M. en C. Miguel Ángel Martínez-Castillo.
Departamento de Medicina y Zootecnia de Abejas, Conejos y Organismos Acuáticos. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, U.N.A.M.
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M.V.Z. Francisco Enrique Casanueva-Sandoval.
Departamento de Medicina y Zootecnia de Abejas, Conejos y Organismos Acuáticos. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, U.N.A.M.
INTRODUCCIÓN
Tomando en consideración los propósitos productivos de los conejos criados en granjas, siempre debe prevalecer el criterio de que es preferible invertir en bioseguridad que gastar en terapéutica. Puesto que en las granjas o unidades de producción el objetivo es la colectividad, resulta más importante aplicar la Medicina Preventiva para evitar la manifestación de enfermedades que curarlas cuando se presentan. En una granja es importante procurar el restablecimiento de uno o varios conejos enfermos, pero es más trascendente analizar el origen del problema y evitar su propagación entre el resto de los animales susceptibles si la enfermedad posee carácter contagioso (Rosell, 2000). Para el diagnóstico adecuado de las enfermedades de los conejos el clínico de granja debe aplicar una metodología específica para identificar lo más rápido posible la o las enfermedades padecidas por los conejos y así evitar que el problema se propague (Martínez, 2012). La Metodología Diagnóstica aplicada a los conejos de granja es la siguiente:
1. Anamnesis o historia clínica.
2. Análisis de registros de producción.
3. Evaluación técnica de instalaciones.
4. Examen físico-clínico de los animales enfermos.
5. Necropsia.
6. Lista general de problemas.
7. Lista maestra.
8. Diagnóstico clínico presuntivo e implementación de medidas correctivas.
9. Obtención de muestras y solicitud de pruebas de laboratorio.
10. Integración de resultados.
11. Diagnóstico definitivo.
1. Anamnesis o historia clínica.
Consiste en el interrogatorio, bien estructurado y dirigido a la obtención de información con valor clínico, que el MVZ aplica al responsable técnico de la granja. Las preguntas deben ser concisas y claramente planteadas, evitando, hasta donde sea posible, el uso de tecnicismos; si las preguntas aplicadas son las adecuadas, permitirán al MVZ conocer la veracidad de las respuestas (Martínez, 2012). La anamnesis está constituida por: a) Generalidades (el MVZ solicitará los datos de identificación elementales del propietario y de la granja (también llamada reseña); después procurará obtener información técnica relevante), b) Antecedentes (historia mediata: el MVZ obtendrá información de las enfermedades que con antelación ha padecido el hato; preguntará sobre el programa de bioseguridad aplicado y sobre programas de medicina preventiva; el origen y el ingreso periódico de animales, etc.), y c) Problemática actualmente presentada (historia inmediata: el MVZ obtendrá información relativa al comienzo del problema: ¿cuáles fueron los animales inicialmente afectados?; ¿cuántos animales se enfermaron (proporción de morbilidad)?; ¿cuántos animales han muerto (proporción de mortalidad)?; ¿cuánto tiempo pasó desde que enfermaron hasta que se recuperaron o se murieron?; ¿se aplicó algún tratamiento?; etc.).
2. Análisis de registros de producción.
Los registros son instrumentos específicamente diseñados para asentar información de valor técnico, económico y productivo. El revisar los registros de producción, permitirá al MVZ conocer el manejo reproductivo y productivo en general. Algunas variaciones de parámetros productivos tienen valor clínico indiscutible (conejas muertas/mes, palpaciones negativas, abortos, porcentajes de mortalidad al nacimiento, en lactancia, engorda). A través de este tipo de información (registros de datos diarios, semanales, mensuales y anuales) se puede valorar la calidad del manejo técnico del hato y ponderar si puede o no ser causal predisponente para el desencadenamiento de los problemas de salud padecidos por los animales de la granja (Martínez, 2004).
3. Evaluación técnica de instalaciones.
Al visitar una granja con propósitos diagnósticos será conveniente conocer la calidad de las instalaciones pues de ellas depende el nivel de confort alcanzado para los animales. Cuando las condiciones de alojamiento sean inapropiadas para los conejos, existirá predisposición a la manifestación de trastornos y enfermedades. Aspectos básicos como la orientación geográfica de las naves es muy importante pues puede ser el origen de los problemas padecidos; la calidad del aislamiento térmico en paredes y techos facilitará o no el control ambiental interno; la calidad de la ventilación, de la iluminación, del aislamiento ante el ruido son factores que afectan el rendimiento productivo y, bajo condiciones extremas, demeritan el nivel de producción. Debe comprobarse la existencia y la eficiencia de barreras contra la fauna nociva y las plagas. Es importante establecer una ruta de desplazamiento durante la revisión de las instalaciones de la granja: siempre debe comenzarse por la zona de menor riesgo y terminar en la de mayor riesgo (Díaz, 2010; Martínez, 2013).
