Por Zanetta Chodorowska, Gerente Técnico, Rumiantes
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La reciente tendencia mundial hacia mayores tamaños de hatos conlleva riesgos inesperados para la salud que exigen mayores esfuerzos en el manejo y la prevención, a fin de cosechar los beneficios de una mayor eficiencia.
La presión económica, las crecientes expectativas de los consumidores y el fin de las cuotas de leche europeas han redefinido la explotación lechera moderna. El sector lechero está experimentando un proceso continuo de expansión donde la cantidad de animales de cada región se maneja en explotaciones mayores (Figura 1). Las eficiencias logradas a través de una mejor utilización del capital y la fuerza de trabajo pueden impulsar la producción total de leche y ofrecer un flujo de caja más estable. Sin embargo, manejar un mayor número de vacas requiere de mejor capacidad técnica y de contar con las herramientas adecuadas para mantener una elevada producción de leche por animal, así como desempeño reproductivo y salud.
¿A mayor tamaño, mayor vulnerabilidad?
Varios artículos científicos recientes muestran que la expansión y el crecimiento de las explotaciones implica mayores riesgos para la salud (Cuadro 1). Una razón importante es la mayor carga para el sistema inmune. Diferentes factores de estrés inciden sobre él, como la introducción de animales nuevos, diferentes estructuras, cambios en el manejo y a menudo una fuerza laboral nueva.
Juntar vacas de diferentes orígenes también significa combinar patógenos. La propagación de enfermedades infecciosas es un motivo importante para tratamientos y retiros de vacas durante la expansión. Esto puede suceder aun cuando los animales nuevos y aquellos que ya estaban en la explotación receptora hayan sido vacunados contras las mismas enfermedades.
Micotoxinas
Asimismo, la incapacidad para actuar sobre los parámetros claves de salud y fertilidad puede poner en peligro la rentabilidad general de la explotación. Un perfecto ejemplo son las micotoxinas, dado su impacto en el sistema inmune, la laminitis y la inflamación. Las explotaciones más grandes tienden a usar dietas más acidogénicas que aumentan la tasa de paso y reducen la desintoxicación natural de las micotoxinas dentro del rumen, exponiendo a las vacas al daño.
Además, una dieta más rica en almidón puede predisponer a los animales a la acidosis ruminal subaguda (ARSA).
Cuadro 1. Relación entre el aumento de tamaño de los hatos y las enfermedades.
Correlación con tamaño del hato | Problema de salud | País | Referencia |
+++ | Fiebre Q | Portugal | Anastacio et al. 2014 |
++ | Tuberculosis bovina | Irlanda del Norte | Doyle et al. 2014 |
+++ | Enfermedad de Johne | EE. UU. | Wolf et al. 2014 |
+++ | Coxiella brunetii | Dinamarca | Agger et al. 2013 |
++ | Diarrea | Austria | Klein Jobstl et al. 2015 |
++ | Enfermedad de Johne | Irlanda | Kennedy et al. 2014 |
++ | Salmonelosis | EE. UU. | Fossler et al. 2005 |
+++ | Besnoitia besnoiti | Jordania | Talafha et al. 2015 |
+++ | DVB; RIB; DDP; salmonelosis; clostridiosis | EE. UU. | Faust et al. 2001 |
++ | Laminitis | Reino Unido | Whitaker et al. 2000 |
Fuente: BIOMIN
Cuadro 2. Buenas prácticas de manejo para minimizar enfermedades durante la expansión.
Bioseguridad |
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Nutrición |
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Manejo |
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Fuente: BIOMIN
Endotoxinas
Las endotoxinas son fragmentos de la pared celular externa de las bacterias Gram negativas que pueden producirse durante el crecimiento, la replicación o la muerte microbiana. La ARSA es una de las situaciones que pueden generar una descarga de endotoxinas dentro del rumen de la vaca, ya que está asociada a una extensa muerte bacteriana.
No obstante, los desafíos de las endotoxinas pueden surgir de muchas situaciones bastante comunes durante la expansión de los hatos, como tratamientos antibióticos, metritis y mastitis. El incremento de las endotoxinas circulantes puede generar toxicidad hepática, hipertermia e inflamación. El deterioro de la salud hepática es una condición que favorece la cetosis, la que a su vez puede predisponer al animal a una inmunidad innata debilitada. Recientemente, Reisinger et al. (2015) demostraron que las endotoxinas están relacionadas con la laminitis, ya que sus dosis crecientes presentan una influencia negativa en la integridad del tejido lamelar de explantes cultivados de pezuña.
Hatos grandes y sanos
Las explotaciones de gran tamaño son el futuro de la producción moderna de leche, pero la eficiencia y la salud solo pueden coexistir si los productores dominan los detalles. Todo desafío adicional que afecte la función inmunitaria puede significar un obstáculo real para la productividad. Para tener éxito, los productores deben permanecer centrados y enfocarse en cuatro medidas principales:
- Bioseguridad
- Educación de los trabajadores
- Flujo de animales
- Búsqueda de riesgos ocultos
Los buenos protocolos de seguridad para hacer frente a enfermedades infecciosas, lombrices, mastitis y cojera son indispensables para minimizar el impacto de todos los cambios en el estado sanitario de las vacas. No obstante, el sistema inmune permanece bajo presión aun cuando se aplican buenas prácticas de manejo (Cuadro 2).
Fuente: Science&Solutions