El Tsunami de las materias primas para alimento balanceado

Carlos Buxadé Carbó
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito.
Universidad Politécnica de Madrid
Universidad Alfonso X el Sabio

El Tsunami de las materias primas para alimento balanceado tsunami materias primas 2Por una parte, el tema de la presente nota está referido básicamente a dos de las principales materias primas presentes en la gran mayoría de los alimentos balanceados compuestos destinados a los animales de renta; léase el maíz y la soya (que son habitualmente las materias primas que marcan la tendencia y arrastran a las demás).

Por otra parte y en este caso concreto, entiendo por tsunami, desde una perspectiva metafórica, a un evento complejo o a una realidad extraordinaria, que involucra a los principales parámetros del mercado mundial de las dos materias primas consideradas (stocks, previsiones de cosecha, superficies sembradas, precios, etc.).

Como lo explicaba en una de mis clases, la estabilidad de los mercados de las materias primas agrícolas destinadas a la alimentación animal, que había sido la tónica en los últimos meses, concluyó a principios de septiembre y lo que en principio parecía ser sólo una marejada más o menos fuerte, se ha convertido en el referido tsunami.

Varias y profundas son las razones originarias del mismo. En primer lugar, la actuación especulativa de los fondos de inversión, verdaderos buitres, que, al “oler sangre”, han actuado activamente; “sangre” generada por una revisión a la baja de los stocks globales; es decir, de las existencias o inventarios mundiales (se trata de reducciones de varios millones de toneladas), una reducción de superficies sembradas y una estimación a la baja de la producción final en zonas claves, en el marco exportador, como son, por ejemplo, los casos de Brasil y Argentina (por razones climáticas) Ucrania, Estados Unidos o Rumania.

Me refiero a su irrupción especulativa masiva de los mencionados fondos de inversión en las distintas bolsas alimentarias, realizando compras muy, muy importantes y a largo plazo, de las materias primas estratégicas, maíz y soya, fundamentalmente, pero también de trigo (se estima que actualmente, entre granos y oleaginosas, acumulan más de 110 millones de toneladas). Con ello han contribuido lógicamente, a que, a lo largo de las últimas semanas, los precios se hayan situado a unos niveles que no se veían desde hacía varios años.El Tsunami de las materias primas para alimento balanceado tsunami materias primas 3

Paralelamente, hay que tener muy en cuenta aquí también la evolución muy al alza de la demanda china. Desde hace varios meses vengo advirtiendo de las consecuencias, directas e indirectas, de la importante recuperación de la producción ganadera porcina china después de la debacle censal provocada en ella por la Peste Porcina Africana (PPA).

Como tantas veces lo he expuesto (véanse, por ejemplo, mis intervenciones en el VI CONGRESO INTERNACIONAL DE PRODUCCIÓN ANIMAL TROPICAL, que tuvo lugar en La Habana), no se trata sólo de una recuperación de una parte importante de la en su momento diezmada cabaña porcina (recuperación basada en la economía de escalas y en la aplicación de la tecnología punta) sino también en un desarrollo paralelo e importante de su producción de carne avícola (y en ambas, como es bien sabido, el maíz y la soja, juegan un papel fundamental).

Y en este marco se encuentra España, con una industria de los piensos compuestos muy madura y con una capacidad de oferta muy superior a la demanda y, paralelamente, también altamente deficitaria en las dos materias primas claves mencionadas; así, en el año 2019 importamos algo más de 10 millones de toneladas de maíz y unos 3,3 millones de toneladas de soja. A esta realidad hay que unir el comportamiento de nuestros agricultores, que siguiendo las indicaciones de la mayoría de los agentes sociales, están reteniendo mercancía en sus almacenes perjudicando, a pesar de la excelente cosecha nacional, el flujo normal de la oferta.

Por lo tanto, cabe esperar, por pura lógica, una subida generalizada de los precios de los piensos en las próximas semanas (subida que vendrá para quedarse un tiempo), con todo lo que ello supone para la producción animal y para la propia cadena alimentaria, con sus correspondientes repercusiones en los P.V.P. de ciertos alimentos.

Y todo ello sucede desgraciadamente cuando estamos frente a unas previsibles aumentos de los impuestos y a unas muy posibles e importantes olas de despidos consecuencia, en primer lugar, del vencimiento de la prohibición de hacer despidos introducida por el Gobierno en los ERTE.

A ello hay que añadir lo que acontecerá en enero/febrero cuando se empiecen a resolver los concursos de acreedores presentados hace meses y que, por cuestiones de plazos, se cerrarán entonces, y también hay que tener presente lo que puede suceder en mayo o junio, cuando venzan los créditos concedidos por el ICO (y es que, como dice aquel viejo adagio, que tan bien refleja la actual situación en nuestro país: “al perro flaco, todo son pulgas”).

Artículo publicado en Los porcicultores y su Entorno Enero- Febrero 2021

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