4. Examen físico – clínico de los animales.
Para revisar a los animales enfermos es necesario extraerlos cuidadosamente de su jaula y depositarlos en una superficie que les confiera seguridad y comodidad. El examen físico se inicia evaluando el aspecto externo de los animales: su estado corporal, grado de engrasamiento o adelgazamiento, la elasticidad de la piel y la calidad de la capa, pues estas características son indicadores confiables del estado de salud de un animal (Rosell, 2000). Debe revisarse cuidadosamente todo el exterior del conejo tratando de identificar asimetrías, abultamientos, zonas dolorosas, heridas, secreciones anómalas; debe verificarse la calidad del pelaje y hacer tracción de la piel para evaluar el nivel de hidratación del animal (Papeschi, 2010). Después debe revisarse cuidadosamente la cabeza: ojos, nariz, boca, orejas.
Posteriormente debe sujetarse apropiadamente al conejo para revisar su parte ventral, iniciando por el cuello (probable pseudomoniasis); toda la zona mamaria (mastitis) y casi para concluir deben abordarse las zonas perineal y genital: verificar si hay humedad y/o suciedad alrededor del ano; presencia de abscesos; revisar cuidadosamente los labios vulvares o el pene y los testículos, según sea el caso; posibles irritaciones, presencia de secreciones atípicas; finalmente se revisarán las zonas de apoyo de las extremidades, tanto anteriores como posteriores, para verificar la integridad de la piel, posibles irritaciones, descamaciones y secreciones, presencia de abscesos, etc. Todas las observaciones de importancia clínica deben ser anotadas de manera ordenada pues formarán parte de la llamada Lista General de Problemas.
5. Necropsia.
Es una técnica auxiliar de diagnóstico fundamental en el conejo de granja y en todos los animales criados en colectividad. En la práctica clínica de los animales de granja es preponderante lograr un diagnóstico certero y rápido para procurar la salud, no de uno o más conejos, sino de toda la colectividad que constituye la unidad de producción. Bajo esta perspectiva, es recomendable aplicar la necropsia a los animales prudentemente seleccionados para que puedan aportar información técnica imprescindible y así contribuir al diagnóstico definitivo. La necropsia es sólo una técnica de diagnóstico auxiliar más, que junto con otras, permitirá la identificación de la enfermedad. De hecho son pocas las enfermedades que pueden diagnosticarse con total certeza sólo a través de la necropsia por presentar lesiones patognomónicas; es más, muchas enfermedades causan prácticamente las mismas lesiones, como es el caso de aquellas de carácter digestivo.
6. Lista General de Problemas
Todas las observaciones clínicamente importantes obtenidas durante el examen físico-clínico de los animales y aquellas derivadas de las necropsias aplicadas deberán enlistarse utilizando números consecutivos para constituir la llamada Lista General de Problemas. La información deberá ser agrupada convenientemente para obtener totales parciales y para que pueda analizarse apropiadamente resaltando los datos más significativos.
7. Lista Maestra.
Es el producto de la correlación clínica entre los elementos de la Lista Maestra. El análisis cuidadoso y escrupuloso permitirá al clínico relacionar signos, lesiones, alteraciones y cambios de comportamiento con las enfermedades que pueden afectar a los conejos de una granja.
8. Diagnóstico clínico presuntivo e implementación de medidas correctivas.
La Lista Maestra sugerirá el Diagnóstico Clínico Presuntivo (la causa más probable del problema padecido) y permitirá establecer las medidas correctivas pertinentes para evitar que el padecimiento o enfermedad se siga propagando dentro de la granja.
9. Obtención de muestras y solicitud de pruebas de laboratorio.
Para corroborar el diagnóstico clínico presuntivo deberán enviarse muestras de tejidos y de secreciones corporales de los conejos enfermos más característicos al laboratorio de diagnóstico veterinario para solicitar los exámenes pertinentes (Panadés, 2011). Es posible que el diagnóstico presuntivo sea erróneo y que los resultados de laboratorio reorienten al clínico para seguir investigando.
10. Integración de resultados.
Con toda la información obtenida en las fases precedentes de esta metodología, el MVZ clínico contará con información y evidencias suficientes para hacer una integración lógica y determinar la enfermedad padecida por los conejos.
11. Diagnóstico definitivo (DD).
Es la identificación de la causa del problema de salud padecido por los animales de una granja basada en la obtención de evidencias o resultados fehacientes.
