La Importancia de los Prebióticos en el Tracto Gastrointestinal en los Porcinos en Diferentes Etapas Productivas

Mvz. Alejandro Leguizamo Ramirez.
Asesor Técnico en Cerdos.
PISA

El intestino de los monogástricos ha sido tradicionalmente considerado como órgano cuya principal función es digerir y absorber diferentes nutrimentos para el animal. Hoy día es considerado uno de los órganos inmunes de importancia en los cerdos para contrarrestar procesos infecciosos presentes en las explotaciones porcinas.

Los microorganismos existentes en el intestino forman parte de la participación de diversas funciones como el procesar nutrientes o el desarrollar una adecuada respuesta inmune.

La digestión y absorción de nutrientes es un proceso complejo en el que los diferentes órganos, enzimas, hormonas, nervios y músculos se ven involucrados. Una diferencia de importancia entre los rumiantes y los monogástricos, es la presencia de los microorganismos capaces de digerir eficientemente el alimento.

La dependencia de los microorganismos presentes en el intestino es básica en los cerdos. Sin embargo, la actividad fermentativa a nivel intestinal a diferencia de los rumiantes, cobra importancia desde el punto de vista nutricional. La fermentación en intestino grueso de los residuos digestibles del alimento, se produce como en el rumen, ácidos grasos de cadena corta que pueden ser absorbidos y ser utilizados como sustrato energético por el epitelio intestinal. En cerdas se estima que el 25% de las necesidades de mantenimiento podrían estar cubiertas por estos productos de fermentación. Además, la población bacteriana parece ser capaz de estimular la secreción de enzimas endógenas del animal, pudiendo tener también un papel relevante en la absorción de nutrientes regulando la permeabilidad del epitelio(1). También la presencia de bacterias intestinales es fundamental en la síntesis de vitaminas que proveen al organismo(2).

Respuesta de tipo no inmune

Las vellosidades y criptas tienen por objeto maximizar la superficie de absorción de nutrientes, pero también es la mayor superficie en contacto con el medio ambiente exterior. Por lo que representa un reto para los porcinos la colonización de sus células y tejidos por diversos organismos presentes el medio ambiente. Esto permite una defensa básica de tipo no inmune por el intestino como la motilidad gastrointestinal (flujo continuo del bolo alimenticio y desplazamiento de bacterias para evitar colonización), la barrera mucosa (separación física entre la luz intestinal y el epitelio, evita la adherencia de bacterias) y la flora intestinal simbionte (microbiota que actúa como barrera de colonización de las células del hospedador por patógenos).

Respuesta inmune

La respuesta puede diferenciarse en innata y adquirida.

  1. Respuesta innata (natural o no-especifica), que poseen la habilidad de reconocer, sin previo aprendizaje, las bacterias que colonizan al intestino de las que son potencialmente patógenas y de las que no lo son.
  2. Respuesta adquirida (adaptativa o especifica) tiene por objeto reconocer específicamente y destruir al patógeno que colonizan
  • La respuesta local o mucosa reduce la necesidad de una respuesta sistémica de tipo inflamatorio que afecta a los animales.
  • La inmunidad mucosa actúa a dos niveles: por secreción de anticuerpos hacia la luz intestinal para inhibir la adhesión de patógenos oportunistas y por la activación de mecanismos de inmunosupresión para evitar hipersensibilidad local o sistémica a antígenos inocuos. Esta habilidad se conoce como “tolerancia oral”, se fundamenta por la colonización del intestino por bacterias comensales durante el periodo post-natal.

La investigación pionera sobre los prebióticos se realizó en Japón y se enfocó a la identificación de algunos componentes de la leche materna que favorecieran el crecimiento de bifidobacterias, microorganismos que permiten mantener la salud en infantes. En dicha investigación se determinó que algunos oligosacáridos poseen actividad prebiótica, y a partir de ella se han buscado sustratos específicos para bifidobacterias. Los prebióticos son sustancias parcialmente digestibles que se encuentran en los alimentos. Los oligosacáridos no digestibles en general y los fructooligosacáridos en particular son prebióticos: conocidos como estimulantes del crecimiento de bífidobacterias y lactobacilos, los cuales después de un corto periodo de ingestión del prebiótico predominan en el intestino(3).

El uso de cultivo de levaduras (Saccharomyces cerevisiae) en cerdos jóvenes ha mostrado como resultado que no afecta la población microbiana primaria (lactobacillus, estreptococcus y E. coli), ni aumenta el consumo de alimento, aunque en algunos casos se ha observado una reducción de diarreas y mortalidad, neutralizando bacterias que de otro modo podrían atacar al animal. La utilización de estos productos ha estado principalmente dirigida a dietas de lechones, especialmente en esquemas de producción donde el uso de agentes antimicrobianos está restringido a su utilización como terapéuticos.

