Redacción BM Editores.
Birger Svihus, profesor de la Universidad de Noruega, señaló que la alimentación es el costo más significativo en la mayoría de las producciones de alimentos para animales. En la producción de carne de pollo de engorda, se ha calculado que representa alrededor de dos tercios del costo total de producción e incluso puede ser mayor bajo los precios actuales de las materias primas y la energía.
El también investigador participó en el Foro Mundial de Nutrición Animal 2023, celebrado en Cancún, Quintana Roo, del 8 al 10 de mayo en el Centro de Convenciones de este puerto y organizado por la empresa internacional DSM-Firmenich.
Durante su exposición señaló que el costo de la alimentación se puede dividir en el costo de las materias primas y el del procesamiento de éstas, en una dieta completa a través del procesamiento en la planta de alimentos; además, el costo del alimento depende de la cantidad de lo consumido por unidad. Esto último implica no solo la concentración de nutrientes y la disponibilidad del alimento, sino que también está determinado en gran medida por la ingesta de las razas de animales y las variables de manejo, no menos importantes las condiciones de alojamiento.
Por lo tanto, muchos aspectos son relevantes para un costo de alimentación minimizado, y no será posible cubrir todos en esta visión general; después de todo, todos estos aspectos han sido objetivos importantes de investigación desde la aparición de la ciencia moderna de los animales de granja; por lo tanto, esta visión general aborda principalmente algunas cuestiones relacionadas con el potencial de reducir el costo del alimento a través de la elección de ingredientes de alimentos y una utilización maximizada de los nutrientes en los ingredientes de los alimentos.
Además, se trata en particular la cuestión demasiado descuidada de la optimización del procesamiento de alimentos. Las estimaciones de la industria de los costos de energía por tonelada de alimento producido varían de 70 a 120 kWh por tonelada, lo que con los precios actuales de la energía puede representar una proporción significativa del costo total del alimento.
La producción de pollos de engorda se utilizará como ejemplo en todo momento. Aunque siempre se debe tener en cuenta las interacciones específicas de los animales con el costo del alimento, las conclusiones generales serán válidas en gran medida en todas las especies de animales de granja.
Elección de ingredientes de alimentación
Los requisitos adaptados a la disponibilidad de nutrientes en los ingredientes de los alimentos siempre han sido una gran parte de la ciencia de los animales de granja. Esto, combinado con sofisticados programas de formulación que optimizan la composición de la dieta de una manera de menor costo, minimizando la materia prima dentro de los marcos de la optimización.
Además, se han desarrollado numerosos aditivos que mejoran aún más la disponibilidad de nutrientes. No menos importante las enzimas añadidas a la dieta para reducir los efectos antinutritivos para mejorar la disponibilidad de nutrientes, ha contribuido enormemente a reducir el costo de los ingredientes del alimento.
Esto es particularmente cierto para los cereales con un mayor contenido de fibra que el maíz. Se ha demostrado que el trigo, la cebada y la avena se benefician enormemente de la adición de xilanasas y glucanasas a la dieta, lo que resulta en una mejora de hasta el 10% debido a la eliminación de los efectos antinutritivos de las fibras solubles.
Con las dietas actuales altamente concentradas, fáciles de comer, la ingesta de nutrientes se puede maximizar fácilmente. Esta es una contribución muy significativa a la reducción del costo del alimento por derecho propio, ya que el uso de nutrientes de mantenimiento del animal en proporción a la cantidad utilizada para el crecimiento disminuye. Por la misma razón, el uso de razas animales con una alta ingesta y crecimiento de alimento. El potencial también es una contribución significativa a la reducción del costo de la alimentación. La tendencia en Europa hacia animales de crecimiento menos rápido es, por lo tanto, un paso en la dirección equivocada en términos de eficiencia alimenticia.
Sin embargo, un requisito previo para que se produzca una mejora de la eficiencia de la alimentación es que la mayor carga de nutrientes por unidad de tiempo en el tracto digestivo no resulte en una reducción en la proporción de nutrientes que se absorben. En pollos de engorda, hay indicios de que el tracto digestivo puede estar sobrecargado, lo que impide en particular la digestión de los principales nutrientes productores de energía, como el almidón y las proteínas.
Esto parece estar asociado, al menos en parte, con una molleja poco desarrollada debido a la falta de componentes estructurales en la dieta; sin embargo, tales problemas actualizan el desarrollo de enzimas exógenas, en particular amilasa y proteasa, que pueden aliviar tales efectos negativos al apoyar a las enzimas endógenas hacia una degradación más completa de estos nutrientes principales; se ha demostrado una mejora de la eficiencia alimenticia tanto para la amilasa como para la proteasa, aunque el efecto ha sido variable y a veces insignificante.