Una vez determinada la causa del problema, deberá establecerse el programa terapéutico: el o los medicamentos más apropiados de acuerdo a las circunstancias particulares; la dosis adecuada, la vía de administración, la periodicidad, la duración, etc., y siempre complementado con medidas correctivas de limpieza, desinfección y manejo para evitar su repetición (García, 2012).
Si bien ésta es la Metodología Diagnóstica teórica apropiada para la identificación de problemas de salud de los conejos de granja debe reconocerse que en México ejecutar alguno de sus puntos es sumamente difícil. La disponibilidad y aplicación de medicamentos constituyen uno de los problemas más importantes (Martínez, 2004; Flores, 2005). Si bien para diagnosticar las enfermedades de los conejos de granja no es imprescindible tener especialidad o posgrado, es innegable que la capacitación formal del Médico Veterinario Zootecnista dedicado a la cunicultura sería importante.
En la mayoría de los planteles educativos la enseñanza de la cunicultura tiene carácter optativo porque ésta forma parte de una ganadería emergente y porque sus expectativas profesionales son aún muy cortas. Los especialistas en cunicultura en México son Médicos Veterinarios Zootecnistas que se han formado en las granjas, en las empresas del ramo y en los centros educativos pero constituyen profesores o asesores sin un respaldo académico oficial y cuya experiencia aún no ha permeado suficientemente para contar con apoyos verdaderos a nivel práctico.
Asimismo, estrictamente no existen laboratorios de diagnóstico veterinario que constituyan un verdadero apoyo técnico para llegar a obtener el diagnóstico preciso de las enfermedades de los conejos; en muchos laboratorios ni siquiera reciben muestras de la especie. Por esta razón hay una gran diferencia entre la teoría y la práctica.
Durante mucho tiempo los problemas de salud de los conejos en las granjas han sido atendidos principalmente por los asesores técnicos de las empresas de alimentos balanceados y sólo parcialmente pues ayudan al cunicultor a tomar decisiones con base en su experiencia pero por lo general tampoco envían muestras a laboratorios de diagnóstico, ni aplican la metodología diagnóstica ya propuesta, por lo que simplemente hacen recomendaciones terapéuticas generales aplicando medicamentos de amplio espectro y/o se concretan a sustituir una baja proporción de los animales fallecidos en la granja en calidad de indemnización. Bajo estas circunstancias es evidente que el sector cunícola demanda una mayor y mejor asesoría técnica especializada y bajo el panorama actual parece que tardará mucho en llegar al cunicultor promedio, aquél poseedor de veinte conejas reproductoras.
Otro problema relevante en la cunicultura es la escasa disponibilidad de información de carácter científico en la utilización correcta de medicamentos. Un error muy común es considerar que los conejos responden a los medicamentos de la misma manera que otras especies, como perros y gatos, por simple analogía de talla y peso corporal, y no es así. La mayoría de la información publicada al respecto del uso de fármacos en conejos carece de rigor científico y generalmente está sustentada en la experiencia clínica de su autor, o constituye una simple transcripción de recomendaciones previas, pero sin fundamento (Flores, 2005).
Existe poca información que aporte datos farmacológicos concretos; se carece de datos indicadores de toxicidad tales como: dosis letal 50% (DL50), dosis efectiva 50% (DE50), índice terapéutico (IT), margen de seguridad (MS); datos de su cinética: vida media (t 1⁄2), tiempo de depuración (Cl), volumen aparente de distribución (Vd), área bajo la curva (AUC), tiempo de alcance de máxima concentración en plasma (Tmáx), concentración máxima en plasma (Cmáx), así como de interacciones medicamentosas y reacciones adversas de los mismos, lo cual dificulta el buen ejercicio terapéutico y profiláctico dentro de la cunicultura (Flores, 2005). La utilización de fármacos de los que no se dispone de información científica hace impredecible el efecto terapéutico e induce resistencia bacteriana, riesgos de intoxicación e ineficacia terapéutica (García, 2011).
A pesar de que la mayor parte de la información publicada respecto a la aplicación de medicamentos en conejos carece de fundamento científico, es pertinente tomar en cuenta algunas consideraciones y recomendaciones generales al momento de establecer tratamientos farmacológicos en las granjas; algunas se mencionan a continuación.
Antibioterapia en conejos. Consideraciones generales: a) el conejo es muy sensible a la intoxicación medicamentosa por sobredosis, especialmente a nivel renal; b) la administración de antibióticos por vía oral les provoca alteración de la simbiosis bacteriana a nivel del ciego (disbiosis) (Carro, 2002); además, puesto que el conejo practica la cecotrofia, se incrementa el riesgo de intoxicación por sobreexposición al medicamento; c) independientemente del tipo de fármaco utilizado, el conejo nunca debe estar limitado en su ingestión de agua de bebida; d) los conejos son muy delicados en sus apetencias, debido a la gran agudeza de sus sentidos del olfato y del gusto; consideración importante si se opta por medicar a través del alimento o del agua de bebida (Hrapkiewicz, 1998; Richardson, 2000).
