Los mitos y realidades de la leche
Francisco Arroyo Paz
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Aunque no me guste lo que a veces leo y personalmente crea que no es cierto, lo mejor que puedo hacer es investigarlo, y ese es el caso de este título. De entrada, en la composición de la leche de vaca no tenemos ningún elemento que se relacione con el cáncer ya que contiene: agua, carbohidratos, proteínas de origen animal, grasas, vitaminas y minerales.
Por otro lado, hay diferentes tipos de cáncer y son muchas las causas por las que lo llegamos a padecerlo, por ejemplo, tenemos aquellos cánceres que son hereditarios o los que son adquiridos por sustancias carcinogénicas, o hay casos en los cuales incluso, no sabemos cuál fue la fuente que lo ocasionó, como puede ser, por ejemplo, el desarrollar cáncer de pulmón sin nunca haber fumado.
Con esto en mente, imaginen que puede ser cualquier cáncer y aquí vamos hablar de algunos y ver si tienen o no relación con la leche. Un tipo de cáncer que puede, entre otras cosas, ser originado por lo que se come, es el cáncer de seno. El cáncer de seno es muy común en la mujer, fácilmente detectable y si se hace esto a tiempo podemos tener un buen rango de curación.
En Cuernavaca, Morelos, un grupo de científicos que se dedica a estudiar la comida, los factores reproductivos y su relación con la enfermedad benigna de mama (Galván-Portillo M, Torres-Sánchez L, López-Carrillo L. Dietary and reproductive factors associated with benign breast disease in Mexican women. Nutr Cancer. 2002;43(2):133-40), hallaron que las mujeres con diagnóstico de cáncer de seno benigno habían estado expuestas a un compuesto carcenígeno que es el clorofenil-tricloroetano (insecticida) y cuando se estudiaron los hábitos alimenticios se observó en el estudio que había una disminución significativa en el riesgo de contraerlo cuando las mujeres habían comido entre otras cosas, productos lácteos.
Por otro lado, otros científicos de la misma área de Cuernavaca, Morelos, estudiaron la relación del cáncer de pecho y los carbohidratos (Romieu I, Lazcano- Ponce E, Sanchez-Zamorano LM, Willett W, Hernandez- Avila M. Carbohydrates and the risk of breast cancer among Mexican women. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 2004 Aug;13(8):1283) y observaron que había una relación significativa entre el cáncer de seno y el aumento en la ingesta de calorías que vienen de los carbohidratos (no de las grasas).
Los carbohidratos que tenían relación con este tipo de cáncer eran la sacarosa y la fructosa. Recordemos que la leche, el carbohidrato que contiene es el de la lactosa principalmente, es decir, ninguno de los que estuvieron relacionados en el estudio. Por otro lado, un estudio hecho en Australia observó también la relación de diversos alimentos y el cáncer de pecho (Webb PM et al. A prospective study of diet and benign breast disease Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 2004 Jul;13(7):1106) y las conclusiones a las que llegaron fueron que: No había un aumento en el riesgo de padecer este tipo de cáncer cuando se aumentaba la ingesta de grasas, y también la ingesta de vitaminas las disminuía.
Pero sí aumentaba el riesgo si las mujeres eran tomadoras de alta cantidad de cafeína. Es decir, no hubo relación con la leche ni con los productos lácteos. Saliéndonos un poco del tema del cáncer, el público y los médicos en general sabemos que por el uso de antibióticos podemos provocar diarrea y muchas veces nuestra percepción de la leche es que ésta, si tenemos diarrea, es mejor no tomarla, ¿no es así? Bueno, en Noruega, otro grupo de científicos les dio como tratamiento a un grupo de pacientes que estaban tomando antibióticos (Wenus C. Prevention of antibiotic-associated diarrhoea by a fermented probiotic milkdrink, Eur J Clin Nutr. 2008 Feb;62(2):299-301. Epub 2007 Mar), leche entera fermentada con probióticos (microorganismos vivos que ayudan a la flora intestinal) y concluyeron que el ingerir este tipo de leche ayuda a prevenir la diarrea causada por antibióticos, esto no lo saben ni las abuelitas.
