Enseñanza de Medicina Veterinaria

Antes: Cuando nos presentábamos a los exámenes de admisión para aspirar a un cupo en la Facultad, lo hacíamos seguros de nuestros conocimientos gracias a las exigencias en las materias aprendidas en el bachillerato.

Hoy: El volumen de aspirantes a un cupo es masivo y los seleccionados pocos.

Antes: Nos inscribíamos porque teníamos una Verdadera Vocación para ser Médicos Veterinarios.

• Porque mi novia está estudiando veterinaria.
• Porque mi padre es Médico Veterinario.
• Porque me gustan los programas de televisión sobre animales: Animal Planet, Nacional Geographic, El Encantador de Perros, Mundo Animal, Mundo Mascota, Discovery Chanel, La Ley de la Selva, El Cazador de Cocodrilos.
• Porque mi papá tiene finca y ya está muy viejito.
• Porque desde niño me gustan los animales.
• Porque el transporte me deja a tres cuadras de la universidad.

Lo más lamentable y preocupante es el que muchos ingresan porque no pasaron el examen de admisión en otra Facultad como Arquitectura, Ingeniería, Medicina, Derecho.

Qué lástima que se engañen ellos mismos y por consiguiente a los demás, incluyendo a sus padres, matriculándose en una carrera a la cual ingresan sin ninguna vocación.

Ayer: El primer día de clases todos llegábamos bien presentados, elegantes, de corbata, lo cual hacía juego con la presentación sobria de los docentes, bien afeitados, con sus blusas blancas impecables, este panorama infundía un verdadero Respeto hacia los profesores y compañeros.

Estas características se debían conservar durante toda la carrera.

Hoy: la excesiva informalidad en el vestir y la presentación personal tanto de los docentes como los alumnos causa horror.

Hoy: Da tristeza observar que muchas parecen verdaderos panópticos con letreros y grafitis de carácter político, revolucionario, mensajes amorosos, críticas al gobierno y a las autoridades de la Universidad.

Ayer: La asistencia a clases era obligatoria, presencial y una materia se perdía por inasistencia. El docente podía interactuar permanentemente con los estudiantes.

Hoy: Por razones de salud pública la enseñanza cada vez es mayor en muchas Facultades de Medicina del mundo utilizando la técnica body painting o projection y según parece muchas Facultades de Veterinaria ya han implantado este sistema.

Ayer: Cuando nos pedían hacer un trabajo de investigación, acudíamos a la biblioteca y en total silencio consultábamos viejos libros y revistas. El escrito lo presentábamos a mano con buena letra y ortografía y al pedirnos un resumen lo hacíamos con autoridad.

Hoy: El plagio en Internet, tolerado por muchos profesores, se ha vuelto un recurso desesperado entre los estudiantes y entre no pocos profesores urgidos de resultados académicos.

Lo más triste es el que presentan en cosa de tres o más días un voluminoso trabajo, muy bien editado y presentado, empastado y al preguntarle al estudiante que haga un resumen del mismo, olímpicamente responden: ni siquiera lo leí.

A los estudiantes de hoy no se les enseña a profundidad todo lo relacionado con el respeto, la honradez, el fraude, la ética y lo grave del plagio que además de ser un autoengaño, es un engaño para el docente y con estas prácticas indudablemente terminará siendo un profesional falto de ética y mediocre.

Ayer: Al presentar los exámenes escritos se distinguían por una letra legible, excelente redacción y muy buena ortografía.

Hoy: Ni que hablar, el docente sufre para poder interpretar y descifrar lo que el alumno escribió y debe evitar sufrir un infarto por la ortografía cuando encuentra, aun en estudiantes de tercer semestre, términos como: birus, fiebre aptosa, henfermedades que afectan la hombre.

Ayer: Las clases se recibían con verdadera atención, en silencio y con un profundo respeto hacia el profesor.

Hoy: Los celulares suenan en cualquier momento, el estudiante está distraído enviando mensajes, jugando, o coqueteando con su novia que es compañera de curso.

Ayer: Debíamos prepararnos ante un jurado de tres profesores para presentar Exámenes Preparatorios que consistían en una evaluación de todas las materias de la carrera para saber si estábamos lo suficientemente preparados como Médicos Veterinarios.

Fuera de lo anterior debíamos elaborar una Tesis de Grado generalmente fruto de una investigación verdadera y real que llevaba varios años en su elaboración.

Una vez calificada por el Jurado la Facultad avalaba que ya éramos idóneos para recibir el título de Médico Veterinario.

Hoy: Se conceden títulos a granel sin estos requisitos. Muchas universidades funcionan como negocios y su interés es el recibir estudiantes en grandes cantidades sin importar la calidad del profesional egresado.

Ayer: Además de una orientación laboral, al terminar los estudios encontrábamos fuentes de trabajo ya en el sector oficial, empresarial o en el ejercicio privado.

Hoy: La multiplicidad de Facultades lanzan promociones anuales de miles de profesionales.

Hoy: El gobierno no permite más de 180 créditos, cada profesor se debe limitar a lo básico de su materia causando una enseñanza muy limitada que está produciendo un pregrado de muy regular calidad, dejando mucho material del que debiera enseñarse para los posgrados convirtiendo la educación en un negocio lo cual es más grave en la universidad pública.

Ayer: Los alumnos consultaban sus inquietudes con respeto y guardando la distancia con los profesores.

Hoy: La ley ordena la libre expresión de la personalidad generándose una completa informalidad de profesores, alumnos y hasta personal administrativo.

Ayer: La enseñanza teórica se complementaba, hasta donde fuera posible, con prácticas de campo.

Hoy: Hoy poco se hace en este campo y se mide la calidad de la enseñanza por exámenes teóricos.

Ayer: Eran los profesores quienes calificaban con imparcialidad a los alumnos.

Hoy: Son los alumnos quienes descalifican a los profesores porque les dieron una nota que no merecía e inclusive llegan hasta realizar protestas y paros para que sean expulsados de la Facultad.