Precauciones. a) No aplicar antibióticos a las hembras- vientre en el lapso comprendido entre el día del apareamiento y los 6 días posteriores para evitar teratogénesis, sin embargo, será aún más deseable evitar la aplicación de este tipo de productos hasta la primera semana de lactancia; b) en los animales de engorda debe suspenderse la aplicación de cualquier medicamento, antibiótico o no, cuando menos 7 días antes del sacrificio; c) toda aplicación terapéutica deberá estar reforzada con medidas higiénicas adecuadas: cuando la terapéutica se combina con la higiene, es probable el éxito del tratamiento; en caso contrario, es seguro su fracaso (Rosell, 2000; Martínez, 2004)
Con casi todo en contra (poca asesoría, falta de apoyo para ejecutar el diagnóstico de enfermedades, poca disponibilidad de medicamentos específicos para los conejos, elevados costos de los alimentos balanceados, precaria disponibilidad comercial de pie de cría con calidad certificada, etc.) el cunicultor se mantiene en el sector más por el gusto y porque no calcula costos de producción, que por incentivos económicos y sociales. Otra situación particular que ha desincentivado a la gente a la crianza de conejos para su beneficio alimenticio y económico han sido los programas de apoyo generados por el sector gubernamental en los que las autoridades se han concretado a distribuir paquetes pecuarios en los que se invita a la gente a organizarse en grupos para que sean susceptibles de recibir como apoyo un grupo de animales de una o más especies para su crianza, pero sin recibir asesoría ni capacitación alguna. Estos programas cumplen muy bien los propósitos políticos de las autoridades pero constituyen una estrategia errónea que de antemano se sabe fracasará porque carece de sustento técnico, logístico y social. Bajo estas circunstancias la mayor parte de la gente desiste de producir.
CONCLUSIÓN.
Para atender adecuadamente las demandas de los cunicultores es necesario que todos los sectores involucrados en la cadena productiva cunícola participen con más responsabilidad, pero siempre sustentados en una mayor capacitación técnica, en una mejor infraestructura de apoyo (laboratorios de diagnóstico) y en un renovado compromiso social y comercial.
BIBLIOGRAFÍA DE APOYO:
- Carro M y Ranilla M. Aditivos antibióticos: situación actual y perspectivas. Cunicultura 2002; 27: 273-277.
- Díaz J. Principios básicos de bioseguridad en Cunicultura. Cunicultura 2010; 35 (203): 23-26.
- Flores L. Fármacos de utilidad en Cunicultura. Tesis de licenciatura. Asesores: Martínez MA y Navarro JA. Distrito Federal (México): Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNAM. 2005.
- García A y col. ¿Por qué aparecen resistencias a los antibióticos en las granjas? ¿Cómo actuar al respecto? Cunicultura 2011; 36 (212): 25-29.
- García D. Verdades y mentiras sobre los desinfectantes. Cunicultura 2012; 37 (216): 12-14.
- Hrapkiewicz K, Medina L, Holmes D. Clinical laboratory animal medicine. An introduction. 2nd ed. Iowa (USA): Iowa University Press. 1998.
- Martínez MA. Cunicultura. Segunda Edición. Distrito Federal (México). Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNAM. 2004. ISBN: 970-32-2192-0
- Martínez MA y col. Metodología diagnóstica en enfermedades y problemas de salud en conejos de compañía y de granja. En: Jardón S: Metodología Diagnóstica Veterinaria. Distrito Federal (México). Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNAM. 2012. ISBN: 978-607-02-3207-7.
- Martínez MA. Bioseguridad en las granjas cunícolas. En: Martínez MA: Medicina y Zootecnia Cunícola II. Distrito Federal (México). Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNAM. 2013. ISBN: 978-607-02-4728-6.
- Papeschi C. Las enfermedades más importantes de la piel de los conejos. Cunicultura 2010; 35 (207): 13-18.
- Penadés y col. Toma de muestras en explotaciones cunícolas para enviar a laboratorio. Cunicultura 2011; 36 (209): 7-13.
- Richardson, VCG. Rabbits. Health, husbandry and deseases. Osney Mead, Oxford (U.K.): Blackwell Science Ltd. 2000.
- Rosell JM. Enfermedades del conejo. Madrid (España): Ediciones Mundi-Prensa. 2000.
Artículo publicado en “Entorno Ganadero“