Porcicultura mexicana aplica BPP

Redacción BM Editores.

Las Buenas Prácticas Pecuarias (BPP) son los procedimientos aplicados en las unidades de producción animal con el objetivo de prevenir, disminuir y controlar peligros físicos, químicos o biológicos en beneficio de la sanidad animal y salud pública.

Básicamente se concentran en 10 puntos centrales: ubicación, diseño y construcción; alimentación; requerimiento y calidad del agua; transporte y movilización; manejo de salud de la piara; manejo y eliminación de desechos; control de fauna nociva; bioseguridad; capacitación, salud e higiene del personal e identificación, trazabilidad y retiro.

En el sector porcino, las medidas de bioseguridad minimizan la necesidad de tratamientos médicos y reduce el riesgo de brotes de enfermedades dentro de la piara; se asegura que la producción de carne de cerdo y sus subproductos se realice con seguridad para proteger la salud de los consumidores.

También se obtiene una mejor conversión alimenticia en lechones, aumento de kg al destete por hembra por año, así como el número de lechones nacidos; fomenta la promoción de prácticas más responsables y sostenibles. De igual manera, asegura la inocuidad del producto final y permite el acceso a mercados internacionales que buscan proveedores confiables y responsables. Además, diversifica las fuentes de ingreso nacional.

Cabe mencionar que se cuenta con Profesionales Autorizados (PA) que auxilian en la implementación de BPP en la Unidad de Producción (UP), con personal autorizado por parte del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y con Terceros Especialistas Autorizados (TEA).

En el caso de México, se garantiza las BPP en el sector porcino; se cuenta con 19.2 millones de cabezas, se producen un millón 730 mil 319 toneladas, se cuenta con 813 unidades certificadas en BPP y con 17 empresas que se dedican a la exportación de carne.

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