios para asegurar también el bienestar animal, la seguridad alimentaria, el comercio mundial seguro de animales, productos y subproductos pecuarios y la protección de la salud pública.
La mayoría de las personas conoce a los veterinarios como los “médicos de los animales”, o médicos para nuestras mascotas, ganado, caballos y una diversa variedad de animales.
Los veterinarios también participan activamente en todo el mundo en la educación, en el uso responsable de los medicamentos para los animales, en la vigilancia para detectar y diagnosticar enfermedades de los animales, las personas y en la protección del medio ambiente.
En el caso de México, el 17 de agosto de 1853, por decreto del entonces presidente Antonio López de Santa Anna, se fundó en México la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria en San Jacinto, la cual poco después se convirtió en la Escuela Nacional de Medicina Veterinaria y Zootecnia, mediante el decreto del presidente Venustiano Carranza.
Para conmemorar la fundación de la Escuela Veterinaria en México, se propuso la creación de la celebración del Día del Médico Veterinario Zootecnista, que se conmemora el 17 de agosto de todos los años.
En México y en todas partes del mundo, el campo de influencia de las y los médicos veterinarios es muy amplio, y no solamente se encuentra vinculado a la salud de nuestras mascotas o a la atención de los diversos tipos de ganadería existente.
Los médicos veterinarios tienen en sus manos la responsabilidad de diseñar estrategias y campañas para evitar enfermedades que transmiten los animales a los seres humanos, como la rabia o brucelosis, por ejemplo.
Ahora y siempre es necesario destacar la creciente influencia de la medicina veterinaria en el campo de la conservación de especies, ámbito donde estos profesionistas aportan un gran valor a la sociedad.
En nuestras áreas naturales protegidas la presencia de expertos de esta especialidad en la conservación de especies, es relevante en actividades como el monitoreo, la cría en cautiverio, rehabilitación, reintroducción en la vida silvestre y el seguimiento posterior de especies, que implica la evaluación de la adaptación de los ejemplares liberados en su nuevo hábitat.