Redacción BM Editores.
La humanidad avanza cada vez más rápido en el respeto a los seres sintientes que están en el planeta, y a ese contexto México no escapa y está presente, al tener el honor en el Continente Americano de haber contado con la primera Escuela de Agricultura y Veterinaria, la cual nació por Decreto Presidencial del General Antonio López de Santa Ana hace casi siete décadas, el 17 de agosto de 1853.
A 168 años del nacimiento de la profesión veterinaria en el país, ahora la Federación de Colegios y Asociaciones de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México (FedMVZ), comprometida con la sociedad, con el cuidado y la protección animal, y con el fortalecimiento del gremio que atiende su bienestar y salud ha elaborado el Documento Decálogo de los Derechos de las Médicas y Médicos Veterinarios Zootecnistas y de los propietarios o responsables de animales, en los servicios de atención médica.
El propósito de este documento es que los profesionales que atienden la salud de los animales cuenten con una guía que plasmen derechos con base en principios científicos, bioéticos, deontológicos y legales, los cuales rigen la conducta de las y los profesionales de la salud animal en el país.
Con el Decálogo, la FedMVZ busca proporcionar una herramienta que promueva y permita una relación armónica y de cordialidad entre las y los profesionales de la salud animal y los usuarios de sus servicios, al establecer los derechos de las partes involucradas y con ello, dilucidar, de forma amigable y de buena fe los posibles conflictos derivados de la prestación de los servicios médicos veterinarios.
Entre los principios que sobresalen en el Decálogo, destacan que los solicitantes del servicio de atención médica animal tienen derecho a recibir atención médica adecuada y profesional, pero que además se le otorgue un trato digno y de respeto a sus valores e ideologías. También, tienen derecho a recibir información completa y científica sobre los diagnósticos.
De igual forma el propietario o responsable de animales tiene derecho a decidir con libertad, de manera personal y sin ninguna forma de presión, el aceptar o rechazar cada procedimiento diagnóstico o terapéutico ofrecido y la aplicación de técnicas de urgencia para salvaguardar la supervivencia de su animal, o inclusive, la eutanasia justificada.
Por lo que toca a los profesionales de la veterinaria, entre los postulados que destacan en el Decálogo, se menciona que tienen derecho a gozar de reconocimiento y prerrogativas iguales a otros profesionales del ámbito de la salud, laborar en instalaciones apropiadas y seguras, y a garantizar resultado cierto en la atención médica y zootécnica brindada, pues bajo el principio de libertad prescriptiva y tomando en cuenta el principio de variabilidad biológica, la atención brindada por la o el Médico Veterinario Zootecnista, se debe considerar bajo los términos de la obligación de medios, sean estos conocimientos científicos y recursos técnicos.
