MVZ. JOSÉ EXIQUIO JIMÉNEZ TORRES (QEPD) †
La novedad de Olegario, es que ya tiene internet; tiene acceso a información que antes nunca imaginó, chatea en las redes sociales, manda y recibe correos de gente que nunca vio; todo el día está en la oficina pegado en el monitor; conoce el precio a futuro de la soya, maíz y sorgo, tiene gráficas diversas, de todo el comportamiento del precio de los marranos del futuro y anterior.
Pero algo no está cuadrando con toda esta información; según una gráfica nueva que Olegario bajó ayer, los puercos deben valer 2 pesos más, de lo que le pagan hoy; le reclamó al comprador, hasta le enseñó la gráfica y, esto dijo el comprador: ¡esa gráfica que traes, me la paso por los huevos porque aquí en este pueblo el precio lo pongo yo! Después pa” allanar la cosa a Olegario le explicó, que en México lo que pasa es que la gente no tienen dinero pa” consumir y, qué te ganas le dijo, que los puercos anden caros en otros lados del mundo si todo lo que produces, nomás lo vendes aquí.
Lo mismo pasó al comprar, 10 toneladas de soya; reclamando al vendedor Olegario le mostraba, la información que tenía del precio internacional. Este sonrió y comentó; ese es el precio por barco y, libre a bordo sin fletes, le tienes que incrementar todos esos movimientos y ¡claro! Mi utilidad. Yo compro por mayoreo, pago por adelantado; ustedes compran de a poco y siempre me piden fiado.
Olegario está pensando cómo se pudiera hacer, pa” eliminar intermediarios al comprar y al vender; se informó en el internet, preguntó en Asociaciones y, llegó a la conclusión. Solamente organizados todos los porcicultores, podremos hacer las compras a futuro y en volumen, vender puercos en canal y mandar al carajo a todos los compradores.
Siguió en su empeño Olegario, preguntando y preguntando, se dio cuenta de un programa del Banco Interamericano, de ayuda a las regiones con problemas de desarrollo. Le explicaron que el programa, no les reparte dinero; dicho programa consiste en cursos y asesorías para que el productor aprenda a manejar su negocio; a base de tramitar, logró se impartiera el curso “Fundamentos de la organización de empresas agropecuarias”, a todos los productores les llegó la invitación, se les llamó por teléfono, para informarles del curso y todos manifestaban tener un gran entusiasmo; dada la gran importancia que este tema tenía, se programó en la mañana, para dedicarle el día. Olegario muy temprano, estaba ufano en la entrada pa” recibir en persona a todos los que vendrían; se daría inicio a las 9, se pidió puntualidad.
Son ya las 10 y Olegario parece león enjaulado, se pasea por el pasillo porque aún nadie ha llegado; a las 10.30 aparece su compadre Gumersindo, con una cara de crudo que no la puede ocultar ¡hay compadre! Usted disculpe, pos ya mero no venía, ayer nos juntamos todos, en la granja de Tobías pa” platicar de este asunto y se nos pasó el Tequila, Francisco le habló a unas viejas, se nos alargó la noche, por eso vengo hasta ahorita a traerle este recado; que el curso lo hagan mañana y en la tarde por favor, porque nadie tiene tiempo de estar aquí tan temprano, ya ve que Ernesto a las 9 sale a pasear el caballo, Luis quiere estar al pendiente y entregar los puercos muertos, porque dice que sospecha, que no se los pesan bien. Pues yo lo dejo compadre, que voy pa” Guadalajara, llevo a pasear a mi vieja porque amaneció enojada y, le dejo el encargo de que el curso sea mañana. Olegario sintió de pronto, se le caían los calzones y temblando del coraje, se dirigió avergonzado a platicar con los señores.
El especialista le dijo, es una lástima que ustedes no puedan organizarse, pues sólo de esa manera lograrán sobrevivir; si todos los productores, que están en esta región, se unieran como uno solo, para comprar y vender, ya no estarían a merced de tantos intermediarios; se defenderían mejor de las alzas de los granos, tendrían un negocio firme en donde poder trabajar, planear compras a futuro y ventas organizadas y, estoy seguro que así, hasta pudieran crecer. Olegario suspiro y dijo para sus adentros.
“El que nació para escoba, no pasa de gestación”.
Artículo publicado en Los Porcicultores y su Entorno Septiembre-Octubre 2018