Un grupo de investigadores estadounidense (O’Quin et al., 2001) evaluó un producto derivado de levaduras en 1026 cerdas (media de 3.3 partos y 264 kg de peso vivo). Las dietas de gestación fueron suplementadas con 0 ó 0.2% del producto de levaduras y fueron suministradas tres semanas antes del parto, mientras que las dietas de lactación fueron suplementadas con 0 ó 0.1% de levaduras y suministradas durante toda la lactación. La concentración de micotoxinas fue baja y similar en todas las dietas. La adición de las levaduras no afectó a las pérdidas de peso de las cerdas, ni al número de lechones nacidos vivos, nacidos muertos o momificados. El crecimiento de la camada, sin embargo, resultó mejor en alrededor de un 8% con la adición de las levaduras y la mortalidad pre-destete se redujo desde 11.3 a 9.1%. Las muestras de calostro tomadas justo antes del parto en cerdas recibiendo una dieta suplementada con levaduras que presentaban una alta concentración de inmunoglobulinas, especialmente IgG (+20% sobre el grupo control)(4).

También se ha observado que la inclusión de β-glucanos o carbadox en la dietas, mejoran la respuesta en el crecimiento de cerdos destetados y en la etapa crecimiento. Los β-glucanos mejoraron ligeramente la ganancia diaria promedio en todas las fases de las etapas productivas y de finalización, en comparación con otros tratamientos nutricionales. No se encontraron interacciones significativas en la combinación de beta glucanos y carbadox en la dieta(6).

Por lo que el uso de prebióticos es una herramienta en el control de enfermedades entéricas, así como, un mejorador de la integridad intestinal para la producción porcina y disminuir el uso de mejoradores intestinales de origen antibiótico.

Nutribalance® Premix es un aditivo prebiótico compuesto por fracciones específicas de 1,3 y 1,6 β-glucanos y Manano-oligosacáridos (MOS) microparticulados por hidrólisis enzimática, proceso que aumenta su actividad molecular.

Los 1,3 y 1,6 β-glucanos son oligosacáridos de monómeros de glucosa unidos entre sí y también a través de enlaces β-glucosídicos, con capacidad directa en la modulación de la actividad inmunológica del organismo animal y en la adsorción de micotoxinas.

Los mananos actúan impidiendo la proliferación de bacterias patógenas y tienen efec- to sobre la inmunidad local y sistémica. Los mananos actúan sobre la aglutinación de ente- robacterias gram negativas con fimbrias tipo I y ayudan a la proliferación de bifidobacterias mejorando la integridad intestinal.

La administración de Nutribalance® Premix de Lechones lactantes/destete como en cerdas gestantes/lactantes es de administrar 2.0 kg/Tn de alimento. En cerdos de engorda se administra de 0.5- 1.5 kg/Tn de alimento.

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Breves, G., Walter, C., Burmester, M., Schroder, B., 2000. In vitro studies on the effects of Saccharomyces boulardii and Bacillus cereus var. toyoi on nutrient transport in pig jejunum. J. Anim. Physiol. Anim. Nutr. 84: 9-20.
  2. Hill M. Intestinal flora and endogenous vitamin synthesis. Eur J Cancer Prev. 1997 Mar;6 Suppl 1:S43-5.
  3. Velasco, J.L., Chi E., Cervantes M., Domínguez I.A. Alimentos funcionales para cerdos al destete. Veterinaria México, vol. 37, núm. 1, enero-marzo, 2006, pp. 117-136.
  4. Mavromichali, I., Paton, F. Nuevos ingredientes en la alimentación de cerdos. XX curso de especialización FEDNA. Barcelona, 22 y 23 de noviembre de 2004.
  5. O’Quinn P.R., Funderburke D.W., Tibbetts G.W. Journal of Animal Science 2001. 79, Suppl 1. Ref 881.
  6. Punzalan C. R. Evaluation of beta-glucan, antibiotics, and antimicrobial alternatives on growth performance and immunological parameters in weanling pigs. Bachelor of Science in Agriculture University of the Philippines Los Baños. Laguna, Philippines 2000.

Artículo publicado Los Porcicultores y su Entorno Julio-Agosto 2019

Fernando Puga
Fernando Pugahttps://bmeditores.mx/
Editor en BM Editores, empresa editorial líder en información especializada para la Porcicultura, Avicultura y Ganadería.
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