Así que, al no encontrar nada que relacione a la leche con algún tipo de cáncer, les puedo decir que cuando escuchen este comentario, piensen que es otro punto de marketing contra la leche, y por favor, no le hagan caso.
¿Hay Relación de la Diabetes y la Leche?
La diabetes es una patología que lamentablemente ha crecido mucho a lo largo de los últimos años y por diferentes razones. La enfermedad en sí, es un desorden metabólico en el cual no se metabolizan los carbohidratos por medio de la insulina (es la hormona que se encarga de meterlos a las células), y es el combustible principal que las hace funcionar, pero estos carbohidratos a lo largo de nuestra vida atacan diferentes órganos de nuestro cuerpo con lo que nos empiezan a mermar físicamente poco a poco.
De ahí que en la enfermedad se conozcan dos caras: una, es que la cantidad de insulina que produce el páncreas es poca, o de plano no se produce nada (Diabetes tipo I), y otra donde la insulina no funciona como debiera y las células no responden a ésta (Diabetes tipo II). En cualquier diabético los carbohidratos juegan un papel importante y deben de ser contabilizados para que podamos saber cuántos carbohidratos estamos ingiriendo, y cuánta es la cantidad de medicamento que debemos tomar, o bien, cuántas unidades de insulina nos debemos inyectar para seguir funcionando.
La leche contiene un carbohidrato principal llamado lactosa. En 100 gramos de leche la cantidad de carbohidratos que provee la leche es de 5 gramos, que corresponden a 20 kilocalorías. Si hablamos de la diabetes y la leche, lo que encontramos es lo siguiente: en un estudio hecho en Argentina se determinó la relación entre el consumo de leche, el estilo de vida y la resistencia a la insulina en niños escolares. Allá llegaron a la conclusión que la ingesta de leche ocasionaba una mayor sensibilidad a la insulina sugiriendo que la leche puede disminuir el riesgo de la diabetes tipo 2, es decir, es bueno tomarla para que la insulina funcione mejor (Hirschler V, et al. Relationship between Insulin Resistance and Frequency of Milk Consumption in Low-Income Argentinean School Children.J Pediatr. 2008 Aug 8). En términos generales, los niños están bebiendo menos leche.
Lo que más beben son refrescos con altos contenidos de calorías que no les das ningún beneficio nutricional. En otro estudio hecho a través de toda Alemania para determinar sí se podía influir en la presentación de la Diabetes tipo I en niños, se vio que por un lado la herencia y por otro lo que comían influían de gran manera en si llegarían a tener o no Diabetes tipo I. Dentro de lo que encontraron determinaron que el consumo de leche de vaca, el tener un status económico más alto y una familia numerosa reducían el riesgo de padecer diabetes (Rosenbauer J, Herzig P, Giani G. Early infant feeding and risk of type 1 diabetes mellitus- a nationwide population-based case-control study in pre-school children). Una de las áreas que se están investigando es precisamente la de la caseína y su relación con el metabolismo de los carbohidratos y la diabetes.
Hay países industrializados en los que al parecer hay una relación especial en cierta etapa temprana de la vida de los humanos que ahí viven en la que si ellos tienen predisposición a la diabetes este tipo de proteína pudiera incidir en su presentación. Aunque hasta ahora no hay nada firme en este campo, hay que mantenerlo a la vista y ver qué resultados nos depara en el futuro. Hasta ahora podemos decir que la leche es poco probable que produzca diabetes por sí misma, pero debe tomarse en cuenta el número de calorías que contiene para no influir en su desarrollo.
La sugerencia médica es tomar la leche deslactosada y de preferencia baja en grasa si es que se tiene diabetes, además de contar la cantidad de calorías que nos proporcionan como cualquier otro alimento que ingiera un diabético.
Artículo publicado en “Entorno Ganadero Diciembre Enero 2024“
