Moscas Una Plaga y Riesgo Permanente

ALEKSANDER M. VERA APÉSTEGUI.

Las contaminaciones más frecuentes observadas en el alimento y en el agua de bebida así como el estrés producido en los animales de granja por esta plaga son cada vez mayores. Por estas razones un programa integral de control debe de ser prioritario. Usualmente se emplean mecanismos disuasivos temporales o que no reciben un apropiado seguimiento por parte de los operarios de campo. Actualmente se vienen implementando programas integrales de control los cuales buscan atacar empleando varios mecanismos, según se tenga conocimiento de las costumbres de dicha plaga así como de sus estadios de desarrollo.

Entre las moscas más comunes en la mayoría de explotaciones pecuarias, se mencionan a la Musca domestica, mosca azul y mosca verde que son las especies predominantes dentro de una granja avícola, siendo la primera la más numerosa.

Las moscas domésticas y otras moscas chupadoras abundan simplemente donde hay presencia de materia orgánica y se posan sólo ocasionalmente sobre los animales. Por ello, en terapias de rutina no tiene sentido y es poco eficaz tratar directamente a las aves, pues por pasar poco tiempo sobre los animales sólo una pequeña parte de la población se vería expuesta al tratamiento insecticida y la exposición sería de breve duración, a menudo insuficiente para ser letal en el insecto.

En estos casos está indicado el control ambiental mediante tratamientos insecticidas del entorno, como es el caso del tratamiento sobre la materia orgánica presente en los pisos de los galpones así como la utilización de cebos mosquicidas en áreas próximas a las instalaciones. Según la aplicación principal en la avicultura, se pueden distinguir dos grandes grupos de barreas de control: El primero, para el tratamiento directo del ambiente, es decir, para la aplicación directa sobre la cama y demás superficies y segundo, para el tratamiento vía alimento (Las formulaciones en Premezcla, aunque en diferentes granjas se reporta cierto grado de resistencia debido al uso
prolongado de las mismas).

Las moscas se comportan como vectores de un gran número patógenos como es el caso de Salmonella, Staphylococcus, E. Coli y Shigella spp., microorganismos que pueden ser transportados por los insectos, afectando la rentabilidad y los estándares de calidad y productividad.

Ante una infestación de moscas en el caso de gallinas ponedoras, reproductoras y pollos de engorde, el animal pierde peso debido a que, las condiciones de confort serán menores para el animal, disminuyendo la ingesta de alimento, generándole mermas en la condición corporal debido a la situación de estrés en que se encuentran. Por todo lo dicho anteriormente y en el caso particular de esta plaga, debemos de considerar y poner en práctica programas permanentes de control a lo largo de todas las etapas de crianza y durante todo el año, puesto que como ya hemos observado en nuestro medio, su presencia casi no disminuye durante los meses de invierno. Anteriormente se podía encontrar un incremento de la población durante los meses más cálidos, pero en la actualidad podemos encontrar a lo largo de todo el año que la población de moscas se mantiene casi constante.

Artículo publicado en Los Avicultores y su Entorno Diciembre-Enero 2018

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