Julie Duclos.
Ruminant Global Specie Manager da Phileo by Lesaffre.
El papel de Actisaf® Sc 47 en la nutrición moderna de vacas lecheras
Mejorar la eficiencia alimentaria es una de las estrategias más eficaces para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar al mismo tiempo la producción de leche. A medida que las exigencias mundiales pasan de la búsqueda de la máxima producción, independientemente de los recursos utilizados, a la búsqueda de una sostenibilidad equilibrada, en que la producción eficiente se mide en función de las preocupaciones medioambientales y el uso de recursos finitos, se están aplicando cambios de enfoque similares a la nutrición moderna del ganado lechero.
Así pues, no sólo debemos centrarnos en mejorar el rendimiento de las vacas lecheras a lo largo de toda su vida, sino que también debemos optimizar cada kilo extra de leche que se produce en términos de costo e impacto medioambiental. Se trata de un desafío muy estimulante. Contrariamente a la creencia popular, la ganadería lechera moderna produce menos residuos y utiliza menos recursos por kilo de leche que los sistemas de producción lechera de bajos insumos de la década de 1940.
Las mejoras en la eficiencia de la producción de leche y cultivos entre 1944 y 2007 en EE.UU., por ejemplo, se tradujeron en una reducción del 90% de la superficie necesaria para producir 1 kg de leche (Capper et al., 2009). Esto se debe a la mejora genética, el desarrollo de la inseminación artificial, la evolución de las prácticas de gestión y nuestro mayor conocimiento de la fisiología y las necesidades nutricionales de las vacas.
Como resultado, la alimentación animal moderna es rica en nutrientes y diversa, al tiempo que las mejoras en la formulación de alimentos y dietas han dado lugar a importantes ganancias económicas y de rendimiento. Sin embargo, la eficiencia alimentaria sigue siendo difícil de medir en la ganadería lechera.
Esto se debe a las grandes fluctuaciones en el balance energético de las vacas durante la lactancia y a la falta de datos individuales sobre la ingesta. También hay una gran variabilidad en la disponibilidad y calidad de los alimentos, que no hará sino empeorar con el actual cambio climático. Sin embargo, esto está creando oportunidades para el desarrollo de una alimentación de precisión y de estrategias nutricionales innovadoras. De hecho, los rumiantes son animales únicos, ya que son capaces de extraer nutrientes de alimentos complejos que los humanos no pueden digerir. La microbiota ruminal desempeña un papel importante en la extracción de estos nutrientes y es fundamental para lograr una elevada eficiencia en la utilización de los alimentos.
Comprender la digestibilidad de los principales componentes de los alimentos desempeña un papel clave en la formulación de dietas que maximicen la absorción y utilización de nutrientes. Sin embargo, para garantizar plenamente este efecto, el microbioma del rumen necesita un entorno adecuado y estable en el que desarrollarse. La experiencia de Phileo se basa en garantizar unas condiciones saludables en el rumen y un impacto positivo en el microbioma.
Actisaf® Sc 47, un probiótico de levadura derivado de una cepa específica de Saccharomyces cerevisiae, es un avance revolucionario en la ganadería lechera en este sentido, ya que se ha desarrollado para optimizar la salud del rumen al tiempo que mejora la digestibilidad del alimento, el crecimiento de los animales, la fertilidad, el bienestar y el rendimiento general. Los avances de la investigación y numerosos ensayos científicos han demostrado la eficacia de Actisaf® Sc 47 para mejorar estos diversos aspectos de la salud del rumen.
La incorporación de Actisaf® Sc 47 a la dieta tiene un efecto estabilizador sobre el pH del rumen después de la alimentación, evitando eficazmente la acumulación de lactato. Este cambio positivo en el entorno del rumen aumenta tanto la proporción como la actividad de las bacterias intestinales que digieren la fibra. La mayor eficiencia digestiva resultante no solo conduce a una mejor asimilación de los nutrientes en el tracto gastrointestinal, sino que también promueve una utilización más eficaz del forraje, proporcionando una mayor eficiencia alimentaria. Para facilitar la evaluación de la eficiencia alimentaria en las granjas, Phileo ha desarrollado un servicio llamado Digescan. Utilizado en más de 20 países, se trata de un método fácil de aplicar para controlar la eficiencia alimentaria mediante el análisis del tamaño de las partículas que se encuentran en las heces de las vacas.
Un metanálisis de 95 estudios (Salah et al., 2023), en los que se administró Actisaf® Sc 47 como suplemento alimenticio, reveló una reducción significativa de las partículas no digeridas en el estiércol en comparación con los animales de control. La reducción de la materia no digerida, del 35% al 28%, no solo indicaba una mejor digestión del pienso, sino también que el ganado en cuestión se beneficiaba de una utilización más eficiente de los nutrientes. Esta conclusión se vio corroborada por la reducción registrada de nutrientes en las heces tras la suplementación con Actisaf® Sc 47, lo que sugiere que se produjo una absorción y asimilación más completas de los nutrientes de la dieta.
Otro estudio, realizado para evaluar el impacto de Actisaf® Sc 47 sobre la producción de leche y la producción de ECM en vacas lecheras (Salah et al. 2023), extrajo datos de 22 ensayos, localizados en todo el mundo. El análisis de este estudio reveló que Actisaf® Sc 47, administrado a 5 g, fue eficaz para aumentar la producción de leche en vacas lecheras en diversas condiciones. En concreto, las vacas suplementadas con Actisaf® Sc 47 produjeron, de media, 1,72 kg/día adicionales de leche y 2,45 kg/día de ECM en comparación con un grupo de control.
Conclusión:
La suplementación con Actisaf® Sc 47 desempeña un papel crucial en el aumento de la producción de leche y en la mejora del contenido de grasa y proteína de la leche gracias a una mejor utilización de los nutrientes. Actisaf® Sc 47 no solo aumenta la productividad al favorecer una digestión y absorción eficaces de los nutrientes, sino que también contribuye a la salud general y al rendimiento reproductivo del rebaño. Además, contribuye a las prácticas sostenibles de las explotaciones lecheras al disminuir la huella de carbono por kg de leche hasta en un 5%, principalmente gracias al aumento de la producción de leche y la eficiencia alimentaria.
Artículo publicado en “Entono Ganadero Diciembre Enero 2025“
